Parte sin título 14

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Eran las cuatro de la tarde cuando llegamos a la casa de Sebastián, era hermosa, alejado de lo exterior con vista al lago enfrente. Me sentía una princesa.

-Mad.-dijo Sebastián bajando mis maletas para seguirlo detrás de él.
-Esta es mi casa de campo, siempre estoy aquí cuando me estreso del trabajo, de mí y todo lo que me abarca.-hace un pausa y me deja entrar a la casa.-Estaremos aquí por esta noche y dos días más, mientras me arreglan el nuevo apartamento que acabo de comprar, como es nuevo el departamento...

No preste atención a todo lo que decía por ver su hermosa casa, cuando entre pude ver que en la izquierda estaban las escaleras para subir al piso de arriba, y a la derecha está el comedor y después el baño. Tiene una cocina pequeña pero bien equipada, un estéreo con grandes discos y hasta el fondo hay una gran sala con una televisión plana, una mesa de billar y un bar.

-Sí que tomas un gran descanso.-dije mirando cada pequeña cosa amueblada en esta casa.
-No es gran cosa.-dijo mirando todo sin importancia.-Un día te llevare a la casa de Maximiliano, te va encantar.-me decía subiendo mis maletas arriba, lo seguí.
-¿Quién es Maximiliano?-.pregunte dudosa.
-Es un gran socio de negocios.-dijo Sebastián, poniendo mis maletas en una cama gigante, era hermoso el cuarto.
Al subir arriba te dirige a un cuarto hermoso y tiene una puerta a lado puede ser... la del baño.
-Oh...-.dije mirando alrededor.- Es hermoso el cuarto.-dije mirando el estilo. De madera las paredes de color azul cielo y muebles negros con su ropero bien pulido al igual que el mueble color negro, sin rastro de polvo.
-Aquí dormiremos los dos.-dijo Sebastián.
En ese instante me puse roja, no dije nada, soy una conocida y estoy invadiendo su espacio...
-Está bien.-dije mirando otro lado menos su cara.
Sentí su cercanía, su tacto frio toco mi barbilla y me hizo voltear a verlo.
-¿Segura o quieres que duerma en el sillón? Perdón por esto Mad, pero nunca pensé traer aquí a alguien, eres la primera.-dijo mirándome con sinceridad en su mirada.
-Está bien Sebastián.-dije intentando suspirar y recobrar el aliento.- No te preocupes, solo quiero mi espacio de la cama.-dije intentando no pensar que Sebastián va dormir a mi lado. El hombre que toda mujer desea.

Sebastián sonrió y ledevolví la sonrisa, me dio un beso en la frente que hizo que mi estómagorevoloteara.
-Iré por comida, ahorita regreso.-dijo desapareciendo de mi visión.

Sebastián tiene su cama volteando a la pared que tiene una gran ventana que daa todo el paisaje del lugar que nos rodea. Esto es embriagador, acomode un pocomis cosas porque solo duraremos tres días aquí, saque lo indispensable. Suspirey volví a mirar la ventana y me di cuenta que en la esquina de la ventana hayuna puerta transparente que la atasca una silla, me quede intrigada. Quite lasilla y abrí la puerta, era un hermoso balcón, pude ver un... lago. ¿Por qué no?

Colgué mi toalla en la silla que estaba afuera de la casa. Mi traje de baño erablanco, me acerque poco a poco con miedo a que estuviera fría, metí mi pie enel lago y estaba caliente, perfecto.

Nunca pensé que viviría esto, no estaba en mi alcance y mucho menos en misposibilidades, después de esa noche de invierno, mi vida cambio.

Sebastián Anthony Wasley Maximilian

Salí por comida, no quería que se sintiera incomoda con mi presencia Madeleine,en el camino pensaba si en verdad hice bien, mi madre estaría orgullosa de mi,Madeleine se merece mucho más.
Fui al super para hacer las compras de los tres días, no le avise a la señora delaseo que iba estar en la casa estos días con tiempo para que comprara comida. Tomefruta, verdura, carne, pasta, mermelada, tostadas, leche y pastelillos. HonestamenteMadeleine es de físico pequeño y necesito rellenarla.
Me forme y enfrente de mi había un carrito con un bebe que me miraba con susojos marrones.
Le sonreí y empezó a llorar. Mierda.

Llegue a la casa estresado, la señora no podía callar al bebe y yo solo miraba distraídamentela etiqueta de la mermelada sin querer voltear a ver a la señora.
Cerré la puerta detrás de mí y me acerque a la isla de la cocina para dejar lascosas y sentí aire fresco entrar a la casa ¿La puerta estaba abierta cuando salí?Cuando estaba a punto de cerrarla bien, vi a alguien nadando. Achine los ojos ypude ver mejor. Madeleine estaba nadando en el lago, se veía hermosa.
Tenía una sonrisa y el pelo mojado, su estatura no es tan alta como la mía y elagua le llega hasta los hombros casi el cuello.
-¡Mad!-.la llame divertido de verla feliz.
Paro de nadar y me miro, me saludo para después acercarse a la orilla del lago.

No miento cuando digo que el tiempo paro cuando Madeleine salió de lago, esetraje de baño blanco le quedaba a la perfección acentuando cada curva de ella,sus piernas largas y desnudas viniendo hacia a mí y esa cara angelical memiraba con una tímida sonrisa, cada atributo de Madeleine esta echo a la perfección.
Sentí que algo apretaba y molestaba por salir de mis jeans.

Mad tomo la toalla y se secó para después cubrirse.
-¿Qué trajiste?-.dijo mirándome.
-Cosas para preparar.-dije con voz muy ronca, intente aclararla.-Vamos.-dijecon una sonrisa.
La guie a la cocina y saque todo de la bolsa.
-No sabía que querías así que traje casi toda la tienda.-dije riendo y ella rióconmigo mientras algo crece en mi interior de felicidad.

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Perdón por apenas subir capítulo después de meses, las tenía abandonadas, ¡Perdón!

Espero que les haya gustado.    



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⏰ Última atualização: Jan 02, 2016 ⏰

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