Este es el día más especial del año.
Y no, no es Navidad ni mi cumpleaños.
Hoy es la feria de ciencias de nuestra escuela; y junto a Mark, un compañero de clase, ganaremos el primer lugar.
Mark es uno de mis mejores amigos, un chico de mi tamaño, de piel blanca con ojos verde oscuro y cabello negro.
No he podido dormir en toda la noche, estoy muy ansiosa por el evento y me siento muy confiada. Hemos estado trabajando en esta máquina hace 4 meses, no podemos perder; nada ni nadie nos alejará del trofeo.
Aún puedo ver a Pokémon durmiendo fuera en los árboles, el cielo está oscuro y no hay ninguna señal del amanecer. Si bajo a prepararme ahora, seguro mis padres me regañan.
Nunca había estado tan contenta de que la alarma de mi celular haya sonado, eran al fin las 6:00 am. Literalmente salté de mi cama al baño, y luego de vestirme bajé a desayunar.
-Buenos días cariño-saludó mi madre.
-Buenos días mami-saludé y me senté a tragar mi desayuno.
-¿Cómo está mi pequeña?-entró mi padre y acarició mi cabeza.
-Papá no soy pequeña, ya crecí mucho-dije orgullosa.
-Apenas tienes 9 años, espero que sigas queriendo ser grande cuando lo seas...
-¿La feria de ciencias es hoy?-preguntó mi madre sirviéndole el desayuno a mi padre.
-Sip, y creo que ya debería irme-me levanté y corrí a la puerta-¡gracias por el desayuno, adiós!
Mientras corría podía sentir la victoria cada vez más cerca.
-¡__________!-escuché la voz de Mark a lo lejos.
-Hola Mark, ¿cómo estás?.
-Muy nervioso, no veo la hora para que entreguen mi premio-dijo mientras contemplaba nuestra creación.
-¿Tu premio?-pregunté mientras me ponía mi delantal.
-Sip, me lo merezco ¿no?
-¿Y yo?
-Oh, nuestro premio.
-Hey chicos, ¿cómo van?-saludó Efrain, uno de nuestros amigos.
-Estamos perfectamente, ¿cómo vas tú?-respondí.
-Más o menos, Raynaud echó a perder nuestro proyecto, como de costrumbre-dijo decepcionado- ahora lo está arreglando y no quiere que me meta.
Raynaud es el apodo que le dieron a Baroni, un chico pequeño y delgado; algo torpe quizás, pero siempre se esfuerza mucho para que las cosas salgan bien.
-¿No has visto algo interesante?-preguntó Mark- ¿algo que cuente como competencia?
-Mmm... supongo que la misma competencia de siempre, Clemont.
-¿Acaso no se cansa de hacer trampas? Apuesto que su padre le construye las máquinas-refunfuñó Mark y se cruzó de brazos.
Creo que no he mencionado que Mark es un poco envidioso.
Clemont es un chico rubio y de ojos azules, que cubre con unos lentes circulares. Es el chico más inteligente de la clase. No conozco mucho sobre él, ya que es muy callado y la mayoría del tiempo está en la biblioteca haciendo cosas extrañas. A veces me lo encuentro por la ciudad y nos saludamos, parece alguien agradable.
-Pero nosotros no sabemos eso, y yo dudo que sea así-dije mientras revisaba el proyecto.
-¡No te pongas de parte del nerd!-gritó enfurecido-¡¿te gusta o qué?!