Reencuentro.

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Kris había despertado pronto y se puso a organizar todas las cosas de su habitación. Colocó todo la ropa en su armario de forma organizada, tomó algo que ponerse y entró en el baño para ducharse. Cuando finalizó su ducha y se vistió quiso desayunar algo. En la nevera había comida de sobra pero no tenía ganas de prepararse nada por sencillo que fuera. Volvió a su habitación y tomó la cartera. Dejó lo que él creía la mayor parte del dinero en la mesita y el resto lo metió en la cartera, tomó las llaves de la casa junto a su teléfono y salió.

Según salía por la puerta vio a alguien saliendo de la casa de enfrente, un chico alto, casi tan alto como él, y eso era difícil. Cuando el chico cerró la puerta se quedó mirando a Kris. Pasaron poco más de unos segundos en lo que el desconocido le regaló una sonrisa enorme. Kris se quedó sin saber como reaccionar pero el otro se le adelantó.

-Hola, soy Chan Yeol. – se presenta el chico – Tú debes de ser el nuevo.
-Sí, soy Kris, encantado. – se presenta él también.
-Voy a ir a desayunar, ¿bajas? – pregunta llamando al ascensor.
-Sí, yo también salía a desayunar. – responde Kris introduciéndose en el ascensor junto al chico.
-¡Oh! Si quieres podemos ir a desayunar juntos. – propone Chan Yeol con una enorme sonrisa.
-Me parece bien. – se limita a decir Kris.

Los dos salieron del edificio para ir a desayunar, Chan Yeol es un chico simpático, quizás un poco tonto, y su voz no pega con su forma de ser, pero su presencia es muy agradable y pone de buen humor a cualquiera. Su forma de ser le recordaba un poco a su amigo TOP cuando él era más pequeño. TOP le hacía reír siempre haciendo tonterías mil, pero supone que eso siempre tiene un fin. Chan Yeol le daba continua conversación, riéndose con algunos comentarios que hacía el chico, realmente su compañía era buena y se lo pasaba bien con él. Estuvieron desayunando en una cafetería que se encontraba cerca de su edificio.

De un momento a otro un teléfono comenzó a sonar, Kris totalmente indiferente al sonido continuaba desayunando como si nada, hasta que Chan Yeol empezó a preguntarse de quién era el móvil ya que notó que sonaba cerca.

-Kris, ¿está sonando tu móvil? – pregunta Chan Yeol.
-¿Mi móvil?

Es ahí cuando repara en el constante sonido que hacía su móvil. Lo tomó corriendo y vio que mensajes de alguien habían llegado a su teléfono. Comenzó a leerlos, era Dara, le estaba mandando guías de todo aquello que podría estar involucrado con ese mundo. No se paró a leer nada para no parecer descortés delante del chico.

-Lo siento, es nuevo y no estoy acostumbrado. – se disculpa Kris.
-No pasa nada tranquilo. – le dice con una sonrisa – Si quieres dame tu número y así me llamas para salir algún día o algo, ¿estás viviendo solo? – pregunta Chan Yeol.
-No, estoy viviendo con dos amigos. – le responde tranquilo Kris.
-Yo estoy viviendo con tres. – comenta el otro – Un día si quieres tú y tus amigos podemos quedar para comer.
-Bueno, tendría que preguntarles a ellos, pero por mí está perfecto. – dice Kris entregándole su teléfono para que apunte su número.

Chan Yeol se autollamó con el móvil de Kris para que así él también tuviera su número. Terminaron de desayunar y cada cual pagó lo suyo. Se levantaron y se fueron de regreso a casa.

J-Hope estaba en la cocina intentado preparar un desayuno decente, entre las muchas de las cosas que le habían llegado a su móvil por cortesía de Dara había un libro de cocina. No parecía que fuese complicado, solo se necesitaba un poco de maña. Por no pelearse con el cuchillo y las frutas, decidió meterse con los huevos y el aceite caliente, lo que no fue la mejor de las ideas. Pero ya se había puesto con ello y no lo iba a dejar a medias.

-¿Qué estás haciendo? – pregunta TOP desde la puerta de la cocina.
-Intento hacerme el desayuno. – responde J-Hope consiguiendo sacar dos huevos hechos de la sartén.
-Pues parece que lo has conseguido. – le dice TOP mirando el plato con los huevos.
-No sé como sabrán, pero no tienen demasiada mala pinta. – continúa J-Hope sentándose en la mesa.
-Seguro que sí, además, eres joven, tu estómago consentirá cualquier cosa. – dice TOP – Cuántos tienes, ¿600?
-No, tengo 608. – le corrige J-Hope metiéndose un trozo de huevo en la boca.
-Bendita juventud. – suspira TOP sentándose en la mesa.
-Tú no puedes ser tan mayor tampoco, dudo que pases de los 900. – continúa J-Hope.
-832. – se limita a decir TOP.
-Lo que yo decía. – confirma.

White Wings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora