Miro lo que está mirando Calvin y miro a una chica castaña, con el cabello hasta el trasero, su tez en blanca y sus ojos son como un caramelo, la miro casi saliéndome los corazones en los ojos y luego reacciono al escuchar unas palabras de mi amigo el espíritu alias Calvin.
—¡Dios! Pero esta muy buena— se muerde el labio inferior.
Lo miro con el ceño fruncido y una vena casi saliéndome por la frente. ¿Cómo que buena?
—¿Qué te pasa imbécil?— le doy un sopetón en la nuca por idiota.
—¡Auch!— se queja y se masajea su nuca.—¿Qué dije de malo?— pregunta confundido—Es que mírala amigo, está hecha una princesa.
—¡ES MI NOVIA!— exclamo celoso. Me cruzo de brazos molesto. Él me mira asombrado y a la vez apenado por su indiscreción y los piropos que mi novia no necesita. Porque yo se los puedo gritar desde donde estoy, aunque tal vez no se dé cuenta.
—Nick, de verdad lo siento, no sabía— expresa con vergüenza.
—No importa— me levanto del asiento para dirigirme a mi habitación y escuchar lo que Jade me tiene que contar o decir o que se yo.
Me adentro en la habitación por la pared y gracias al Señor, Jade apenas se está acomodando en el asiento. Apresuradamente me siento en frente de ella, cuando la miro a los ojos, mi corazón se cae de golpe por mirar esos ojos que tanto me encanta, llenos de tristeza y apagados como un faro sin electricidad.
—¿Qué te paso mi amor?— le pregunto afligido por verla así.
Ella solo se queda mirando mi cuerpo, no ha dicho nada desde que ha llegado y eso es aproximadamente unos 10 minutos. Es extraño que ella sea así, yo sé que ella puede estar triste porque estoy en coma, lo sé, no soy un idiota para no darme cuenta y me hace sentir como la mierda, ella no tiene la culpa de nada de lo que me suceda, ni siquiera de mi pasado y nada de lo que yo hice en ese tiempo. Ella no se merece nada de lo que le suceda.
Jade ya ha sufrido demasiado y todavía yo la hago sufrir más por mi culpa y por mi pasado, yo sabía que esto iba a pasar, por ese pasado que todavía me persigue y que no he podido dejar atrás.
—Nick...— dice al fin—. ¿Sabes? Ya no sé en quién confiar— unas lágrimas salen de sus preciosos ojos.
—Oh no... princesa, no llores, por favor— digo rápidamente, sintiéndome un completo inútil, que no puede hacer nada por ella.
—Todos te pueden traicionar, aunque sean personas que nunca jamás creíste que te iban a traicionar— guarda silencio mientras cierra los ojos—. Y lo hacen— abre los ojos, ya se están poniendo un poco rojos.
—¡Dios! ¿Qué le habrán hecho?— susurro para mí mismo.
—Tenías razón— dice con una sonrisa y las lágrimas agregadas—. Las que llamaron fueron mis amigas, específicamente Melody y después le sigue Conny.
¿QUÉ?
¿Que hicieron qué?
¡Lo sabía!
Ellas no eran de confiar, con solo verlas algo me decía que ellas eran unas traicioneras y que eran unas hipócritas, mi instinto no falla.
¡Malditas!
Nadie se mete con lo mío, ni conmigo, me las van a pagar esas estúpidas.
—Melody es novia de Ryan y Ryan era el amor platónico de Conny— me cuenta un poco más tranquila.
—¿Melody le quebró el pie a Conny?— digo asombrado. Entre perras siempre se traicionan, ese tipo de amistades son las más falsas que pueden existir.
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Mi salvación en la oscuridad. (2º MAVDD)|
Novela JuvenilSegunda temporada de Mi ángel vestido de donjuán. Observo su semblante pálido, sus labios poseen cianosis, sus ojos se encuentran cerrados, cuanto daría por mirarlos posados en mis ojos con esa mirada de amor. Acaricio su rostro con las lágrimas a p...