FINAL

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Mi vista se recuperó casi por completo y descubrí que la luz que me lastimaba era solo un foco colocado en el techo. Mi cabeza me dolía como mil demonios y ahora que lo pensaba todo el cuerpo me dolía un poco, comencé a mirar a mis alrededores.
Note que me encontraba en una habitación de paredes blancas, me encontraba recostada en una camilla con sabanas azules y a mi izquierda había una máquina que media el pulso del corazón y aun lado de esta había un poco de suero, por lo tanto supuse que me encontraba en un hospital, lo más raro de todo es que la maquina del ritmo cardiaco se encontraba conectada al igual que el suero a mi muñeca izquierda.
Las cosas estaban un poco raras, ¿Qué me había pasado? ¿Acaso había sido un mareo muy fuerte? ¿mangel me había traído al hospital? ¿cuánto tiempo llevaba aquí? ¡¿Acaso mis padres ya sabían lo de... yo y... Rubén? No pensaba quedarme ahí mas tiempo iria a buscar respuestas.
Me disponía a bajarme de la camilla y gire con dificultad mi cabeza hacia mi lado derecho y por poco me da un paro cardiaco al ver en aquella silla a un lado de mi cama a el.
Sus codos estaban apoyados en sus rodillas y en sus manos escondía su rostro, se veía tan delgado más de lo que recuerdo incluso si piel lucia mas pálida de lo normal. Pero no podía ser el, me negaba a aceptarlo, estaba en un estado tan raro que ya ni sabía si mi mente me estaba jugando bromas o la simple desesperación de tenerlo junto a mi nuevamente me hacía imaginarlo.
Pero ahí estaba, no se movía, solo los movimientos involuntarios de su respiración estaban presentes, su peculiar entre rubio y castaño cabello estaba desordenado. era el, estaba segura, había algo en el que me hacia saber que mi mente no me jugaba una broma.
Las lágrimas comenzaron a salir, ni yo sabía si eran de felicidad por verle nuevamente o de tristeza por recordar aquel día que se fue.
-Ru...Rubén- le llame entre sollozos.
Levanto su mirada sorprendido sus ojos se llenaron de emoción y lágrimas, parecía estar en shock al igual que yo, pareciera que ninguno de los dos nos podríamos estar creyendo lo que estaba pasando en ese momento.
Se levantó de la silla y se abalanzo sobre mí me abrazo con tanta fuerza que dolió, esa clase de dolor que solo el amor hace sentir.
Inhale su aroma, era tal y como lo recordaba, no quería que se separara e mi nuevamente jamás, nunca. Le había extrañada tanto que podría jurar que estuve al borde de la locura.
-Eres tú, despertaste- se separó de mi un poco para verme a la cara, retiro el cabello que mi rostro con ternura.
No me dejo contestar, no podía, estaba tratando de asimilar las cosas.
-no puedo creerlo, tengo tanto que decirte - me miraba como si hubiéramos pasado años sin vernos -te extrañe tanto- beso mi frente.
-ni tienes idea- le sonreí, no me importaba que esto fuera solo mi imaginación estaba más feliz que nunca.
-lo lamento tanto, es completamente mi culpa que estés aquí- agacho su rostro avergonzado sosteniendo mi mano con fuerza.
No lo comprendía muy bien.
-¿a qué te refieres?-le cuestione, pues al parecer habían pasado cosas en mi "ausencia"
-¿no lo recuerdas?- me miro incrédulo.
Se hizo un nudo en mi garganta al pensar en mis últimos recuerdos sobre Rubén, lo último que vi de él fue verlo decirme secamente que no me amaba y después que sí y finalmente verle morir justo frente a mí. No sabía que decirle. No cabía duda que estaba en una realidad diferente a lo que yo recordaba.
-recuerdo algunas cosas pero dime a que te refieres exactamente-
-hace tres semanas- hablaba con dificultad, pareciera que las palabras le quemaran al salir de su boca.
-tres semanas, ¿Cuándo comencé a ayudarte con... jannies?- su nombre quemaba mi boca al salir y se sentía como un nudo se formaba en mi estómago.
-no ______, eso fu hace casi... dos meses- desvió la mirada aparentemente incomodo por el tema.
Estaba muy sorprendida, no tenía idea que estaba pasando con exactitud, me tomo un tiempo procesar la respuesta.
-escucha... no se ni siquiera en donde estoy o que día es este, así que no me hables de temporalidades- no estaba molesta, solo... confundida.
-¿Qué recuerdas?- me cuestiono para poder explicarme con mayor claridad.
-recuerdo: tu plan, los celos de... ella, la cena, la fiesta...- no sabía cómo decir lo siguiente, era como que pudiera decir: "recuerdo con claridad que me rechazaste y hui" - recuerdo haberme ido de la fiesta.
Desvió su mirada de la mía, pareciera que el tema le resultaba incómodo y así era, bastante incómodo para ambos.
-y... lo siguiente que recuerdo es... es- no sabía cómo decirle, evidentemente lo que había sucedido para mí en las últimas semanas no había pasado para el o los demás. -te parecerá un poco raro pero después de irme de la fiesta... recibí una llamada de stayci... ella me dijo que estabas en el hospital.
Me miro incrédulo como si le estuviera inventando algo, pero no me dijo nada, solamente guardo silencio y me dejo continuar.
-ella dijo que... que tú estabas muy grave... habías tenido un... Un accidente automovilístico- las palabras salieron con dolor, era como volver a sentir aquella pena de aquel día que Rubén se marchó de mi lado. Las lágrimas se hicieron presentes.
-fui al hospital en cuanto pude, pero... pero ya... era demasiado tarde- ahora lloraba a cascadas, me sentía tan mal al recordar ese momento.
Me abrazo con fuerza y yo le abrase, no quería que se separara de mí; ya lo había perdido un vez, aunque pareciera que solo fue obra de mi imaginación, no quería volver a sufrir el perderlo. Aunque él no me amara como yo a él, lo quería cerca, conmigo.
-tranquila _____, todo fue un... sueño. El doctor dijo que era muy probable que esto pasara- me apego a su pecho y mis lágrimas comenzaron a mojar su camisa -ahora estas aquí, conmigo, justo en donde debes estar- beso mi mejilla. Extrañaba eso.
-estoy tan contenta de que solo haya sido un sueño- le abrace aún más, sollozando sobre su pecho; el acariciaba mi cabello como si fuera una niña pequeña después de haber tenido una pesadilla -pero aún tengo la duda de que ocurrió en mi ausencia- le cuestione.
-pues veras...
Fash back
Salí de esa fiesta apresuradamente, no quería toparme con Rubén nunca más en la vida y no por que le odiara por no amarme, si no que ¿ahora cómo le vería a la cara? Después de todo lo que pasamos juntos, me resultaba imposible imaginarlo, bien sabía que las reuniones familiares jamás derivan las mismas nuevamente o que perdería a la única persona con la que contaba incondicionalmente, o que aquella persona en la que tenía un hombro en al cual llorar se iría. Pero esas eran las consecuencias de juagar con el amor.
No quería llorar más, las lágrimas apenas me dejan ver por donde caminaba, y la lluvia no parecía estar de mi lado tampoco. Llamaría a Dafne, ella vendría por mí y me llevaría a casa, a pesar de que tendía que pasar por su interrogatorio, pero cualquier momento y circunstancia sería mejor que este.
Busque mi celular en los bolcillos delanteros de mis jeans, en los traseros y nada, eso era raro porque siempre estaba ahí, busque nuevamente pero el resultado era el mismo, ahora en los bolcillos de mi chaqueta, nada. Maldecía en mis adentros, seguramente se había salido de mi bolsillo cuando me quite los jeans para... no quería recordar eso así que detuve mis pensamientos.
No podría llamar a daf, así que caminaría a casa no estaba muy lejos.
Emprendí mi camino a casa y cientos de recuerdos de Rubén comenzaron a llegar a mi mente, le extrañaba tanto, no podía imaginar mi vida sin él, las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos sin permiso alguno, tenía frio y estaba sola, sola tal cual me quedaría por siempre, por tener la gran idea de enamorarme de mi mejor amigo y decírselo. La lluvia seguía y seguía y el viento también me odiaba pues e desato algo que podría describir como una tormenta.
Apenas podía ver el suelo que pisaba, las luces de los letreros eran muy tenues incluso a pesar de que me encontrara justo frente a ellos, los sonidos apenas eran perceptibles pues el sonido de las gotas al caer eran lo único que podía captar.
Cruce la calle cabizbaja, pero jamás llegue al otro lado, pues a medio camino me topé con un par de luces a menos de dos metros de mí, el sonido de un claxon se hizo presente y posteriormente un gran dolor que recorría mi cuerpo, las personas comenzaban a amontonarse alrededor de mí, pero todo lentamente comenzó a tornarse sombrío.
Fin del flash back
-el doctor dijo que estarías en coma por un par de días, que tu cuerpo necesitaba reponerse- Rubén trataba de explicarme todo lo ocurrido.
-pero los días de convirtieron en una semana, dos, tres- lo decía mientras unas lágrimas escapaban de sus ojos.
¡un momento! ¡Estuve en coma por más de tres semanas! No lo podía creer
- y fue hasta entonces cuando comprendí lo idiota que había sido- me miro con tristeza en su mirada. -y no puedo comprender como es que pude esperar hasta ahora, como fui capaz de engañarme a mí mismo por tanto tiempo-mordió su labio con rabia.
Yo me limitaba a observarlo expectante sin decir nada, solo esperando que continuara.
-porque siempre lo supe, pero me negaba a aceptarlo y lamento que haya pasado...esto- me miro arrepentido- por mi culpa-se lamentaba.
-pero al menos todo este tiempo que estuve sin ti fue el que me ayudo a darme cuenta de una vez por todas de que...- sus palabras se redujeron lentamente a nada.
-¿de qué?...- estaba impaciente por saberlo debía aceptarlo.
-de que no puedo vivir sin ti ______ - coloco mis manos en mis mejillas y me atrajo un tanto inseguro a sus labios y eso hizo que mi corazón rebozara de alegría.
-porque ahora sé que estoy y siempre estuve enamorado de mi mejor amiga- susurro sobre mis labios. Dios eso me mato, mi corazón estaba a mil por hora y la alegría apenas la podía contener.
-te amo _____- unió nuestros labios en un beso que se sentía tan diferente a los anteriores este era tan...perfecto, deslizo una de sus manos de mi mejilla hasta mi mano entrelazando nuestros dedos.
Por un momento pensé que en realidad había muerto y estaba en el cielo. Nos separamos lentamente y unimos nuestras frentes, mirándonos el uno al otro mientras Rubén acariciaba mi mejilla con su pulgar. No puede evitarlo mis ojos se cristalizaron y en cuestión de segundos las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas.
-hey no llores más- Rubén limpio mis lágrimas con ternura.
-pero... no puedo dejar de hacerlo- Rubén mi miro curioso. -Porque estoy tan feliz- esta vez fui yo quien lo bese y pude sentir como sonreía sobre mis labios.
Coloco sus manos en mis mejillas y me alejo un poco de su rostro.
-te extrañe tanto- que quito un mechón de cabello del rostro y lo coloco detrás de mi oreja sonriéndome con ternura.
-yo más- le sonreí de igual manera.
Acerco nuevamente nuestro rostro tan cerca que nuestras respiraciones se combinaban.
-anda dime que soy con quien compartiría tu vida- susurro sobre mis labios.
-te mentiría si te dijera eso-
-¿a qué te refieres?- me aparto de si y pude ver sus verdes ojos que delataban dolor, desilusión y una pisca de confusión.
Le sonreí.
-tú eres mi vida y no estoy dispuesta a compartirte con nadie, porque te amo-
No fueron necesarias más palabras. Me beso.

bueno este no era el final que plane desde el principio pero, espero que le haya gustado esta novela. (lamento que sea malo, lo escribi de improviso, como ya dije se salio del plan)

Estoy Enamorada De Mi Mejor AmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora