three.

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Audrey's Point of View

  Busqué con mis ojos llenos de lágrimas los aseos, y cuando los visualicé al final del pasillo, corrí hacia ellos, encerrándome en uno de ellos como aquella noche en el restaurante.

  Aunque esa vez no estaría mi madre para consolarme.

  Seguía llorando, sintiéndome una idiota por no poder siquiera decir mi nombre en voz alta delante de toda la clase. Acurrucada entre la puerta y el retrete, dejando que las lágrimas mojaran el suelo.

-¿Audrey?- preguntó Olivia al entrar al baño.- ¿Estás llorando?- dijo esta vez con preocupación en su voz cuando escuchó uno de los sollozos que intenté esconder. Se acercó hacia el baño en el que me encontraba e intento abrir la puerta, sin éxito, ya que la había cerrado con pestillo en el momento que entré.

-Estoy bien.- dije sorbiendo mi nariz.- Puedes volver a clase, no te preocupes.

-No, no lo estás, Audrey. Mira,- comenzó a hablar.- es un hecho que nos conocimos hace apenas dos horas, pero estoy preocupada por ti. Quiero ayudarte.- su voz sonaba mucho más cerca que antes, por lo que supuse que había pegado su cabeza a la puerta.- Abre la puerta, anda.- dijo con voz calmada.

  ¿Qué debía hacer?

  Por una parte, quería contarle lo que ocurría conmigo, sobre mi fobia. Olivia era lo más parecido a una amiga que había tenido en años -aún habiéndola conocido ese mismo día en la parada del autobús-, y me atraía la idea de poder volver a tener una noche de chicas cada viernes. Era lo que me transmitía ella. Parecía querer ser mi amiga. Sentía que podía confiar en ella.

  Pero por otra parte, tenía miedo. Miedo de que si le cuento qué es lo que está mal conmigo deje de hablarme, o se burle de mi. Y en el peor de los casos, que lo vaya divulgando por el colegio -anunciándolo en carteles en los que se podía leer "AVISO: NO ACERCARSE A MÁS DE CINCO METROS DE AUDREY FRANCE IRWIN. SI NO QUIERES ACABAR SIENDO COMO ELLA, TOMA PRECAUCIONES."-, como ocurrió en el colegio de Londres, cuando unas de mis compañeras fisgonearon en mi expediente escolar, encontrando que padecía ansiedad social. Creyeron que era como la gripe, que si se acercaban a mi acabarían con la mirada triste y sola.

  Debía darle un voto de confianza a Olivia, por lo que me decidí y me levanté del suelo, espolsándome la parte de atrás de los pantalones. Para ser un baño de colegio no estaba tan sucio.

  Giré el pestillo hacia el lado contrario al que lo había hecho antes, y abrí lentamente la puerta, golpeando a Olivia en la frente.

-¡Ouch!- se quejó sobando la parte en la que le había golpeado.

-Lo siento.- contuve la risa colocando una mano en mi boca y la expresión divertida en la cara de la rubia, cambió al verme.

-Tienes los ojos hinchados, Audrey.- acercó sus manos a ambos lados de mi cara y limpió algunas de las lágrimas que todavía permanecían allí, luchando por no bajar por mis mejillas.- Lávate la cara y hablamos.- yo asentí con mi cabeza y caminé hacia uno de los cuatro lavabos, abriendo el grifo y llenando mis manos de agua, llevándolas a mi cara. Olivia me tendió papel higiénico para que pudiera secarme, y al terminar, le indiqué con la cabeza que se sentara en el mármol del lavabo. Yo me senté en el que se encontraba al lado y antes de hablar, respiré siguiendo la técnica de mi psicólogo.

-Cuando tenía doce años, tuve que mudarme con mi familia a Londres a causa del trabajo de mi padre. Nací en Estados Unidos, en un pequeño pueblo de Texas, para ser más exactos. Y aunque no lo creas, era la niña más extrovertida que podías encontrar. Tenía como mil amigos y no paraba de hacer más cuando iba con mi hermano al parque después de las clases. Pero el problema, el verdadero problema, comenzó en Londres.- noté como un nudo comenzaba a formarse en mi garganta. Olivia puso su mano sobre la mía y le dio un pequeño apretón, animándome a seguir y haciéndome saber que me apoyaba.- El verano antes de irnos mi cuerpo comenzó a cambiar, ya sabes, la pubertad. Mis pechos se hicieron más grandes y mis caderas ensancharon, entre otras más cosas.

social anxiety |l.h.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora