Una vez sola en casa me desplomé e hice justo lo que no debía hacer. Recordar.
8 de noviembre. Después de un concierto de Bad Luck.
-¿Por qué yo?- pregunté sin comprenderlo del todo.
-Becca, me he encaprichado de ti, ¿qué es lo que no entiendes? Tu forma provocativa de hablarme y tu manera tan sexy de mirarme, me vuelven loco... Tu y yo fuimos hechos para estar juntos, pero no quiero seguir jugando a este juego de niños, ¿por qué no pasamos al de adultos?
Qué directo. Dios mío. Simplemente irresistible.
-No te irás de aquí hasta que te bese- añadió mirándome la boca sin ningún disimulo.
-Entonces te besaré yo primero- logré articular roja como un tomate. Hacía tiempo que me moría por besar esos labios agrietados.
Junté nuestras caras y le besé, primero de una manera dulce, y después algo más apasionada, sellando aquella promesa que se rompería seis meses después.
23 de marzo. En el recreo del instituto.
-Es que no para de ligar contigo. No la soporto más- me quejé una vez más.
-¿Estás celosa?- me preguntó a la vez que jugaba con su gorra morada de toda la vida.
¿Lo estaba? ¡Demonios, pues claro que lo estaba!
Le quité la gorra y le fulminé con la mirada.
-Vamos nena, ella es mi ex. Tú eres mi ahora.
Esa frase me conmovió y tranquilizó, pero no del todo. Esa chica no paraba de rondar cerca y yo no sabía sus intenciones.
-Estuvisteis dos años juntos. Eso es algo que no puedo superar.
-Ni su culo tampoco- bromeó.
-¡Dani!- exclamé pegándole con la gorra de broma- Estoy hablando en serio.
-Becca,- su expresión se volvió seria y por un momento me asusté- no te voy a negar que pasé buenos momentos con Carmen, fue mi primera novia de verdad, por decirlo de alguna manera, pero lo dejamos. Se acabó. Caput.
-¿Por qué lo dejasteis?- necesitaba saber más y más.
-Me dejó diciéndome que yo no era el Dani de su vida, que había conocido a otro que cantaba aún mejor que yo- explicó.
-Nadie canta aún mejor que tú.
-Eso pensé yo.
4 de abril. En Andys.
-Solo me ha levantado la falda.
-¿Solo?- me contestó él con escepticismo.
Ya empezábamos con la historia de todas las fiestas.
-Vamos Dani, llevo medias y el chico estaba borracho- justifiqué.
-Y dentro de poco muerto.
¡Celoso! Quise gritarle.
-No puedes ir amenazando a cualquiera que pase por mi lado. Puedo defenderme sola.
-No, no puedes.
-Sabes que sí,- me estaba empezando a cansar de su agresividad sin causa- así que deja el tema.
-No vas a ganar nada huyendo del problema.
-¿A esto le llamas tú un problema? Venga Dani, no merece la pena.
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Perdida
RomanceEsta no es una historia de amor cualquiera. En ella te perderás, pero también te encontrarás, y cuando lo hagas, todo habrá acabado. Atrévete a perderte. Atrévete a vivir. Todos los derechos reservados. Prohibida la copia o adaptación. Besos, Angxe.