3.

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La profesora dio unas cuantas palmadas haciendo que toda la clase dejara de hablar y le prestáramos atención sólo a ella. Como siempre, Ellie se sentaba al lado mío y me dio un codazo cuando el chico de adelante se giró un segundo para verme y volvió a su posición original.

¿Así que Thomas gusta de tí? susurró Ellie, levantando las cejas.

Me tomó unos instantes procesar en mi mente sus palabras. Enarqué una ceja.

¿Qué? 

Oh, vamos Julia, es muy obvio. Además me enteré que iba a invitarte a la fiesta del viernes.

¿Qué fiesta? murmuré.

«¿Había una fiesta este viernes?, ¿y por qué nadie me lo había mencionado?».

¿Cuántas veces tengo que repetírtelo? Estuve toda la mañana pidiéndote que me ayudaras a escoger el vestido que podría llevar dijo Ellie sonando un poco borde, además Jake me invitó, te lo dije unas cinco veces.

Últimamente estuve en mi propio mundo, ignorando todo a mi alrededor, en mi burbuja que separa la realidad con mis pensamientos. Desde que me pusieron la bota en el pie no pude sentir vergüenza la primera vez que pasé por los pasillos del colegio. Algunas personas al verme, me decían cosas como «Ojalá te mejores» o «Qué suerte que no fue nada más», y en cambio, otras simplemente me miraban mal.

Así mismo como siempre, la profesora me sacó de mis pensamientos parándose frente a mí e hizo un movimiento raro con sus manos que me hicieron sobresaltar. Levanté mi vista hacia ella y observé cómo me miraba con el ceño fruncido.

Señorita Lewis, ¿sería tan amable de repetir lo que acabo de decir?

Miré a mi alrededor y todos, incluso mi mejor amiga, me miraban con cara divertida. Me aclaré la garganta y me atreví a responder:

Uhm, bueno... Le di una mirada rápida a Ellie, quién me la devolvió con una sonrisa en su rostro.

La profesora se dio la vuelta y caminó hacia su escritorio, giró sobre sus talones y volvió a darme una mirada inquisitiva. Entonces el timbre resonó en todo el colegio. Los alumnos de la clase se levantaron de sus asientos y salieron por la puerta como si el salón estuviera rodeado de fuego y tuviéramos que evacuar. 

Tomé mis libros y me encaminé rápidamente hacia mi amiga que me esperaba fuera del aula. Cuando estaba a punto de salir, la profesora alzó su voz haciéndome estremecer cuando mi nombre salió de sus carnosos labios.

Julia, ¿puede acercarse? 

Lentamente me giré y con cabeza gacha fui hasta su escritorio, quedando frente a ella

Estuve observándote desde hace días, y me ha parecido raro tu comportamiento. —Le hice un gesto con la cabeza para que prosiguiera. Bien, verá que está muy ensimismada en sí misma. No has estado participando en la clase desde hace una semana, ¿está todo bien con usted, señorita Lewis?

Bueno... ya sabe, el doctor dijo que esté mucho en reposo y no he leído desde mi torcedura mentí.

¿Y eso tiene algo de sentido, relacionado con el delicado tema de tu pié? preguntó la profesora escepticismo.

Mire, ya debo irme. Mi madre está esperando afuera.

Entonces salí corriendo del salón.

—Nos vemos Miss Jansen —le grité mientras cerraba la puerta.

(***)

Nunca me resultó difícil llamar la atención en los corredores y menos en el campo. Era consciente que al menos cinco chicos babean por mí. No es que yo fuese vanidosa, simplemente los chicos de la escuela eran idiotas. Y uno de ellos, por supuesto, era Thomas.

Counting Stars ➳ Nick RobinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora