La mañana se sientia cálida, como un día de verano aunque fuera Enero.
Mi espera para verla había acabado, era el día en el que la volvía a ver después de la espera de una semana que había pasado sin ella.
Al salir de casa, suspire profundo llenando mis pulmones de aire mientras cerraba los ojos.
Estaba tan nervioso y tan emocionado que salí temprano de mi casa sin siquiera despedirme de mi madre o siquiera desayunar.
En el autobús, sólo miraba a las personas que eran tan indiferentes a lo que estaba sucediendo en mi; también miraba cada árbol que aparecía en el camino imaginando la historia que podría tener cada uno y todo lo que podrían contar si hablarán.
Al llegar a la escuela, por cada paso que daba, mi corazón latía más rápido.
Llegue a mi casillero y metí algunos libros.
-Hey, kookie- escuche la voz de Jimin.
Me decepcione un poco, no es como que no quisiera verlo, pero estaba esperando a alguien más.
-Hola Jimin- dije con un sonrisa.
-¿Cómo estas? Te veo más fresco, ¿cómo fueron tus vacaciones, hermano?
-Fueron muy bien- dije con una sonrisa- ¿cómo estuvieron las tuyas?
-Bastante bien también, ya extrañaba ver a mi abuela pero, un día antes de Navidad, YoungMi llego a casa de mi abuela enfurecida conmigo y gritando como una loca- dijo Jimin frustrado.
-¿YoungMi? Pensé que ya habían terminado.
-No, no habíamos terminado y sigue siendo así.
-¿no la terminaste después de eso?- dije confundido.
-No, salí a tranquilizarla, me gritaba cosas horribles que en realidad me dolieron, reclamando que mi amor siempre fue una mentira y que le había mentido y miles de cosas más, estaba borracha, así que la lleve hasta su casa .
-¿No hablaron después?
-Si, me llamo pidiéndome perdón, que no había sido su intención decirme todas esas cosas e interrumpir en la casa de mi familia- Jimin se veía tranquilo ante lo que me contaba pero sabía que en el fondo se sentía confundido y tal vez dolido.
-Wow, que intenso, ¿piensas terminarla?
-No lo se- dijo agachando la cabeza.
Después de eso, todos los chichos llegaron, nos saludamos y abrazamos, comenzamos a contar como estuvieron las vacaciones de cada uno, cuando fue mi turnó les conté lo sucedido con SunHee porque sinceramente, todos ellos tienen más experiencia con cosas del amor que yo, que soy un total inexperto y todos me aconsejaron lo mismo, hablar con ella.
Fuimos a clase, cuando entré al salón trate de divisar a SunHee pero aún no estaba, sólo estaba Hyeri, que me saludo gustosa, devolví el gesto de igual manera, me sente junto a V ya que tocaba Álgebra, entro la maestra, nos saludo y comenzó con las aburridas explicaciones.
El golpeteo de la puerta acabo con el silencio que había en toda el aula, distrayendo a la maestra de escribir.
-Pase- grito la maestra.
La puerta se abrió poco a poco con un chillido agudo dejando ver a una despeinada SunHee.
Una sonrisa se hizo apareció en mi cara y un alivio se hizo presente en mi pecho.
-¿Puedo pasar?-dijo SunHee en voz baja.
-Sólo porque es el primer día, siéntese.- dijo la maestra señalando el asiento vacío que yacía junto a Hyeri.
SunHee, mirando al piso, camino hacia su asiento.
V me dio un codazo y yo lo mire de mala gana.
Las clases pasaron lentas ya que sólo veía a SunHee, no podía acercarme a hablarle y eso también paso en el almuerzo, no la vi en la cafetería.
A la última hora, ya estaba totalmente desesperado por hablarle, necesitaba escucharla y estar cerca de ella, también necesitaba hablar de lo ocurrido en su casa.
Cuando la campana para salir sono, salí disparado tras ella sin siquiera despedirme de V o de los chicos.
-¡Hey, SunHee!- grite tras ella.
Ella volteo y cuando me vio, la sonrisa que me dirigió, hizo que mi corazón se sintiera en casa.
-¡Kook!- dijo y corrió hacia mi abrazandome y yo la cargue de la cintura.- te extrañe, kookie.-dijo en mi oído.
Y no se cómo paso pero, me volvió a besar.
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Rain.| BTS | JungKook
Fanfic"-Si la hay y siento que estoy enamorado de ella, porque ya sabes, cuando estoy con ella, las famosas mariposas en mi interior se vuelven locas, como si hubiesen comido un bote entero de chocolate y tiene esa habilidad de alterar mi corazón si siqui...