Capítulo 24 : Besos fugaces

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Representante-jefe

Me siento en la cama después de dar vueltas y vueltas intentando dormir. Sin éxito.

¿ Dónde está Claris ? Ya han pasado dos eternas horas. Sé que seguramente tendrá un montón de preguntas que hacerle a la tiklyn ¿ pero dos horas ?

Tendría que haberme quedado con ella , maldigo en mi cabeza. O tendría que haber ido a buscarla pasada una hora.

Toc , toc.

- ¡ Claris ! - suspiro aliviado.

- Hola representante-jefe. Acabo de terminar de hablar con Cristinne.

- Pasa - abro más la puerta y antes de escucharla replicar la arrastro dentro.

- Hemos hablado de tantas cosas... En general se parecen mucho a nosotros , solo que es como si nosotros vivieramos en la edad media y ellos unos años más adelantados de lo que deberían ser.Tienen una bebida que se llama alcohol , una ceremonia como la nuestra en el que eligen su trabajo, les asignan un compañero... Cristinne dice que también se aburre allí , que te sientes vigilada constantemente. Piensa que la gente no tiene corazón y solo les preocupa su apariencia.

Lo que me cuenta sacia la enorme curiosidad que tenía , y me tranquiliza al ver que no ha habido ningún peligro.

Pero podría haberlo habido. ¿ Que pasaría si no hubiera vuelto despues de dos horas ?

- Veo que te lo has pasado muy bien.

Me mira frunciendo el ceño.

- ¿ Estás enfadado ?

- ¿ Tú que crees ? - noto la sangre correr a toda velocidad por mis venas - ¡ Has estado ausente dos malditas horas !

- ¿ Pero estoy de vuelta no ?- sonríe triunfadora.

- ¿ Es que no lo entiendes ? ¡ No puedes hacer eso Claris ! He estado esperando dos eternas horas sin saber si estabas viva o muerta. ¿ Es que acaso no te preocupo ni un poco ? ¿ No podría haberme quedado contigo ? ¿ Por qué no has venido antes a decirme que estabas bien ? Has estado sola con una chica de otra especie que seguramente es mas fuerte que tú, y que no conoces de nada. ¿ Como quieres que me sienta ?

- Ei - me agarra de la mano para que deje de dar vueltas por la habitación - Siento no haberte avisado.

Doy un largo suspiro y cierro los ojos intentando relajarme.

- Pero estoy aquí , frente a ti- apoya una de sus manos en mi mejilla - Todo ha salido bien.

No soy capaz de despegar mi mirada de la suya. La luz baila alegre sobre sus ojos . Por una vez , los encuentro totalmente rebosantes de felicidad. Una felicidad pura.

- Lo siento - esboza una sonrisa tímida bajando el brazo.

- ¿ Por qué ? - pregunto confundido.

- He estado acariciando tu cara todo el rato sin darme cuenta - ríe poniéndose colorada, y solo entonces me doy cuenta de cuanto echo de menos el tacto de su piel sobre la mia.

- No tiene importancia - dudo un momento sobre lo que voy a hacer - pero esto , si lo tiene.

Atrapo sus labios en un beso suave y contenido.

Temeroso de haberla fastidiado , levanto la vista para encontrarme con su mirada.

Y su boca busca de nuevo la mía.

Ojalá me hubieran emparejado con alguien como ella.

Espera.

- La ceremonia - me despego de ella sujetándola por los hombros.

- ¿ Qué pasa con ella ? - sigue mirando fijamente mis labios y yo pongo todo mi empeño en no quedarme observando como los suyos están rojos e hinchados .

Como odio tener que joderlo todo.

- Mañana tienes tu ceremonia , Claris - me paso las manos por el pelo - Te emparejarán con alguien para el resto de tu vida. Y ese no seré yo.


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