No te quiero.
No quiero tus palabras, puñales llenos de veneno que lanzas.
No quiero tus pensamientos, ramaje pleno de podredumbre eliminador de vida.
No quiero tu boca, esa que habita tu cara cuyo olor hace que mi estómago se revuelva queriendo morir.
No quiero tus ojos, esos dos pozos negros sin fondo en cuyo interior nada puede sobrevivir.
No quiero tus manos que son cortantes cuchillos conocedores únicamente de daño.
No quiero tu piel, esa desquebrajada y raída cuya caricia desgarra la carne más dura mostrando la sangre.
No quiero tu corazón, ladrillo, piedra muerta que nunca ha llegado a latir.
No quiero tu alma, y aunque la quisiera ¿cómo encontrarla?
No quiero tus verdades, esas que ya no me creo, esas llenas de ponzoña, vileza y patraña.
No quiero tus mentiras aunque eran las mayores guardianas de la realidad.
No quiero tus recuerdos, conjunto de archivos mentales que merecen ser extirpados con una irrenovable pena de muerte.
No te quiero, no te quiero, no te quiero, nunca te he querido, nunca te he querido, nunca te he querido, no sé querer a un conjunto de falsedades.
"Todas las cosas que escribí cuando ninguno de ellos miraba", Ainhoa Escardi.
-K.
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365 emociones
Non-FictionUn día, una emoción, un sentimiento, una sensación diferente. ¿algunas vez haz querido decir algo pero tienes miedo de que te critiquen o nadie te entienda? Pues aquí estamos nosotras para decirte que entendemos tus sentimientos, emociones y sensac...