Capítulo 5

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Siempre pensé que la amistad era transparente, pensé que a mí no me iba a pasar esas cosas de novelas, donde la amiga le hizo de todo a la protagonista, que la amiga era la malvada invivible, pensé que la amistad era pura y que en la realidad no sucedía esas experiencias, a veces no todo es como parece, a veces piensas que las personas que se encuentran a tu lado, nunca te van a fallar pero eso, eso una vil falacia.

En este perdido mundo ya no se puede confiar en nadie, ni en tu propia sombra, todos en algún momento te van a fallar, aunque sea diminutamente, pero lo harán. Ahora me doy cuenta que soy una completa ingenua, una maldita estúpida, que cree que el mundo es de color rosa y que todo siempre va a ser de ese color tan patético.

Me siento traicionada, me siento devastada, siento que todo me está pasando, que tengo una suerte de la mierda. Es triste enterarse que las personas que creías leales, son las que traicionan, siento que mi corazón no puede más, siento que no doy más. No sé, si siempre tuvo la máscara o la obtuvo hasta ahora, si siempre tenía esa máscara, déjenme decirle, que era una máscara muy bien confeccionada, no tenía indicios de ser una máscara, una falsa.

Ella fue una persona tan importante para mí, con ella pasé los mejores momentos y experiencias de mi vida, ella estuvo cuando se le permitía, ella era mi confidente, por ella creí en la verdadera amistad, como también dejé de creer en ella. Ella era como mi hermana, como la hermana de mi edad que siempre soñé, ella era en la única persona en que le confiaba absolutamente todo, aunque a veces parecía que ella no opinaba lo mismo, en algunas ocasiones.

Lloré con ella, reí con ella, jugué con ella, porque aún estando en primer año de instituto, jugábamos de vez en cuando a las muñecas, tal vez suene niñato o ridículo pero aún jugábamos ese juego, ahí descubrí que había encontrado como mi alma gemela en mejor amiga, porque pensé que era la única que a principio de ese año jugaba a las muñecas pero conforme fue pasando el tiempo nos dimos cuenta o fuimos madurando, que nuestra edad no era para andar jugando a la Barbie y al Ken, fuimos viendo que nosotras éramos las Barbie y los chicos los Ken.

Fuimos creciendo juntas, fuimos experimentando juntas, fuimos cayendo pero juntas, nos apoyamos una a la otra por una desilusión juntas, todo lo hacíamos juntas. Menos bañarnos y todo eso personal, verdad.

Recuerdo todos los días juntas, en las que hacíamos pijamadas casi siempre en su casa, ya que mi padre era un poco extraño y sus padres no la dejaban mucho venir a mi antigua casa por vivir un poco largo del centro de la ciudad, no es que viva en la jungla pero el centro de la ciudad a mi antigua casa duraba como unos 15 minutos, en esas pijamadas hacíamos lo que se nos ocurría, alquilábamos películas de distintos géneros, comíamos de todo lo que nos alcanzaba en el estómago.

Al final de la pijamada, casi en la madrugada o hasta en la madrugada hablamos de los chicos que nos gustaba en ese tiempo, pensábamos en la situación ante nuestro chico y nos dábamos consejos.

Cuando íbamos a viajes o sus padres nos llevaban a alguna playa de por acá, inventábamos historias con nuestro crush, además pensábamos una vida juntas o tal vez no juntas, es decir, cuando fuéramos más adultas con nuestro empleo y nuestro auto, pensábamos que podíamos ir a esas mismas playas a pasar una tarde de amigas con nuestros novios, inventábamos historias graciosas o momentos de vergüenza, luego de ello nos reíamos a carcajadas.

Soñábamos que seríamos la madrina de la boda de cada una y también la madrina de nuestros futuros hijos, soñábamos ser amigas hasta viejitas y tomar té mientras recordábamos las experiencias de nuestras vidas. Pero todo eso fue un sueño que se fue a la fregada, todo se fue a la gran mierda cuando fui traicionada por mi mejor amiga. Por esa persona que prometió nunca traicionarme, todas las promesas se fueron al diablo con solo escuchar esas palabras que quebraron todo el aprecio que tenía por ella.

Mi salvación en la oscuridad. (2º MAVDD)| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora