Jun Hong se despierta frenético esta mañana. A decir verdad no ha pegado ojo en toda la noche y se le ha hecho eterna, pero ya es hora de ponerse en pie e ir a desayunar.
-¡SUN-SUN! – exclama Jun Hong entrando en la cocina – ¡Buenos días!
-Bueno días señorito. – le devuelve el saludo tranquila – ¿Le pongo el desayuno?
-Sí por favor. – dice sonriente mientras le sirve el desayuno y empieza a comer – ¿Mi madre se fue ya? – pregunta entre bocado y bocado.
-Sí, a las siete como cada domingo. – es respondido – Hoy le veo muy animado.
-Va a venir Yong Guk . – aclara Jun Hong sonriendo pensando en su comentario.
-¿Hoy? – pregunta la señora Sun Young – Pero si hoy es su día libre.
-Pero viene a estar conmigo. – añade Jun Hong en tono bajo.
-En ese caso espero que pasen un buen día. – dice sonriendo – ¿Qué quiere que les haga de comer?
-Todo lo que tú haces está bien. – responde terminado su desayuno haciendo reír a Sun-Sun – No hay comida tuya que haya probado y no me haya gustado. – termina de decir levantándose para irse – Voy a cambiarme.
No le da tiempo de decir nada más a la señora Sun Young cuando Jun Hong ya ha salido de la cocina. Se dirige a su cuarto y se mete en el baño para ducharse.
Una vez sale de la ducha se tira media hora para saber qué ponerse, hasta que cae en la cuenta de que probablemente lo más que hagan sea estar en la piscina. Por ello que coge el bañador que más le gusta y se pone una camiseta. Mira la hora, son las nueve y media aún y siente como una cosa que ya estaba en su estómago incordiándole le empieza a incordiar el doble. No puede parar quieto. Baja a la sala y comienza a andar de un lado para otro llevándose las manos a la cabeza y tirándose de los pelos. ¿Qué demonios le pasa? ¿A santo de qué se pone así? ¿Qué hora es?
-¡Las diez! – exclama Jun Hong mirando el reloj.
Empieza a andar más deprisa de un lado para otro, ve que pasan los minutos y Yong Guk no llega. ¿Por qué no llega? Algo se para en el interior de Jun Hong por un momento. ¿Y si se ha olvidado? ¿Y si no ha querido venir? Esas preguntas empiezan a atormentar a Jun Hong. Se sienta en el sofá y se hace una bolita en él pues algo ha empezado a doler de un momento a otro. Pero... ¿Por qué?
Jun Hong continúa en esa posición intentando no pensar, para evitar el ponerse a llorar. Permanece así hasta que una mano le acaricia la cabeza despacio y hace que levante su cabeza. Cuando se encuentra con los ojos de la otra persona una sonrisa se dibuja en su rostro y el dolor que sentía se convierte en algo que quiere salir de su pecho.
-Buenos días. – saluda Yong Guk – Espero no haberte hecho esperar mucho.
-No... – dice en un susurro Jun Hong – Y buenos días. – le devuelve el saludo con una sonrisa.
-Veo que vas listo para ir a la piscina, pero es un poco pronto, ¿no crees? – comenta Yong Guk viendo que Jun Hong lleva el bañador puesto.
-Sí... Pero no sabía qué ponerme, y he tirado por lo más práctico. – responde aún susurrando.
-¿Vamos a pasar el día en tu casa y no sabes qué ponerte? – pregunta Yong Guk riendo haciendo sonrojar al otro – Bueno, ¿vamos fuera? – pregunta al ver que el otro con su comentario se había avergonzado – Hace muy buen día.
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Niño bonito.
FanfictionYong Guk necesita trabajar para pagarse sus estudios. Encuentra trabajo en una casa encargándose de la piscina. Ahí conocerá a Jun Hong, el señorito de la casa, con el cual entablará amistad rápidamente a causa de un pequeño incidente. ____ -¿Quién...