Jungkook, de 20 años, ha crecido junto a Taehyung como hermanos comunes. Sus padres los criaron con amor y sin temor a decir algo mal, y la conexión entre ellos siempre fue especial. Pero a medida que Jungkook madura, empieza a sentir emociones que...
La brisa italiana los recibió con un aroma diferente. A tierra nueva, a cambio, a sueños que estaban por nacer. Eran las 8:17 de la mañana cuando el avión aterrizó en el aeropuerto internacional de Milán, y aunque el cansancio se notaba en sus rostros, la emoción pesaba más. Taehyung bajó primero, con la mochila colgada al hombro y los ojos tan abiertos como un niño en su primer viaje escolar. Jungkook le seguía de cerca, rodando una maleta y observando cómo su tae miraba todo como si fuera una película.
TH-Este lugar... parece irreal-susurró Tae, mientras salían hacia la zona de espera.
JK-Y pensar que apenas hace unos días estábamos desayunando en casa. Ahora estamos en Italia, a punto de hacer una sesión de fotografías para Calvin Klein. Qué locura, ¿no?
TH-La mejor locura contigo, y que nos ofrecieron nuestros padres-respondió, tomando su mano con naturalidad, sin importar la mirada de otros.
Una mujer alta, vestida con traje negro y gafas oscuras, los esperaba con un cartel que decía "KimJeon Models". Se presentó como Solar, la encargada del equipo de logística.
SLR-Benvenuti a Milano. Tenemos un coche esperándolos, su hotel está a quince minutos. Hoy pueden descansar, mañana empezaremos temprano con la sesión. ¿Todo claro?
Ambos asintieron, aún procesando el cambio de escenario.
El hotel era elegante pero cálido. Las paredes estaban decoradas con fotografías en blanco y negro de antiguos modelos italianos. Una cama enorme los esperaba en la habitación con vista a la ciudad.
JK-¿Te imaginas que algún día nuestras fotos estén colgadas así en algún lugar?
TH-¿Y si en vez de eso cuando tengamos nuestra casa? Colgamos una con nuestro bebé... sería mejor que cualquier portada —dijo Tae, mientras se quitaba la chaqueta.
Jungkook rió y lo abrazó por detrás.
JK-Te juro que tú y tu manera de pensar me rompen todos los esquemas.
TH-Y tú, tu manera de quererme, me los reconstruye.
Se abrazaron así por unos segundos, hasta que el cansancio del viaje los venció. Se recostaron juntos, con los dedos aún entrelazados. No importaba el lujo del lugar, ni la ciudad que se extendía allá afuera. Lo que los hacía sentir en casa era el calor del otro.
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Al día siguiente, el sol se colaba por las cortinas cuando la alarma sonó. Tae se despertó primero, con el cabello alborotado y ojos aún medio cerrados.
TH-Kookie... despierta, tenemos la sesión hoy -susurró, acariciando la mejilla de Jungkook.
JK-¿Y si ya no hacemos la sesión?, no quiero que la gente te vea-respondió medio dormido, ganándose una risa suave de Tae.
Rato Después...
Una camioneta negra los esperaba afuera. Los llevaron directo al estudio, donde los esperaban fotógrafos, maquillistas y el famoso diseñador de la campaña. Había una energía eléctrica en el aire.
