Un día conoces a alguien y de repente te gustaría que solamente que esa persona existiera. Querrías centrarte en esa persona y hacerla el centro del mundo, de tu mundo. Conoces a esa persona que cambia tu estado de ánimo en segundos. Conoces a alguien que tiene esa sonrisa que se queda todas las noches a dormir contigo y entonces ya no tienes tanto frio. Esa persona que se convierte en tu notificación favorita. Esa que quieres que aparezca siempre que enciendes el móvil. Esa que quieres ver a todas horas. Pero no todo es tan fácil si es persona no está a tu lado. Distancia. Esa palabra que todos temen. Esa palabra de apenas nueve letras que todo el mundo quiere evitar oír. Pero la distancia solo evitará que no pueda dormir a tu lado pero podre soñar contigo. Tampoco podré abrazarte siempre que quiera pero podré pensar en ti. La distancia solo evitara que pueda oler a ti después de cada abrazo pero... ¿Y qué?
Da igual la distancia si sabes que darías todo por esa persona. Por verla sonreír aunque sea a través de una pantalla. Lo sabes porque cuando escuchas su risa por teléfono no puedes evitar sentirte feliz. Te dará igual cuando sabes que esa persona dice "hola" y silencia el tráfico.
La distancia nos tendría que dar igual sabiendo que si alguna vez tumbamos esos kilómetros ahí estará con esa sonrisa que tanto te gusta. Los abrazos y las noches serán más especiales. Porque hay personas por las que perderías todos los trenes con tal de quedarte un poco más. Y no creo que necesitemos pensar en otra cosa para seguir, aunque se nos ocurran miles de razones para quedarnos.
Porque unos cuantos kilómetros no podrán romper ese para siempre que nos prometimos ¿verdad?
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Manteniendo el equilibrio
RandomA veces pensamos que todo nos pasa a nosotros. Que siempre es a nosotros. Con este blog te sentirás identificado. Porque soñar es obligado y sentir inevitable. Sueña despierto y dejate llevar por este baile. Y recuerda algo, que el baile que mas cui...