Rain.| BTS | JungKook

C U A T R O

Era sábado por la tarde y yo no tenía nada mejor que hacer que ver televisión con mi hermano mayor DaeHyun que no tardo mucho en hablarle a algunos de sus amigos para salir y marcharse de casa.
Yo no hacía lo mismo porque todos estaban ocupados, Tae se había ido el fin de semana con su familia a su casa de campo, Jimin cuidaba de su hermana menor, J-hope había ido a un concierto con su hermana mayor y Jin y Suga estaban en sus trabajos de medio tiempo, había estado pensando en hacer lo mismo, conseguir un empleo de sábados y domingos, sólo para ganar un dinero extra y no tener que estar siempre como lo estoy ahora, acostado en el sillón, con pijama, comiendo gomitas y viendo un drama,porque era lo único interesante que había en la aburrida programación de los sábados.
-Hijo, ven aquí- grito mi madre desde la cocina.
Me levanté con pereza y me dirigí a la cocina con pesadez.
-¿Qué pasa?-Entre recargandome en el marco de la puerta.
-Necesito que vayas al súper mercado para que compres cosas que necesito para hacer la cena.
-¿No puedes hacer de cenar con cosas que hay en la nevera?
-JungKook, no te pongas pesado y Hazme ese favor- me miro cansada.
-Esta bien ma, dame la lista y el dinero.
-¿Vas a ir a cambiarte aún que sea?- pregunto mirándome de arriba hacia bajó.
-¿Qué tiene mi ropa?¿No soy sexy?-pregunte alzando una ceja con una sonrisa.
-Mis hijos son sexy's sea como sea, pero, ¿Y si te encuentras a una chica linda? No se va a fijar en ti vestido así.
-Todas se fijan en mi este como este.-Trate de seguirle el juego.
Me miro y sonrió divertida.
-Muévete y ve por esto-dijo entregándome la lista-Y nada de coquetear con todas.
-No prometo nada.- dije saliendo de la cocina con la lista y el dinero.
Me puse mi Suéter azul marino, ya que hacia frío y salí de mi casa rumbo al Súper mercado.
Ya había comprado todo así que decidí pasar por un café.
Me acerque a una pequeña cafetería que estaba cerca del parque, pedí mi cafe y salí de ahí con mi café y 3 bolsas ocupando mis manos.
Me dirigía a mi casa cuando una figura familiar cruzo la calle hacia el parque.
SunHee llevaba unos Jeans azul marino y un abrigo gris, su cabello estaba recogido en una coleta y sus manos las cubrían unos guantes.
Se sentó en una banca con una sonrisa en su rostro mientras sacaba su celular mirando la pantalla.
Necesitaba llegar a mi casa pero quería ver que hacía o que esperaba; la curiosidad me gano y me acerque un poco mas para verla de cerca, seguía sentada con sus piernas cruzadas y mirando la pantalla de su celular con una gran sonrisa.
Una persona llego corriendo hacia donde ella estaba con una capucha la cual no permitía verle la cara pero sabía que era un chico por como iba vestido.
Ello lo vio, le sonrió y le dio un abrazo el cual este devolvió.
Algo se estrujo dentro de mi, y sentí mis manos temblar, cuando se quitó la capucha y pude ver su rostro, Namjoon.
El extendió su brazo y ella entrelazó su brazo con el de el y se fueron caminado y hablando animadamente.
Yo no sabía que pasaba en mi, pero de repente quería golpear algo,quería gritar, quería patear algo, pero sobre todo quería ir tras ellos y llevarme a SunHee de su lado.
Llegue a la casa, me quite los zapatos y deje las bolsas en la mesa, mi mamá llego justo en ese momento.
-¡Dios! Te tardaste tanto que me pregunte si te tomaste enserio lo de coquetear con alguien.-dijo divertida pero se dio cuenta de mi expresión y pregunto preocupada-¿Te paso algo? ¿Por qué tienes esa cara?.
-Yo, sólo....-pause y respire profundo-me voy a ir a mi habitación.
Subí ignorando por completo lo que decía, al entrar a mi habitación caí pesado en mi cama y enterré mi cara en la almohada suspirando.
¿El era su novio? ¿Desde cuándo salían? ¿Porque Namjoon?
Me giré viendo al techo.
Namjoon era un año mayor que nosotros, a mis amigos y a mi nos caía mal, bastante,  unos años atrás, siempre nos molestaba y burlaba de nosotros.
En todos esos años siempre había estado SunHee, siempre, pero los últimos meses había sido distinto, la miraba constantemente, había sentido algo en mi, algo que me hacia imaginármela cerca mío, abrazandome y riendo conmigo.
Y hoy que la vi con el, algo se rompió en mi, algo que hizo que todas esas fantasías se derrumbaran.
Esa noche llovió, llovió muy fuerte, como si el cielo supiera de mi dolor y quisiese hacerme compañía, llovió tanto como estaba pasando en mi interior.