Una Historia Azul

Capítulo 4

Adrián.- Bueno y ¿cuántos años tienes?
Azul.- 18 añitos. ¿Tú?
Adrián.- 20. Y ¿qué haces por Madrid? Porque me imagino que no eres de aquí.
Azul.- No, soy de un pueblo de La Mancha, pero me he venido a Madrid a estudiar audiovisuales.
Adrián.- Asi que has venido a independizarte y a estudiar.
Azul.- Independizarme, ya estaba independizada. Me independicé a los 16 porque en mi pueblo no había bachiller de artes y me tuve que ir a otro. Asi que se me hace mas facil vivir aquí.
Adrián.- Joder, yo que tengo 20 y aún no me he independizado.
Azul.- Es un poco mierda porque te tienes que poner a trabajar y compajinar estudios con trabajo es dificil, pero bueno.- En ese momento, mi skate se engancha en una baldosa que sobresalía un poco y yo salgo volando hacia alante. Toco el suelo, primero con las manos puestas adrede y despues con el resto del cuerpo. Me ha dolido, no poco, pero mi teoría es que ese dolor ya se pasará y no le tengo que hacer caso.
Adrián.- Ostias, ¿estás bien?
Azul.-.Si, si. Tranquilo. No es nada.
Adrián.- Si es, mira tu calvícula está sangrando. Vamos al bar ese y te curo. Ven.- Me da mi skate y se encamina al bar con prisa. Me miro la clavícula y la verdad es que es bastante grande la herida. Me duele también el brazo ya que lo tengo raspado. Una vez en el bar me "obliga" a sentarme en una silla mientras que él se encarga de todo. Vuelve con un mini botiquín. Saca algodón y agua oxigenada.
Adrián.- Ven aquí.- Me acerco un poco y concentra su mirada en mi herida. Yo le miro, es bastante guapo la verdad. Pero no he venido aquí para enamorarme, he venido aquí a estudiar y nada más. Ya habrá tiempo de enamoraese. En un momento dado coinciden nuestras miradas y me sonríe. Quita el algodón de mi clavícula y coge otro, ahora impregnándolo con betadine. Cuando apoya el algodón en la herida noto el ardor por toda la zona. Hago um ruido de queja y él quita el algodón de mi herida.- ¿Estás mejor?
Azul.- Si, muchas gracias.
Adrián.- No hay por qué darlas.- Me sonrie y se sienta en una silla.- ¿Quieres algo? Yo invito.
Azul.- Vale, quiero agua
Adrián.- Agua en un bar, ¿tu estás loca?
Azul.- Solo he probado un trago de bodka en mi vida. No he probado alchool y no lo pienso hacer hoy, justamente cuando me he caido
Adrián.- Bueno vale pero a la próxima pruebas una cerveza.
Pasamos hasta las 2 de la madrugada allí hablando animadamente. Me cuenta de que es de Asturias pero lleva un tiempo viviendo aquí. Tiene una hermana pequeña que es la que conocí el otro dia y vive en Asturias con su madre. Él vive aquí con su padre. Cuando terminamos se ofrece a acompañarme a casa pero insisto en que no hacía falta yal final quedamos en que luego nos llamaríamos.
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Me despierto sola, sin nada que me despierte. Miro mi móvil, las 10. No es mala hora. Voy a la cocina y me preparo el desayuno. Tazón de leche con cereales. Cuando termino de desayunar le pongo comida y agua a Blue en sus comederos y voy a mi cuarto de nuevo. Parece que Beth no está despierta. La herida de la clavícula, anteriormente tapada con una tirita grande, me sigue doliendo mucho. Decido no darle importancia. Me acuerdo de que aún no he hecho la compra y estoy viviendo de lo que me traje del pueblo. Será mejor que vaya a comprar chocolate antes de que Beth se despierte o se va a armar una bastante gorda. Me pongo un chándal ya que va haciendo fresquito y voy en busca de un supermercado. Encuentro un mercadona y entro sin pensármelo dos veces. Voy a donde el chocolate y cojo 4 botes de nocilla para Beth. Doritos para mí y lo necesario en plan pasta, arroz, huevos, fruta y cosas así. Pago y me voy. Cuando voy a abrir con las llaves la puerya del piso oigo un grito de frustacíon.
Beth.- NO HAY CHOCOLATE.
Paso sin pensármelo dos veces,voy directa a la cocina y le pongo un bote de nocilla en la cara. Sonríe ampliamente y me mira.
Beth.- Te quiero, lo sabes.
Azul.- Si si.
Beth.- ¿Qué te ha pasado en la clavícula? Y... ¿Por qué llegaste tan tarde anoche? Te escuché llegar.
Azul.- Me caí con el skate. Y llegué tam tarde porque me quedé con Adrián en un bar. Hoy puede que quedemos otra vez y si que no te vas a librar
Beth.- Vaaale... Tienes una mirada especial. Como si estuvieses enamorada
Azul.- Si o que, no digas idioteces y comete el chocolate que creo que necesitas azucar.
Me suena el móvil y veo que es una notificación de twitter. Adrián Justel te ha empezado a seguir. Pero... ¿Cómo? Si yo no le dije mi twitter...