Real Life - 2°temporada

Capítulo 3: Computadores

     Veo la hora en mi celular para comprobar cuanto tiempo queda antes del toque de queda, en el cual debemos permanecer en nuestras habitaciones.
  -¿Qué tienes ahí?- me pregunta Thomas, señalando el aparato en mis manos.
  -Es un celular, sirve para llamar, sacar fotos, whatsappear...
  -¿Whatsappear?
  -Whatsapp es una aplicación para enviar mensajes, funciona con Internet...
  -¿Qué es Internet?
  -Vaya, que ignorantes son, seguro nunca han ido a una fiesta ni se han drogado- dice Lía, algo de su pasado tiene que ver con drogas, pero como todo en ella, es un misterio.
  -No tengo ningún interés en estar drogado- dice Newt, doblamos un pasillo, les mostraré donde están los baños cerca de los cuartos-. Por qué iba a querer estar todo jodidamente atontado a propósito.
  -No lo entenderás hasta que lo pruebes- Lía se encoje de hombros.
  -¿Eres una especia de drogadicta psicótica?- pregunta Minho, sin esperar respuesta-. Veo que aquí pueden ser lo  que se les ocurra.
   -Sí, es cierto- los animo-. Fuera de algunas reglas, hay bastante libertad.
   -¿Y qué decías del celular? Creí que estábamos en eso- Newt cambia de tema.
   -También tiene música, vídeos, ah y podrían hacerse un facebook- digo más hacia Lía.
   -Sí, esas basuras de redes sociales, me agrada más ir yo misma a hablarle a las personas a la cara.
   -¿Y para qué sirve eso?-pregunta Thomas.
   -Ya lo verás, después podemos ir a la sala de computación, ahora ocupémonos del baño- señalo a las puertas a mi lado-. Ese es el de chicos, hay varios baños por todo el edificio pero estos son los más cercanos, tienen duchas y todo. Aunque también hay baños individuales en cada habitación- me siento como una guía turística-. Si quieren pueden pasar.
   -No, vayamos a donde dijiste, a los computadores- dice Minho.
   Bajamos dos pisos hasta la sala de computación, tiene varias hileras de pantallas, son 40 en total. Me acomodo en uno y lo enciendo.
   -¿Quién es Window?- pregunta Thomas leyendo la pantalla, trato de no reírme.
   -No es un alguien, es un programa para el computador, la verdad yo sólo sé lo básico en tecnología, no preguntes mucho, ¿eh?
   -Pero es obvio que sabes más que yo, explícame... Por favor- agrega lo último como si no estuviera muy acostumbrado a la cortesía. El tipo gordo a cargo de la sala nos mira con sospecha.
   -¿Qué? ¿Nunca has visto a campesinos antes?- le habla Lía-. No es culpa de ellos ser ignorantes.
   -No lo somos, no tenemos memoria solamente- susurra Newt hacia nosotras, Rod, el tipo gordo, sigue mirando.
   -¿Qué tu mamá no te enseño a no escuchar conversaciones ajenas, shank?- le dice Minho.
   -¿Me estás insultando? Eso te causará problemas, jovencito.
   -¿A quién crees que llamas "jovencito"?- le reclama Minho, no se ve molesto, es como si sólo quisiera encabronar al rechoncho.
   -Yo no escuché que dijera nada malo- le reclama Lía a Rod, mientras se sienta dándole la espalda, enciende un computador.
   -Esa palabra que dijo al final, "shan"
   -Es "shank", garlopo.
   -Lo está haciendo de nuevo, tendré que llamar a la inspectora...
   -¡Dios, estás siendo racista!- al menos a Lía se le ocurrió una escusa buena-. ¡Ese es su idioma!
   -Sí, es un estudiante extranjero, aún no maneja bien el idioma, acaban de llegar esta mañana- digo rápidamente antes de que alguien abra la boca.
   -Se los dejaré pasar, por última vez- señala a Lía, ella ya había tenido problemas con él.
    -Idiota- masculla Lía por lo bajo.
    -Bueno, volvamos a lo del facebook- digo volteando hacia el monitor-. Primero necesitaremos una foto de perfil, ven, Thomas, sonríe.
    Saco mi celular y activo la cámara, Lía le muestra el otro computador a Newt, oigo que Lía le dice:
    -Con un nombre tan raro no te conviene tener un facebook.
    -Ni quiero una de esas mierteras cosas.
    -Entonces te mostraré algo de porno.
    -¿Qué es eso?
    -Eres un chico, te gustará...
    -¡Lía!- le espeto-. Mejor muéstrale algo útil.
    -Lo que digas- teclea algo-. Mira eso es lo que pasa cuando dices muchas veces "Charlie, Charlie", ponte los audífonos.
    Newt lo hace, mira concentrado la pantalla y se sobresalta echando la silla hacia atrás bruscamente, Lía se retuerce riendo.
    -¿Qué fue eso?
    -La magia de la edición digital, amigo- le dice Lía.
    Me vuelvo hacia Thomas con mi celular en alto apuntando la cámara.
    -¡Sonríe!
    -¿A eso llamas sonrisa? Shuck, hombre, vaya que eres un shank feo- le dice Minho y Thomas lo ignora, y la verdad es que es una sonrisa bastante buena, sus dientes son rectos y blancos. No sé que le ve de feo.
    -Esta servirá muy bien de foto de perfil. Minho, ¿tú no quieres una cuenta?
   -Primero quiero ver de que va esa plopus, exactamente- acomoda una silla a mi lado, voy a la página de facebook e ingreso los datos de Thomas.
   -¿Qué apellido te pondremos? Me lo pide obligatoriamente- le digo a Thomas-. ¿Qué apellidos le dijeron a la inspectora?
   - Edison- Thomas se encoje de hombros.
   -¿Thomas Edison? ¿En serio se lo creyó?
    -Lía le dijo que mis padres eran unos amantes de la historia, por eso la casualidad.
    -A bueno- termino de teclear la información y paso la foto al computador-. Listo, tienes que buscar amigos con esto y dar like a las cosas que te gusten.
    -¿Y sólo eso? Que aburrido, yo paso- dice Minho con un gesto de desagrado.
    -Es porque aún no tienes amigos aquí, puedes ver sus fotos, sus estados, chatear con ellos y lo que sea.
    -Thomas es mi amigo, y créeme, no quiero ver fotos de este larcho- me río un poco, Thomas lo ignora. Le mando solicitudes de amistad a todas las personas que me aparecen en la recomendación, escucho a Lía y Newt contener la risa, les hecho un vistazo, están usando la webcam en chatroulette; deben estar troleando gente, a Lía le encanta hacer eso.
    -Este es mi perfil, me puedes enviar mensajes cuando lo necesites- Thomas empieza a escribir algo-. Eh, no, ahora no. Estoy al lado tuyo, puedes hablarme- leo lo que escribió-. "Hola".
    -No importa en que mundo esté, Thomas sigue siendo igual de garlopo, ¿y que otras cosas hace Internet?
    -¿Qué cosas te gustan?- le pregunto a Minho-. ¿Música, deportes, juegos... Lo que se te ocurra?
    -Me gustan las chicas.
    -Okay, prueba otra cosa.
    -Me gusta correr.
    -Eso no nos sirve, otra cosa.
    -Creí que Internet lo tenía todo.
    -No se me ocurre qué podrías hacer con esas cosas.
    -Entonces sólo muéstrame algo bueno- dice con indiferencia, Thomas mira lo que está en la pantalla de Lía, yo también lo hago. Ahora está photoshopeando una foto del rechoncho Rod, le adhirió un vestido y un globo de dialogo que dice: "No me toques, shank, que ando shido".
    -Lía, te está mirando, desde su monitor puede ver todo lo que hacen los otros computadores- le recuerdo, Lía me mira por un momento, teclea algo y se pone de pie.
   -¡Mierda! ¡Corran!- grita entre risas y se aleja corriendo, Newt también se va, leo lo que escribió "que le den al hijo de puta que lea esto". Miro hacia donde está Rod, parece que no puede creer lo que lee, no levanta la vista, apago los dos computadores que encendimos y veo la hora.
    -Dos minutos para el toque, vamos, ¡vamos!- apuro a los chicos y me voy, los chicos vienen detrás de mí, no veo a Lía ni a Newt por el pasillo-. A las 8 en punto pasarán por nuestras habitaciones comprobando que estemos dentro, chicos.
    -¿Y qué pasa si no?- pregunta Minho.
    -La inspectora se enfadará.
    -¿Y?
    -Nos darán un castigo horrible, ¿saben cuáles son sus habitaciones?
    -La mía está cerca, es en el otro pasillo- dice Thomas-. La señora dijo que dejaría un uniforme nuevo.
    -Tienen que usarlo el lunes, para las clases- digo apresurada mientras caminamos, no corremos porque está prohibido hacerlo en los pasillos-. ¿Y dónde está la tuya, Minho?
    -En el tercer piso.
    -Ah, ¿QUÉ? No llegaremos antes del toque, la mía está en el segundo.
    -Nos escondemos en la de Thomas y ya.
    -No es tan simple, nuestras habitaciones estarán vacías y lo notarán por la lista de asistencia, igual tendremos problemas- varios chicos y chicas corren a sus habitaciones, las puertas se cierran una tras de otra.
   -Esta es la mía, larchos- dice Thomas y saca unas llaves de sus bolsillos.
   -¡Entra rápido! ¡Mañana nos vemos!- lo empujo hacia adentro por el nerviosismo y voy a las escaleras con Minho.
   RIIIIIN. RIIIIIIN. RIIIIIIIN.
   La alarma del toque. Llegamos al siguiente piso, mi cuarto está al final del pasillo, de un muy largo pasillo. Las escaleras también se encuentran al otro lado.
   -Ojalá la inspectora no nos vea- digo, no me gusta tener problemas, después mandan cartas de notificación a mi casa y no me gusta que sepan de mí.
   -¡Corre!
   -¡Oye, no! ¡Minho!
  Se va corriendo y lo sigo tratando de alcanzar su ritmo, el piso está resbaloso y casi caigo, no logro contener una carcajada.
   -¿A caso no existe nadie más veloz que yo?
   -¡Ya verás, miertero cara de plopus!- digo moviendo mis pies como puedo, ya nos acercamos a las escaleras.
   Me emociono y me apresuro más de la cuenta, vuelvo a resbalar hacia adelante, me sujeto de la espalda de Minho, por la sorpresa él igual tropieza, casi choca con la pared de la escalera de no ser por la inspectora que iba bajando. Ella suavizó nuestra caída.
   Nos ponemos de pie de un salto, me golpeé las rodillas, la inspectora tiene la cara roja como un foco, por un momento casi la veo babear de rabia y soltar ladridos.
   -¡¿Qué estaban haciendo?! Se buscaron grandes problemas, jovencitos...
   -Otra vez con lo de "jovencitos"-.masculla Minho, le doy un codazo.
   - ¡Repite lo que dijiste!- Minho abre la boca pero la inspectora sigue cacareando, tiene una nariz gigante y gafas que esconden ojos diminutos-. A parte de estar fuera durante el toque de queda y estar en actividades inadecuadas, les parece gracioso faltar el respeto a la autoridad.
   -Yo no le dije nada- le reclamo.
   -¡Silencio!- me brama en la cara, está vestida toda de blanco, me recuerda a un huevo, su voz es muy desafinada, duele escucharla-. Mañana pagarán su falta con servicio en la cocina, tendrán que encargarse de todo el aseo.
   -¿Todo el aseo y sin personal?- pregunto boquiabierta, los domingos no almuerzan tantos como en un día de clases, pero aún así, ¡es mi día libre!
   -Y mas encima se queja, agradezcan que es sólo un día, los quiero desde después del desayuno aseando la cocina.
   -Pero si nadie desayuna los domingos...
   -Ese no es mi problema- dice y sigue en lo suyo, golpeando la puerta de los cuartos.
   -¿A qué hora desayunan?
   -A las 9:30, pero todos duermen hasta tarde en domingo.
   -Entonces, no hay por qué ir.
   -Si lo hay, si no, nos darán castigos peores- abro mi puerta-. Esta es mi parada, ven mañana para que vayamos juntos a la cocina, ni se te ocurra venir antes porque estaré durmiendo.
   -Lo que tú digas, jovencita- agrega lo último imitando la voz de la inspectora, y sube las escaleras.

    
   
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Que estén bien. Los hamon ∞&+→