Llegamos a clase, pero todavía no había llegado al profesor.
Sadie se sentó en la segunda fila, detrás mía. Yo me senté en la primera.
Pasaron cinco minutos, desde que habíamos venido a clase y llegó al profesor.
Era un señor, bastante alto. Pelo castaño, con gafas y barba.
Sus gafas, me recordaban a las de Harry Potter. Parecía un hombre de unos cuarenta años, y de piel muy morena.
-Hola,este año. Seré vuestro tutor y también vuestro profesor de Castellano. Y me llamo Ian Naves.
Al instante entraron un chico bastante guapo, y una chica linda.
-Llegan tarde. Dijó el profesor enfadado.
-Lo sabemos, señor Naves.
Soy Alice, y este es mi primo Jack.
-Vale, y que no vuelva a pasar.
¡Siéntense!Jack, era un chico rubio con ojos azules y un poco pálido. El típico chico, que quieren todas las chicas.
Es decir, el popular.Alice también era rubia, con el pelo rizado. Ojos color miel y un poco pálida.
Vestía un pantalón vaquero,una camisa y unas sandalias.
Jack se sentó al lado mío, y Alice al lado de Sadie.
Tocó la campana,para irse a la segunda clase.
Y le toco el hombro a Alice.
Alice se gira.-Hola, soy Valerie.
-Encantada de conocerte, Valerie.
-Una cosa, ¿cómo sabes, que el profesor se llamaba así?
-Si... Te lo digo, ¿se lo vas a contar a alguien?
-No,tranquila.
-Porque... Es mi tío.
-¿Y por qué no querías que se lo contara a nadie?
-Porque hay gente que piensa mal y no creen que yo estudie. Piensan que mi tío me aprueba porque sí.Sadie me invitó a la cafetería, pero yo la rechazé.
Ella se marchó, y me quedé hablando con Alice.Me sorprendí, porque ella no era así.
Alice y yo, nos dirigimos hacía tecnología.
El señor era de unos sesenta años, era bajo, un poco calvo y hablaba como el pato Lucas.
Y estaba un poco gordo.
-Hola, soy vuestro profesor de tecnología este año. Y me llamo Félix.
-Buenos días. Dijimos toda la clase a la vez.Este profesor me parecía un poco amargado, con razón Sadie, no quería venir a esta clase.
Lo entiendo, pero sigo sin entender su actitud.
La campana sonó, y me fuí a la cafetería, en busca de Sadie.
Allí me encontré con un grupo de chicas antipáticas.
Donde estaba Sadie, en cuanto ella me vio, se levantó de la mesa y se despedió de ellas de dos besos en la mejilla.
Se me pusieron los ojos de plato,porque nunca había visto a esas chicas y parecían amables con ella.
Me preguntó, que tal me fue en la clase.
Sin responder a su pregunta, inmediatamente le pregunté:
-¿Quiénes eran esas chicas?Sadie me respondió:
-Esas chicas son muy populares aquí, les estaba preguntando, si había clases extraescolares.
-¿Y, por qué no me las habías presentado? Le pregunté.
-Porque, son muy estiradas y no creo que te caigan bien.
-¿Cómo que estiradas?
-Sí, solo se relacionan con los populares.
-¿Entonces, por qué estaban hablando contigo?
-Porque, antes era popular, pero me cansé de ser tan mezquina.
-¿Y por qué no me lo habías contado? Le pregunté enfadada.
-Tranquilízate, no es para tanto.
No te lo conté, porque no me parecía importante.
-Vale. Le dije un poco preocupada.Por la tarde:
Tocó la campana, para irse a casa.
Invité a Sadie, para comer y ella me dijo que si.
Por el camino ella llamó a su casa diciendo que no iba a comer.
Llegamos y entramos.
Y había una nota en la nevera,
con una buena caligrafía, la identificaba muy bien.
Sabía que era de mi madre.En la nota ponía:
Querida hija :
Seguramente ya estamos volando hacia Londres.
No hemos podido despedirnos,
porque cuando vuestro padre os dejo en el colegio.
Yo recibí una llamada urgente, donde nos avisaban, que teníamos que coger el vuelo inmediatamente.P.D: No se te olvide, hacer ensalada en todas las comidas y espero que te la hayas pasado bien tu primer día del instituto.
Te quiere papá y mamá ♡.
Doble la nota y la dejé en el comedor.
Sadie y yo preparamos la comida.
Mientras Sadie servía la comida, yo llamaba a mis hermanos para comer.
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Mi corazón es tuyo
Diversos¿Saben esas dos personas que se pelean por la misma chica? Sí, esas dos personas que son buenas personas. Pero aquí no será lo mismo. Uno la destruirá, y otro la levantará y la llevará por el buen camino. Nadie sabe la verdadera historia de ella, pe...