White Wings.

Sentimientos encontrados.

Ji Yong esa noche la pasó solo, TOP se fue a dormir a su casa el día de ayer para que no dejase a Kris y J-Hope tanto tiempo solos. Esa actitud le gustaba a Ji Yong, daba una imagen responsable al chico que le hacía sentir bien.

Hoy no sabía que hacer, tampoco quería ser pesado con TOP, los dos necesitaban un margen antes de que se cansaran el uno del otro, aunque eso no parecía tener sentido dentro de la cabeza de Ji Yong. Decidió escribir a Ye Sung ahora que tenía de nuevo su número, hacía mucho que no hablaban y le apetecía salir con él a dar una vuelta aunque sea.

Ji Yong le escribió, pero éste le tardó un par de horas en responder, finalmente decidieron quedar esa tarde para ir a tomar algo, no es que fuera el mejor de los planes, pero no quería estar solo, TOP y Tao lo estaban mal acostumbrando demasiado. Eso le recordó que no había sabido nada de Tao durante el día de ayer, por lo que decidió llamarle para saber de él.

-¿Sí? – escucha Ji Yong al otro lado del teléfono.
-Tao, ¿te he despertado? – pregunta Ji Yong sin saber que hora era.
-No, llevo despierto desde hace un rato, ¿qué quieres?
-Te apetece si voy a tu casa o vienes tú a la mía, no quiero estar solo, aparte así me cuentas que hiciste ayer porque no me hablaste en todo el día, y eso no está bien. – dice riendo.
-No te preocupes, voy yo, ya estoy preparado, así que lo que tarde en llegar. – dice colgando el teléfono a Ji Yong.

Ji Yong se fue a vestir. En el rato que tardó en prepararse llegó Tao, Ji Yong le estuvo contando todo lo de la comida y la cena en casa de los vecinos de TOP, también que se quedó a dormir en su casa y que desayunó con ellos. Cuando terminó de narrar todos los hechos Ji Yong preguntó a Tao por lo que estuvo haciendo.

-Pues el día que tú fuiste a comer con TOP y los demás fui a mis prácticas de artes marciales con Sungmin, pero no sé que me pasaba no podía concentrarme. – empieza a explicar Tao – Casi le vuelo la cabeza con el palo de Wushu. – dice mientras se lleva las manos a la cara – Eso estuvo mal, no poderme concentrar está mal. – se decía más así mismo que a Ji Yong – Sungmin para no poner más en peligro su vida durante ese día me invitó a comer con él y con amigo suyo. – continúa explicando – Se llama Xiumin, bueno, su verdadero nombre es Min Seok, aunque él prefiere Xiumin, es un chico muy amable y te hace reír, me recuerda mucho a Sungmin. Y ayer vino a comer a mi casa Baek Hyun, no hicimos tampoco nada en especial, simplemente matamos el tiempo.
-Empiezas a conocer a mucha gente que no conozco. – dice Ji Yong – Dijiste que me ibas a presentar a ese tal Sungmin y aún estoy esperando. – se queja Ji Yong haciendo un puchero.
-Tú también has conocido a mucha gente. – se defiende Tao.
-Vale, sí. – acepta Ji Yong – Por cierto, ¿sabes lo que tengo? – pregunta Ji Yong dándole leves codazos a Tao.
-No. – responde de mala gana.

Ji Yong no dijo nada, sacó su móvil y empezó a indagar en él hasta dar con lo que buscaba. Sonrió triunfante y le puso a Tao el móvil en la cara, haciendo que se tuviera que alejar de él para poder ver algo. Tao se sonrojó al ver lo que era.

-¿Lo quieres? – preguntó Ji Yong moviendo el móvil en la cara de Tao.
-¿Para qué iba yo a querer el número de Kris? – pregunta Tao intentando parecer indiferente.
-No te hagas, estás deseando volver a verlo. – responde Ji Yong serio – Apunta el número y háblale y si te pregunta dile que te lo he dado yo o que me lo has pedido porque querías hablar con él, yo que sé. – continúa diciendo Ji Yong animando al chico.

Sin decir nada Tao toma el móvil y apunta el número de Kris en el suyo. Una vez guardado dudó en si eso sería buena idea o no. No sabía si decirle hola, no sabía que decirle en el caso de que le preguntar por qué tiene su número.

-¿Y bien? – pregunta Ji Yong.
-Y bien, ¿qué? – dice Tao sin entender.
-Que si le vas a hablar. – dice Ji Yong dándole con el dedo en la frente.
-Pues no lo sé. – Continúa Tao quedándose pensativo - ¿Qué se supone que le debería de decir?
-Pues no lo sé, no es la primera que vez que habláis, quiero decir, la otra noche hablasteis, ¿no? – pregunta Ji Yong mientras que Tao asiente con la cabeza como respuesta – Pues ya está, pregúntale qué tal está o dile de salir a hacer algo, no sé cualquier cosa.