Tania.
Ya había pasado una semana de lo ocurrido, pero, la actitud de Sebas me ponía triste, él sabe que lo adoro, pero no de la forma en la que él me ve. La mañana había transcurrido, me fui a duchar, al enjabonar mi cuerpo, deje que el agua rozara mi cuerpo. Pasaron tres minutos y salí del baño, tomé un pantalón azul oscuro, una camisa negra y unos vans de color gris.
Arregle mi cabello, como de costumbre, Sebastián no estaba en la habitación, ya que estaba haciendo unas labores con la directora del orfanato. Estando ya lista, me senté en mi cama y escuché unos leves golpes en la puerta de la habitación, fui a abrir la puerta esperando a que fuera Sebastián, pero me lleve la gran sorpresa de que no era. Era Mily, una chica de 10 años que había llegado menos de dos meses.Hey, Tani, te mandó a llamar la directora, no te demores. -murmuró rápidamente, besó mi mejilla y se fue corriendo.-
Quede algo desconcertada pero, no quedaba más que ir. Me dirigí hasta la oficina de Bianca, la directora, toque la puerta y al escuchar un 'pase', abrí la puerta dejando ver una silueta de una mujer con un chico, supongo que era su esposo. En fin, salí de mis pensamientos por la voz de Bianca, me acerqué a donde estaba la directora sentada, mientras podía visualizar los rostros de ambas personas. El chico parecía de 18 años y la mujer de 30, quedé algo, uhm, ¿cómo decirlo? Asombrada del saber que ese chico era el novio o esposo de ella. No sabía que era lo que estaba pasando, así que decidí prestar atención.
- Bueno, Tania, te he llamado aquí para decirte que, esta es tu nueva familia. -dijo la pelirubia señalando a los presentes.
Ellos me sonrieron, pero, me sentía mal, no quería dejar a Sebastián solo, me dolía realmente. Al escuchar a la directora asentí y les devolví una sonrisa.-Con su permiso, me retiro. -dije antes de que se formara un gran nudo en mi garganta. No me gustaba la idea de dejar a los que más quería, en especial Sebas, él tomaría la cosa para mal, probablemente lloraría, pero. Lo mejor era rendirme. Salí de la oficina mientras iba corriendo hacía mi habitación, traté de abrir la puerta pero, traía seguro, comencé a dar golpes en la puerta esperando a que me abrieran, al ver que abrieron la puerta comencé a llorar viendo a Sebastián al frente mío, lo abracé lo más fuerte que podía, no me gustaba dejarlo, odiaba lo que estaba ocurriendo. Estaba muerta por adentro, literalmente. Cerré la puerta y apegue a Sebastián a la pared para así poder unir nuestros labios en un tierno beso, no quería olvidarlo, no quería olvidar el sabor de sus labios, el olor de sus fragancias, no quería olvidar esa noche en la cual dormimos juntos, ese día en el que nos besamos por primera vez. Continué besando al chico que tanto me llamaba la atención. Luego de haberlo besado, me aparte de él mientras lo veía. Suspiré y fui a mi parte de habitación para sacar mis maletas y guardar todas mis cosas. Él chico de cabello castaño no podía creer lo que estaba pasando, le dolía el saber que me iba y sin más que decir, me giré a verlo y estaba llorando, ¡llorando! Me acerqué nuevamente a él y entrelace nuestras manos para así volver a besarlo.
Te prometo volver, Sebas. -susurré mientras me despedía de él.-
No escuché respuesta alguna de él, cosa que me hizo llorar un poco más, tome aire y salí de la habitación para así ir a mi 'nuevo hogar.'Al ver que Tania se había ido no sabía que hacer o que decir, cuando ya pude hablar supe que era demasiado tarde. 'Te amo, Tania.'
![](https://img.wattpad.com/cover/37088334-288-k759026.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Compañeros de habitación.
Teen FictionTania Brooks, una chica tímida, poco amigable, de 15 años, su pasado la traumatizó desde pequeña, por lo que su presente revive las secuelas. Es una chica algo cortante, seca. Vive en un orfanato, pues sus padres fallecieron en un incendio. Sebasti...