CAPITULO 17

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Lo que más me impactaba de la escena era que Rubén no la hubiese seguido, es decir, ahora tenía tiempo para correr hacia ella y decirle un par de cosas que de seguro arreglaría la situación. Por alguna extraña razón me sentía enfadada, Rubén aún no me habría y comenzaba a creer que él lo había olvidado por completo.

Empujé la puerta y salí de una vez.

-Gracias ¡¿Eh?! -Dije de mala gana y comencé a caminar para dejarlo abandonado en su cuarto.

- ¿Qué? Alto... Alto ¿Qué? -Sonó incrédulo, tomó uno de mis brazos e impidió mi paso.

-Creí que te habías olvidado de que me encontraba escondida, muy incómoda por cierto, dentro de tu armario -Dije un tanto frustrada, ofendida.

-Vamos ¿Cómo podría olvidarlo? -Sonrió a lo que solo correspondí con correrle la vista, no estaba de humor.

- ¿Escuchaste todo? -De expresiones alegres y desentendidas, pasó a una seria, incómoda y nerviosa.

- ¿Si a caso escuché? ¡Dios! -Exclamé molesta- Lo vi todo. ¿Quieres saber algo? Tu novia es una zorra -Musité cruzándome de brazos y mirando hacia un lado, no quería enfrentarlo.

Se suponía que mis ánimos debían de estar por las nubes, Rubén le había negado y no había salido corriendo, rogándole perdón o tan solo ir por una disculpa, pero no, ahí estaba yo, enojada por alguna equis razón.

Me miraba serio, quizás molesto, después de todo estaba insultando a su pareja... ¡La gran cosa! No me importaba en lo absoluto que opinara respecto a mi comentario.

-_______ -Había dicho mi nombre completo, si estaba molesto.

Ni si quiera contesté, estaba empeñada en irme.

-A ver si entiendo -Tomó mi rostro con una mano y me hizo mirar directamente a sus hermosos ojos verdes. Estaba sonriendo ¡¿Quién lo entiende?! - ¿Estás tu celosa cariño? -Sonrió con crueldad.

Dios, que linda era la palabra saliendo de sus perfectos labios, más cuando era a mí a quien se refería.

- ¡Pff! -Exclamé riendo, una gran y falsa carcajada no estaba demás- ¿De esa cosa? Si claro, como si pudiera compararse conmigo -Volví a reír y sin despegar mis ojos de los suyos, había resultado mucho mejor actriz que él.

En ese corto tiempo, antes de que Rubén contestara algo a su favor, pensé: Era razón, no estaba enojada por haberme dejado en el armario durante... 5 minutos, si lo analizaba, no había sido un tiempo amplio, estaba enfadada por ella... era tan perfecta físicamente y se entregaba con tanta facilidad, que ya entendía porqué Rubén la tenía como novia.

-Entonces... ¿Por qué diablos estás enojada? No te dejé encerrada en el armario durante mucho tiempo ¡No tiene sentido! -Comenzaba a molestarse... y de hecho no me importaba en lo absoluto.

-Porqué pudiste haber hecho un mejor trabajo, ahora me duelen... las piernas -Mentiras.

-Vamos _______ -Suspiró- De verdad lo siento y si viste todo lo que ocurrió, debes saber cuales fueron las razones -Tenía razón, en poder de otro chico... me hubiera sacado del armario luego haber concretado.

-Como digas, me quiero ir de aquí -Traté de imitar un suspiro parecido al que él había largado hace un rato: Cansado y vago.

- ¿Te irás así como así? ¿Enojada aún conmigo? -Volvió a detenerme con una de sus fuertes manos apretando mi brazo sin presión dañina.

Debo confesar que el torpe enojo había abandonado hace minutos mi cabeza y ahora solo quería que Rubén me insistiese por el resto de la vida para no quedar mal, a parte de hacerme sentir importante, me daba cuenta que si le importaba.

Estoy Enamorada De Mi Mejor AmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora