Capítulo 10. Parte 1.

108 9 1
                                    

Inmóvil, me doy cuenta que mi respiración se ha vuelto pesada y ligera al mismo tiempo, siento los latidos de su corazón martillar al mismo ritmo que el mio, unidos por un compás, no puedo negarlo la sensación es agradable, lo único que impide mi gloria total es que no estamos frente a frente, tal vez ayudaría a mi curiosidad interna incluyendo la oportunidad de mirar sus ojos oscuros tan cerca como un suspiro, ese escalofrío recorre mi espina dorsal lentamente, mi piel refleja lo que soy, refleja mi deseo de mantener el sentimiento el mayor tiempo posible, pero no se que hacer, si moverme o dar media vuelta, suspirar, hablar, aunque no tengo la más mínima idea de que decir y al parecer como actuar frente a él de la manera correcta era un eufemismo.

Todavía seguimos dentro del armario, con trajes y elegancia por doquier siendo que no tengo muy presente como llegó, por lo que muy a mi pesar me separo de su cuerpo confortable decidida a encarar sus preguntas, no puedo imaginar cuán ridícula me veo husmeando donde no me llaman, siento una tensión de inmediato, se palpa en el ambiente de un momento a otro, desconozco sus razones y no es como si quisiera saberlas, corrección tal vez sí, pero estando en un lugar tan reducido, mi mente no me permite rodar los engranajes de un modo coherente.

Sólo que antes de dar media vuelta por completo, toma la parte inferior de mi espalda acercandome a su pecho aún semi-desnudo, si no fuera yo diría que luce como una de tantas películas de hollywood, donde la chica cae en los brazos del protagonista, el hilo de mis pensamientos apaga su curso, cuando cubre mi boca con la palma de su mano y a un segundo de comenzar a protestar, sin apartarla acerca su rostro al mio moviendo su dedo índice contra sus labios, pidiendo silencio, eso anoto como una indirecta para centrar mi atención en ellos, si ese era el plan claramente logro su acometido, si creía que el espacio del armario era reducido, ahora es mucho peor cuando estamos compartiendo el mismo aire, a menos de un centímetro de mi, por supuesto que la oscuridad no me permite mirar sus facciones, hasta que siento una sutil caricia por el largo de sus pestañas, no sé lo que eso implique, podría haber cerrado los ojos, podría haber visto mis labios, justo como lo he hecho hace un rato, aunque eso se mantiene fuera de juego si esta ocultándonos de alguien, el caso es ¿de quién se esconde?

Rectifico, esto me incluye así que ¿de quien nos esconde?

Él se hace notar como un hombre intocable en ningún sentido en concreto, un hombre sin miedo, ¿Quién lo tiene así? tal vez son sólo imaginaciones mías saliendo a flote sin poder amarrarlas de regresó.

El sonido de un objeto impactando me despierta en alertas, me muevo como impulso más no por conocimiento, aunque otra vez me toma pero más fuerte y decidido esta vez pero sin lastimarme, es definitivo, necesita de mi silencio. Termina con la pequeña distancia que dejamos atrás, mis brazos están rígidos a cada uno de mis costados con la tentación que eso implica, si no me equivoco estoy a un impulso de palpar esta escultura que Dios llamo "hombre".

La razón me súplica no intentarlo y necesito cumplir mi palabra, pero en este momento no es tentación lo que me tiene así, es tortura al no poder tocar ese fuego en llamas llamado paraíso. Cierro mis ojos en respuesta e intento rescatar lo único que me mantiene cuerda pero es imposible si estamos solos prácticamente, sin mencionar que lo prohibido es más excitante cuando implica a dos personas.

¿Soy yo quién esta pensando eso? ¡cielos! mi mente es un mar de pensamientos cuando Adonis esta cerca del radar, me es imposible dejar de tomar cualquier dirección en su presencia, se lo que esto provoca y la verdad no quiero aceptarlo, eso trae a mi mente el encuentro fortuito de hace unas horas, mi intención es salir huyendo fuera de su alcance y justo ahora he terminado como película de hollywood pero ¿Quién no lo haría si tuviera la oportunidad de cruzar con él?
Por supuesto, que jamás lo diría en voz alta.

Exquisita Seducción©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora