CAPITULO 19

6.6K 291 24
                                    

El día había pasado volando y no me había dado cuenta cuando ya amanecía, era un nublado y frío día sábado.

El reloj marcaba las siete con cuarenta y cinco minutos, me quedaba un poco de tiempo para analizar mi vestimenta, asegurarme de que estaba conforme con ella y terminar los últimos retoques que en una chica es esencial.

Una blusa sin diseño, con el ajuste perfecto a mi medida azul oscuro, Jeans ajustados, convers azules y por última para abrigarme una chaqueta muy parecida a la tela de mis jeans, obviamente casi del mismo color claro.

Un poco de maquillaje, casi nada. Mis pestañas debían de estar encrespadas a la perfección y por último el infaltable suave brillo labial rosa sabor a frutilla. Luego de jugar casi una hora completa con mi cabello, decidí por dejarlo caer con unas suaves ondas. Era extraño en mí, ya que solía llevar a diario mi pelo lo más liso que se pudiera.

Suspiré no muy convencida y me acerqué al gran espejo que cubría una de las paredes de mi closet.

¡Dios! No solía decirme todos los días frente al espejo lo linda que me veía, pero debía admitir que estaba brillando.

El timbre sonó, lo que no fue más que un llamado a mi corazón, estaba preparado para echar una carrera contra si mismo.

- ¡_______! ¡Tu novio! - Dijo Daphne, ¡Maldición! ¿Por qué es ella la que siempre atiende cuando es Rubén? Como si lo supiera, bruja.

De todas formas, sonreír frente al espejo reflector, como me gustaría que fuese cierto. Corrí hacia mi celular, lo tiré dentro de mi bolso y salí de mi habitación. Mis ojos se abrieron cuando pude escasear sin detención alguna cada detalle en él, era como si nos hubiésemos puesto de acuerdo para combinar cada vestimenta.

Sus ojos aún no se fijaban en mí, estaba muy entretenido discutiendo amistoso con mi hermana, ambos reían y nadie notaba mi presencia.

-Lista -Interrumpí su conversación y lancé una mirada que de seguro había captado enseguida, mi venganza pronto llegaría.

Apenas Rubén notó mi voz, desvió sus ojos de Daphne, para poder acoplarlos con los míos, suavemente sentía esa suave sensación de que era elevada, de que giraba y sentía esas interminables cosquillas por casi todo mi cuerpo.

-Okay, Okay, ya entendí, los dejo -Carcajeó Daphne, dio pequeños golpes en la espalda de Rubén y salió saltando directo a su habitación.

Apenas desapareció de escena, Rubén tomó de mi mano y me acercó de un solo tirón para que sus labios alcanzaran mi mejilla derecha.

-Luces... muy bien ¿Sabías? - ¿Era idea mía o había hecho un comentario sobre mi vestimenta? Creo haber mencionado que nunca lo hacía, era... una señal.

-Gracias -Sonreí escondiendo mis mejillas sonrosadas- Puedo decir lo mismo, bueno... es igual, siempre -Carcajeé.

Solo rió conmigo y cruzó un brazo por detrás de mi cuello para así salir del departamento.

Hacía frío, pero como siempre he dicho "Ante todo; digna" Detestaba parecer un esquimal, miles y miles de chalecos, bufandas y guantes... no era nada de mi estilo y sabía lo mal que lucía cuando mi madre exageraba sobre el clima. Gracias al cielo, esa noche había decidido ir a cenar a solas con papá.

Subimos a su auto y nos pusimos en marcha. Destino: La gran y hermosa casa de Amy.

-Dios, hace frío, deberías abrigarte -Me comunicó mirando mi vestimenta en uno de los semáforos en rojo.

Me gustaba que se fijara, pero no en extremo.

- ¿Ahora eres mamá? -Reí rodando los ojos.

-Lo digo porque pareciera estar a punto de llover y tu andas vestida como si fuese un caluroso día de verano -Rió sin dejar de mirar hacia el frente, era adorable verlo manejar con tanta profesionalidad.

Estoy Enamorada De Mi Mejor AmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora