No hay palabras.

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TOP se había vuelto a quedar una noche más con Ji Yong en su casa. Estaba preocupado por la reacción de Ji Yong, se había mantenido distante, pero tampoco dejó que TOP se fuera esa noche. Tenía miedo de que cuando pasase el estado de shock quisiera dejarlo. Eso complicaría mucho las cosas. No podía dormir y los rayos de sol ya entraban por la ventana por lo que decidió levantarse.

Se sentó en el salón durante media hora, una hora quizás. Intentaba poner los pensamientos en orden. Ahora tendría que subir, necesitaba hablar de cosas con el señor Yang. Todo en su cabeza era como una horrible jaqueca. Se levantó y se dirigió a la cocina, como era de esperar Ji Yong tenía café hecho. Se sirvió una taza, y se la empezó a tomar despacio sentándose en la silla de la cocina.

-¿TOP? – escucha de repente en tono bajo, Ji Yong se ha debido de despertar – ¿¡TOP!? – escucha ahora más fuerte, por lo que se pone de pie para ir en su busca – ¿¡¡TOP!!? – vuelve a exclamar cuando se asoma a la puerta de la cocina.

TOP y apenas se había podido mover para ir a ver que le pasaba, Ji Yong entró a la cocina llorando abalanzándose sobre él. Lo abrazó con fuerza y TOP le devolvió el abrazo sin entender lo que le pasaba. Ji Yong no paraba de llorar como si la vida le fuera en ello.

-No te vayas TOP... – empieza a decir Ji Yong entre el llanto – No te vayas. – le suplica.
-Ji, estoy aquí. – decía con tono seguro y dulce mientras le da un beso en la cabeza.
-Prométeme que no te vas a ir. – sigue pidiendo sin poder dejar de llorar – Prométeme que te vas a quedar conmigo. – continúa – Siempre, independientemente de lo que seas. – dice separándose para mirarlo a los ojos – Prométeme que no me vas a dejar solo.

TOP lo miraba a los ojos y no conseguía entender nada. ¿Dejarlo? ¿Qué estupideces estaba diciendo? TOP volvió a cobijarlo entre sus brazos, posando sus labios en la cabeza de Ji Yong. Notaba como la respiración del otro se iba relajando poco a poco al igual que su llanto. Sentía su camiseta mojada a causa de éste. Cuando por fin vio que el otro se había relajado se separó un poco de él.

-¿Por qué dices esas cosas? – pregunta TOP relajado.
-Tengo miedo. – dice despacio volviendo a enredar sus brazos en TOP.
-Ji, la razón por la que esté aquí abajo eres tú. – empieza a decir TOP – No tenía razones para bajar de mi mundo salvo cierta persona que me perturbaba desde aquí abajo. – continúa explicando – No me voy a ir a ninguna parte de no ser que tú me lo pidas.
-¿Bajar de tu mundo? – pregunta Ji Yong – ¿Te refieres al cielo? – vuelve a preguntar haciendo que TOP se ría.
-Ji, no soy ningún ángel ya te lo expliqué ayer. – responde él – Y el cielo como tal no existe.
-¿En qué difiere un ángel de un alas blancas? – pregunta Ji Yong.
-Los ángeles no existen y nosotros sí. – responde TOP.
-¿Y acaso no tienes alas como ellos? – vuelve a preguntar Ji Yong – Prometo que no veo la diferencia.
-No importa, solo que sepas que no soy un ángel. – termina diciendo – Por cierto, necesito ir a un sitio, y tengo que ir solo. – dice haciendo que la cara de Ji Yong se llene de preocupación – Pero no es para siempre, es simplemente cosa de un par de días a más tardar, necesito aclarar unas cosas ahora que sabes esto. – se apresura a explicar.
-Vas a volver, ¿verdad? – pregunta Ji Yong.
-Te prometo que voy a volver. – dice uniendo su frente a la de Ji – Solo espérame. – le pide dándole un corto beso.

Kris se acababa de levantar cuando se dispuso a darse una ducha. Al salir de ésta vio como J-Hope seguía en el mismo sitio en el que le dejó anoche. Tenía su cara tapada con un cojín estirado todo lo largo que era en el sofá.

-¿Estás bien? – pregunta Kris.
-No. – responde J-Hope.
-¿Hoy me vas a querer decir el porqué o vas a estar igual que anoche? – vuelve a preguntar Kris sentándose en el otro sofá.
-¿Qué tal ayer con Tao? – pregunta J-Hope sin responder a la pregunta que le había hecho el otro.
-Bien, estuvimos jugando al baloncesto, ¿por qué? – quiere saber Kris sin entender a qué viene que pregunte eso.
-Porque quizás no a todos nos fue tan bien. – dice girándose para ponerse de cara al respaldo del sofá.
-¿Estás así por el chico con el que vas a las clases esas de baile? – pregunta – ¿No os sale el baile? – pregunta una vez más ya que el otro no dice nada.
-No. – termina diciendo.
-¿No qué? – pregunta de nuevo ya que tiene que sacarle la palabras con sacacorchos.
-Que no es por el baile. – dice finalmente.
-¿Entonces el problema es el chico? – intenta deducir – ¿No te gusta como compañero? Creía que te caía bien, pasas las horas muertas mandándote mensajes con él. – termina diciendo.
-Él es perfecto. – dice J-Hope dando un salto para sentarse de cara a Kris – Me encanta como compañero de baile, como amigo, como todo. – dice de carrerilla – El problema es que ayer estuve con él porque quedamos para ensayar y me dijo que una chica le había pedido que fuera su novio. – termina de explicar J-Hope volviendo a taparse la cara con el cojín.
-Entonces el problema es que ahora está con la chica. – vuelve a intentar deducir.
-No, porque le dijo a la chica que no, ya que cree que le gusta otra persona. – explica J-Hope hundiendo más la cabeza en el cojín.
-Lo único que consigo deducir de todo esto es que te gusta el chico. – dice Kris sin recibir respuesta del otro por lo que se lo toma como un sí – La cosa es que no veo el problema. – termina diciendo.
-¡Pues que le gusta otra persona! – exclama tirando el cojín a una esquina del salón y llevándose las manos a la cabeza.
-¿Y no te has parado a pensar que esa otra persona seas tú? – deja la pregunta en el aire mientras se levanta y desaparece entrando en la cocina.

White Wings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora