Celeste (Harry Styles)

NENA

-Hola Celeste ¿entramos?

Asentí. Todo era muy extraño, nunca había hablado con Harry y ahora, de repente, tenía que preparar hasta la fiesta de invierno.

Entramos dentro de la clase y nos sentamos al rededor de una mesa.

-No se porque estamos aquí, si nosotros hasta que no digan la temática no podemos avanzar. Por lo menos nos podrían dejar irnos a casa ¿no crees Celeste?

Estaba nerviosa y era incapaz de hablar, solo mover la cabeza para afirmarle.

-Bueno pues... Cuéntame algo sobre ti, no se.

-Mm... Pues soy Alemana.

-¿En serio? No tenía ni idea y ¿que tal es Alemania?

Por que Harry estaba empeñado en hablarme por dios, así era imposible hacerle caso a Liam y a Sophia.

-Bien...

No dije mas. No sabia que mas decir. Estaba muy nerviosa y no quería romper la promesa.

-Veo que no quieres hablar... ¿Vas a estar cinco horas callada?

Harry tenía razón. No iba a pasar todo el día encerrada con el y aun encima no hablarle por los nervios y por algo que había pasado entre ellos.

Ahora que lo pienso... Podría aprovechar y preguntar por que ya no eran amigos.

-Oye Harry... ¿Por qué ya no os habláis Liam, Louis, Sophia y tu?

Durante el tiempo que llevábamos aquí Harry había tenido una sonrisa en la cara, pero ahora era una simple mueca.

-¿Qué te han contado ellos?

-No me han dicho nada. Bueno, tampoco les he preguntado mucho.

-Y por qué crees que yo te iba a contar una mierda si no somos amigos.

Miedo. Eso sentía ahora mismo.

El día anterior Harry había sido amable y ahora solo me provocaba miedo. Su rostro no reflejaba nada.

-Yo... Lo siento.

Tartamudee y agache la cabeza temblando.

Oí un suspiro proveniente de Harry. También note como se acercaba a mi y luego me subió la cara para mirarlo e hizo una mueca similar a una sonrisa.

-Perdón es solo que no me gusta hablar de ello nena.

¿Nena? ¿Cuando le hice pensar que podía llamarme así?

-¿Perdón?

-Perdonada.

Se estaba riendo de mi en mi cara.

-Me refiero, el nena de done salió.

Al segundo note como Harry iba a hacer una de sus gracias por la sonrisa burlona que tenía.

-No se quién inventaría la palabra, pero fue un genio. La verdad es que no se me ocurre como alguien puede inventarse la palabra "nena". ¿Tu que crees?

Simplemente rodé los ojos y me di la vuelta para alejarme. Uno, porque Harry me había molestado y segundo, estaba demasiado cerca de él para mi gusto.

Pero Harry tenía otros planes. Me agarro del brazo, haciéndome girar. Cuando estuve otra vez mirando en dirección de Harry, estiro de mi, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera sobre él.

Al segundo me sonroje e intente separarme, pero unos fuertes brazos me sujetaban en forma de abrazo.

Tosí para aclararme la garganta del nerviosismo y comencé a hablar.

-Podrías... Ya sabes mm, soltarme.

-¿Por qué? ¿Estas incomoda?

Ahora que me paraba a pensarlo, no estaba incomoda, solo avergonzada.

-Bueno... No. Pero quiero que me sueltes.

-Mmm... No, así estoy bien.

Rodé los ojos y resople. Como no iba a soltarme comencé a analizar todo.

Los músculos relajados de Harry, su aliento chocando contra mi frente, enviando un escalofrío por toda mi columna vertebral y por ultimo, su olor a rosas.

Era un olor poco masculino. Pero mezclado con el olor de Harry, creaba una fragancia embriagadora que podría pasar horas oliendo.

De repente, escuche a Harry soltar una risita.

-¿De qué te ríes?

-De ti, básicamente.

Lo detestaba. Y era bipolar. Y era guap... No, no. Liam, Sophia y Louis te han advertido. No tendrías que pensar ni siquiera en su olor.

O dios, eso es de psicopatía estoy segura. ¿Ir oliendo por ahí a la gente? Dios...

Apoye mis manos en sus hombros y le empuje un poco. Harry comprendió que quería que me soltara y así hizo.

-Me gusta que te guste.

¿De qué hablaba? Fruncí las cejas en signo de confusión.

-Mi olor corporal y el olor a rosas. Es bastante sexy el como describes mi olor nena.

Me quede inmóvil y completamente roja. ¿Lo había dicho en alto? O dios, quería morirme ahora mismo y que la tierra me tragara.

-Yo... Lo siento, no era mi intención decirlo en alto. Lo...

-¿Por qué te disculpas? Me has hecho un cumplido.

-Pues... ¿De nada?

Harry comenzó a carcajearse hasta llegar el punto de agarrarse el estomago. Tampoco había hecho tanta gracia ¿o si?

-Si que ha hecho tanta gracia nena. Al menos a mi si.

¿Cómo sabía que estaba pensando en eso?