Cuando pasan los años, no quieres una tía buena, sino una buena tía.Te importa más la talla de lo que se esconde bajo el pecho, que la talla de tu sujetador.
Encuentras más calor al lado de sus pies fríos, que en los labios de cualquier otro.
Le cuentas a tus amigas de qué color tiene los ojos, y te importa muy poco el color de sus boxers o su dinero.
Dejas de memorizar cada uno de sus defectos, y empiezas a memorizar los lunares de su espalda.
Y entiendes que la belleza, es eso, eso que el tiempo no sabe degradar.
Cuando pasan los años.
-K.
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365 emociones
Non-FictionUn día, una emoción, un sentimiento, una sensación diferente. ¿algunas vez haz querido decir algo pero tienes miedo de que te critiquen o nadie te entienda? Pues aquí estamos nosotras para decirte que entendemos tus sentimientos, emociones y sensac...