Capítulo 2.

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Pasando el tiempo me di cuenta que el mejor momento que me pudo pasar fue la tormenta de hielo en Dallas fue ese auto y ese cemento resbaloso que cambio mi vida con esa gran mujer adentro. Con la edad que tengo me ha enseñado demasiadas cosas, que es la moral y la disciplina al igual que el respeto y una enseñanza sobre la educación, la señora Patricia me ayuda a clases particulares, era maestra de las mejores pero con la decaída que tuvo con el tabaco lo dejo todo, ahora está mucho peor, dice la señora Patricia una frase que nunca se me olvida y ronda por mi mente: 'De algo vamos a morir, ya sea una enfermedad, un viejo amor, o tu propio destino predicho, solo el tabaco es mi elección'.
Muchos amigos que vienen a visitarla dicen que lo deje, que es una mujer fuerte pero ella es terca y no lo deja, en fin. Quiero disfrutar el tiempo necesario con ella.
Gracias a su ayuda pude conocer la susodicha "Escuela", mi notas sobresalieron con mis maestros particulares que decidieron meterme a la escuela North Dallas High School gracias a mis notas, ya se imaginaran cuantos años han transcurrido.
Esa escuela fue el peor error, sufrí bulling por mi manera frágil, no me gustaba causarle problemas a Paty, ella me lo dio todo para estudiar y ser expulsada por un problema, me enseño el cambio de cuerpo de una mujer y la seguridad de mi misma, después de terminar la High School pude entender que esas chicas no tienen futuro por ser popular o agrandar su estereotipo de cuerpo plástico, la mente sobresalen en todo y eso a ellas les falta. En fin, después de sufrir maltrato psicológico pude terminar la escuela y ahora decido desarrollar mi carrera que sea lo mejor para mí, me encanta el arte es una pasión que tengo el pintar cosas abstractas o acuarela, pero todo cambio cuando empezaba a ver por mi carrera...

-Paty ¿Te ayudo con las bolsas?-. Pregunte saliendo de la cocina, Paty cargaba las bolsas, me sonrió.
-Claro cariño, gracias.-me dijo mientras las dejaba en la barra de la cocina.-¿Cuéntame cómo te fue con la búsqueda de universidad especialmente en pinturas?

Deje las bolsas y camine para cerrar la puerta principal.

-Excelente.-dije cerrando la puerta.-Tiene buenos maestros aparte te enseñan literatura y expresión teatral y sin fin de cosas más, y con la beca que me dieron pueden darme un buen descuento.-dije abrazándola por los hombros.
-Suena excelente cariño, piénsalo bien.-dijo mientras sacaba las compras y las guarda en la alacena
-Lo hare.-dije dejándola y yendo por una manzana.-¿A ti como te fue Paty?

Paty dejo toda su acción y me volteo a ver con seriedad y tristeza repentina.

-Los doctores me dicen que lo deje pero ya no serviría de nada.-suspiro pesadamente.-Mi corazón no soportaría otra pitada mas.-rio con el chiste para aflojar el aviente pero logro hacerlo más tenso.- Lo lamento, sé que no querías escuchar eso Madeleine pero no puedo hacer más, mi destino está predicho, solo quiero disfrutar lo poco que me queda de vida, me veo muy vieja para tener tan solo sesenta y uno de años.
Trague duro.
-¿Y tu hijo? ¿No es un gran empresario ecologista? Puede ayudarte.
-Ese bastardo ni lo nombres, no he sabido nada de él en estos meses y ya me harte de buscarlo.

Patricia tiene una forma poca cariñosa para referirse a lo desagradable a su punto de vista pero ama a su hijo más que su vida, desde pequeña me contaba sobre él, ahora tiene veintitrés años y vive como un rey con sus planos ecológicos, ahora que su madre está mal no puede llegar al menos contestar el puto teléfono o un e-mail.
Lo mejor sería que le contestara antes de que ocurra algo grave o no se lo perdonaría toda la vida.

-¿No quieres ir a verlo?-pregunte con esperanza de conocer Londres con Paty.
Paty y yo tenemos tantos lugares que queremos visitar pero por mis estudios los atrasamos y ahora con su enfermedad no tiene la fuerza suficiente para hacerlo realidad y prometo cumplir este sueño de las dos juntas aunque ella este arriba en el cielo.
-No quiero, no puedo, estoy muy mal para ir a verlo, me agoto demasiado.-dijo tomando asiento y mirándome mientras se pasaba las manos por su cabello gris.-Tan solo quiero descansar estos días al máximo y vivirlo con calma.

Ese día nos dedicamos en ver películas y disfrutar de la compañía de las dos juntas, no sabía cuánto Paty pudiera llegar a estar bien, cada día se agota más y más, mientras intento pasar el mejor tiempo con ella a mi lado, esa mujer me enseño tanto de la vida que si no fuera por ella estuviera todavía en la calle o embarazada por un violador, así que doy gracias a Dios por ponerla en mi camino.
Cada vez que veía a una niña en el parque siendo abrazada por su madre, yo veía a Patricia como mi súper heroína que llego a salvar el día, cumplir mis caprichos, berrinches y pubertad y con ello más cosas, ahora quiero progresar como persona para así demostrarle a mi misma y a ella que la vida es hermosa cuando te lo propones y siempre habrá malas rachas pero eso hace ver lo especial que llegan a hacer los días buenos.

-Gracias por todo Paty, te quiero mucho.-dije mientras la dejaba en su cama postrada.


Paty sonrió y con los ojos cristalinos me miro.

-Gracias a ti por ser mis días aburridos a hacerlos felices, por demostrarme que todavía puedo cuidar niños maleducados.-dijo riendo y causándome gracia hasta que tocio fuertemente, haciendo que pare la gracia.-Te quiero mucho Madeleine y recuerda que la vida te abre muchos caminos y siempre elige la que tu intuición quiera, de ella depende tu felicidad, nada es fácil pero no imposible, tu eres una persona fuerte y no dejaras que nada te destroce y menos un chico, confió y creo en ti Madeleine, Te quiero mucho hija.-dijo con lágrimas, me abrazo mientras sollozaba, duramos unos minutos, hasta que le di las buenas noches y me fui a dormir en los brazos de Morfeo.

Inseguridades.Onde histórias criam vida. Descubra agora