Pedohyungs.

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-Ya puedes soltarme. – dice Yong Guk una vez que para la moto pero los brazos de Jun Hong no liberan su cuerpo – Jun Hong, que ya hemos llegado. – repite mirando hacia atrás a la vez que siente como le presión de los brazos de Jun Hong disminuye.


Jun Hong se siente un poco mareado. Necesita la ayuda de Yong Guk para bajar de la moto y quietarse el casco. Jun Hong mira a su alrededor y se encuentra en un barrio muy diferente al suyo. Las casas son pequeñas y no se puede decir que estén en una zona rica de la ciudad, pero es acogedora.


-¿Dónde estamos? – pregunta Jun Hong sin dejar de mirar a todas partes.

-En mi barrio. – empieza a decir Yong Guk – Tendré que ir a cambiarme, ¿no? – continúa sonriendo – Vamos. – termina dando a Jun Hong un toque en el brazo para que lo siga.

-¿Vamos a ir a tu casa? – lo susurra de forma inaudible para el otro.


Jun Hong sigue los pasos de Yong Guk inseguro, cuando llegan a la puerta y Jun Hong entra en el interior, vuelve a mirar todo aquello que le rodea.


-No es como tu casa, pero nosotros no necesitamos más. – comenta Yong Guk sonriendo.

-Oh, está bien. – se limita a decir devolviéndole la sonrisa. 

-Espera en el salón. – dice señalando a la sala que queda a la izquierda de la entrada – Voy a cambiarme, no tardo. – termina de decir subiendo las escaleras.


Jun Hong va al salón silencioso y se sienta en el sofá sin saber qué hacer.


-¿Tú quién eres? – le sobresalta una voz a sus espaldas haciendo que mire por encima del respaldo del sofá.


Se encuentra con una imagen un tanto desconcertante, ¿a caso Yong Guk le estaba preguntando quién es? Jun Hong se queda en silencio, desconcertado y mirando al chico con el cerebro desconectado de la situación.


-Vaya, ¿ya estás aquí otra vez? – dice otro chico que acababa de bajar las escaleras. 

-Estoy en mi casa. – responde el primero.

-Dejó de serlo cuando te fuiste, no me hagas repetirlo. – continúa el otro. – Jun Hong, vayámonos, no quiero llegar tarde.


Jun Hong, quien todavía no ha vuelto en sí, al escuchar esas palabras entiende que quien le habla es Yong Guk. Se levanta rápido y se coloca al lado del Yong Guk que ha dicho su nombre. Sin añadir nada más toma a Jun Hong del brazo y sin hacerle daño le lleva a la salida.


-¡Adiós niño bonito! – dice el que es igual a Yong Guk cuando éstos ya están en la moto de Yong Guk.


Yong Guk claramente cabreado se pone su casco y le da el que ha cogido a Jun Hong para que se lo ponga, así hace, ajustándolo hasta que se siente su cabeza mínimamente segura. Una vez subidos Jun Hong se vuelve a aferrar al cuerpo de Yong Guk, siente que el casco no es suficiente. No sabe cuanto tiempo están ahí subidos, pero a él le parecen horas, horas en las que su vida puede correr el mayor de los peligros.

Cuando por fin paran, Jun Hong, al bajar siente como el suelo se mueve bajo él, pero aun así consigue mantener el equilibrio. Han parado en un cafetería, Yong Guk le dice a Jun Hong que se quede con su casco y se ponen en camino al interior de ella.

Niño bonito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora