Capítulo 7

157 15 2
                                    

—Wow...—se interrumpe mirándome con una mezcla de emociones al tope, entre sorprendido, asombrado y yo agregaría atontado a la lista.

Miro a Nafeesah confundida, este hombre frente a mi, yo frente a él, jamás lo he visto antes, ella sonríe mientras rueda los ojos.

Miro a todos lados y a ninguna parte al mismo tiempo, pero sus ojos me estudian con tal sutileza que es imposible pasarlos de largo, un rayo de sol atraviesa su rostro marcando sus rasgos incluso me percato que esta usando un turbante alrededor de su cabeza.

Aprieto mis labios asintiendo lento esperando que pronuncie palabra alguna, pronto me dedica una pequeña sonrisa recuperando su antigua postura, pasa sus dedos lenta y pausada sobre sus labios haciéndome saber de ellos sin lograr tocarlos.

—Siento mi lenguaje corporal tan poco...—carraspea haciendo un puño con su mano dando pequeños golpes en su boca.

—¿Explícito?—termino en su lugar.

—Educado—finaliza encogiéndose de hombros, la mirada que me dedica en su honor me tiene interesada, las pupilas de sus ojos son tan claras como el mar azul a tempranas horas de la madrugada, es curioso porque no sabes si es a ti a quien esta mirando realmente o alguien más allá de tu persona, hipnotiza ese color entre azul grisáceo transparente, debajo de sus cejas marcadas pintadas en negro humo.

Me percato que aún mantengo las finas hojas de papel cuando tenso mis brazos cayendo en mi manía de abrazarme a mi misma, pronto se da cuenta de mi acción haciendo el mismo movimiento decido entregarle lo poco que queda de ellos sino es que todas las demás han caído lejos de nuestro propio alcance.

—¿Porqué me miras de esa manera?—pide pensativo mientras me debato en mi interior buscando una respuesta concreta por el fino toque entre nuestros dedos.

—¿No es eso lo que hiciste tú hace un momento?—acierto y lo se porque una oleada que proviene del viento intenta arrancar los papeles de sus manos, y casi lo logra en el intento, por lo que decide guardarlos en su maletín.


—Cabe mencionar que ambos lo hicimos—rectifica acercando su rostro cerca de mi oído.

—De acuerdo—dice Nafeesah haciendo que recuerde que hay alguien más a nuestro lado—Esa ha sido mi señal, me voy—saca un par de billetes de su cartera entregándolo al supuesto comerciante, tomando entre sus manos un velo que no había antes, color coral.

A mi costado él se tensa de inmediato, Nafeesah lo catapulta con una mirada en silencio lo que hace marcar sus labios en una dura línea en desaprobación.

—Te dejo, iré con mi tío—se dirige a él guardando la tela en su bolso.

—No puedes ir sola—riñe ante sus palabras.

—Perfecto, ya puedo cuidar de mi misma—ignora su acometida mirando en mi dirección—Maya, fue un gusto encontrarte hoy—coloca una mano en mi brazo frotándolo cariñosamente.

—El gusto fue mio—coincido.

—Allah te bendice—sonríe—por favor, lleva contigo ese hermoso velo, te vendría muy bien.

—Lo pensaré—discrepo, además de eso he olvidado traer dinero conmigo, de nuevo. Pero en cuanto lo digo ella alza las cejas sorprendida, me insta a mirarlo a mis espaldas alzando su cabeza.

Antes de lograr mi objetivo anticipa mi movimiento parándose frente a mi colocando la fina tela en mi cuello siendo que él, la sostiene por ambos extremos y en cualquier momento podría acercarme a su figura.

Exquisita Seducción©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora