*Capítulo 1: Baba Yaga

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Era una noche de luna llena, supuestamente, pero el camino estaba en penumbras por la densidad del bosque que bloqueaba la luz

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Era una noche de luna llena, supuestamente, pero el camino estaba en penumbras por la densidad del bosque que bloqueaba la luz. Incluso con a la luz del sol era difícil distinguir el sendero cubierto de hojas y musgos; normal porque la única persona que lo transitaba diariamente dejó de utilizarlo hace siglos.

Los propios animales tenían miedo de acercarse al lugar, las propias plantas no crecían en el camino: las únicas señales que uno podía captar si estaba atento. Aunque eso solo aplicaba si eras un humano, en cambio para una nación cuya infancia se la pasaba yendo y volviendo no eran las únicas señales.

Al borde del sendero crecían setas rojas, pequeñas pero resaltantes debido al fuerte color parecido a la sangre fresca. Una advertencia silenciosa a los visitantes no deseados que la mayoría no notaba, pero gracias a esta simple señal fue que podía ubicarse el camino luego de pasar años sin pisar el bosque. Con linterna en mano, la silueta de un hombre grande y robusto caminaba por el bosque, sus rasgos estaban tapados por una ushanka y un abrigo negro hasta la rodilla, pero sus ojos violetas resaltaban como faros, tenían un brillo espectral que asustaba a todos los animales que curiosos se acercaban.

Ese hombre era la representación de la Federación de Rusia, Iván Brangisky. Caminaba sin prisas, pero con pasos firmes por su territorio boscoso, el trayecto era demasiado largo, pero ¿qué más puede esperarse de alguien que rechazaba el sedentarismo como la peste?

Estuvo buscando por un mes entero en su propio territorio a la bruja Baba Yaga sin resultados, la última opción que le quedaba era revisar los viejos sitios donde solía asentarse su vieja amiga; los cuales, por cierto, no eran pocos, esa bruja era tan vieja como la propia nación de Rusia, Iván sospechaba que incluso más.

Ocultó completamente estas "salidas" de su jefe, esta era una misión especial que mantendría en secreto de cualquier humano que intente volver a meter sus manos en asuntos personales. Por ese motivo, encontrar a Baba Yaga se convirtió en una tarea casi imposible de completar, no tenía los recursos para facilitar su búsqueda, pero, una voz pequeña desde su subconsciente, le susurraba que no importaba con que aparato de última tecnología intentara localizarla, si ella lo deseara no aparecería nunca, y eso era lo que más temía Rusia.

Mientras continuaba siguiendo el sendero, su linterna empezó a fallar hasta que terminó apagándose por completo. Iván miró extrañado el aparato porque juraba que las baterías que le cambió eran nuevas; mientras estaba por buscar otras pilas en su mochila algo extraño sucedió: el suelo empezó a temblar.

— ¿Qué demonios? —se encontró preguntando a la nada cuando en el siguiente retumbar del bosque, una horda de animales salió huyendo del lugar.

El bosque entero que había estado en completo silencio cobró vida luego de la estampida, entre los árboles aparecieron esferas azules pequeñas que resplandecían en la oscuridad. Iván retrocedió unos pasos y juró que esas esferas lo miraron.

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⏰ Última actualización: Dec 25, 2019 ⏰

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