—Lo siento mucho _______ —repitió el doctor. Yo estaba sentada con los ojos perdidos, aun no caía en cuenta de mi situación, de lo que el doctor decía, de lo que significaba, de nada. Simplemente no podía ni quería creerlo.
—Pero, doctor ¿Que fue lo que paso? —le pregunté después de unos minutos de silencio sin siquiera verlo a la cara. Estaba mas confundida que nunca.
—Es una enfermedad terminal —respondió con la cabeza gacha. Si, eso ya lo había dicho y yo ya había entendido, gracias por recordármelo.
—Yo... no sé como fue que la conseguiste, la verdad se han visto muy pocos casos de esto... "Lo único que me faltaba" me quejé para mi misma.
—Solo yo me puedo contagiar de una enfermedad casi desconocida
—______, es muy posible que no te hayas contagiado. Existe la posibilidad de que ya tuvieras la enfermedad en tu organismo, de herencia. ¿De que murió tu madre?
—Murió en un accidente —contestó Louis. Y por extraño que parezca él estaba peor que yo. —oh... Lo siento —tomó aire y cerró los ojos un momento. Estaba devastado. ¿Por que demonios estaba devastado? Se supone que debería de estar tranquilo y diciéndome que todo estaría bien. Cuando vez que tu doctor tiene esa cara es cuando te das cuenta de que probablemente ya no hay oportunidad para ti
— Te prometo que haré lo que pueda para buscar una cura, pasare día y noche investigando. Asentí débilmente sintiendo todo mi cuerpo cortado. Sentía un nudo en la garganta, de esos que te quitan la voz, mi cara estaba inundada en lagrimas y mi cabeza estaba llena de pensamientos deprimentes.
—¿Que precauciones debe tomar? —preguntó mi hermano después de un rato. El doctor carraspeó y se acomodó en su silla.
—Lo único que se es que tus pulmones se irán debilitando de a poco, así que te recomiendo que no corras; no es que te vayas a quedar sin aire, pero es mejor prevenir que lamentar.
—Si, no soy alguien que corra mucho —admití— pero, tengo asma ¿Eso podría empeorar?
—No te preocupes, nada va a empeorar con eso mientras no corras. Ademas, quizás dentro de un mes o más sientas la debilidad, la verdad es muy poco lo que se acerca de esto.
—si no hayan la cura... —habló Louis con al voz entrecortada— ¿Cuanto tiempo podría... Quedarle?
—Unos meses —confesó con dificultad. Solté un sollozo y me levanté de mi silla a abrazar a Louis. Me tomó fuerte entre sus brazos y me dijo palabras de aliento al oído. Palabras que no servían de nada, porque obviamente no era verdad que "todo iba a estar bien".
Dios, esto no me puede estar pasando a mi.
Me separé débilmente de mi hermano y tomé mi bolso.
—Creo que es hora de irnos —dije con voz dura para no soltarme llorando de nuevo. Louis se levantó y suspiró profundamente
—doctor...
—si yo me entero de algo nuevo ten por seguro que te llamaré —muchas gracias
—Él se levanto y me dio un fuerte abrazo.
—sabes que haré hasta lo imposible —murmuró sin soltarme.
—cuento con eso
Se despidió de Louis con un apretón de manos y nos dirigimos al coche en silencio, cada uno iba perdido en sus propios pensamientos asimilando la fuerte noticia. No era algo fácil de digerir. Ni siquiera podía creer que fuera cierto.
Uno nunca se espera que cosas como esa le pasen, siempre pensamos que todo eso como muertes o cosas realmente fuertes son solo cosas que escuchamos de otra gente, pero cuando de verdad te pasa a ti todo es muy diferente. Le llamé a Eleanor, mi mejor amiga y entre llantos le conté todo. Ella no me creyó al principio, por supuesto, pero después me solté llorando y como que cayó en cuenta de que yo no jugaría con ese tipo de cosas.
Llegamos a casa y Eleanor ya nos esperaba afuera, sentada en los escalones. Recibió primero a mi hermano con un beso tierno y un abrazo cálido. Ella lloraba y Louis seguía en en estado de shock. Dudaba mucho que hubiera parpadeado más de tres veces desde que salimos del consultorio.
El tipo de relación que ellos tenían era la que yo siempre había soñado. Ambos se amaban y eso lo sabia de antemano. Se amaban muchísimo, quizás demasiado para mi gusto. Louis era 5 años mayor que Eleanor y ni siquiera se notaba, él no era el tipo de hombre que se creyera mucho solo por ser mayor, ni que presionaba a su novia o se aprovechaba de ella. Dios, la cuidaba más que a mi. Ambos habían estado enamorados desde hacía como 7 años. Y estaba completamente segura de que algún día se casarían. No podía imaginarme a ninguno de los dos con otras personas, era como imposible de imaginar. Él había sido el primero de Eleanor en todo —y estoy hablando de TODO— aunque le pido que se guarde los detalles cuando me esta contando sus cosas.Se separó de él y corrió hacia mi, chocamos con fuerza y nos abrazamos fuertísimo, como si fuese a morir en unos segundos. Ella murmuraba mil cosas rápido y entre sollozos, ni siquiera podía entender bien que estaba diciendo. Y así estuvimos un rato, llorando y gritando abrazadas en la banqueta.
Decidimos ir al parque que estaba al lado de mi casa para poder despejar nuestras mentes aunque fuera un momento y no estar tan tristes.
—pido el del medio —gritamos ambas corriendo a los columpios.Once años de la misma mierda. Me voy a morir ¿Tan difícil es dejarme tomar el mugroso columpio del medio?
Nos quedamos un rato paradas discutiendo hasta que decidimos sentarnos ambas a las orillas y dejar solo el del medio. Yo me quería sentar ahí, demonios. Todas las personas del mundo saben que el columpio del medio es el mejor.
Pronto olvidamos el asunto de los columpios y empezamos a platicar de cualquier cosa, desviando el tema de que casualmente solo me quedaban unos meses de vida. Nos conocíamos desde los 5 años, y desde el primer día nos hicimos mejores amigas.
Siempre estábamos juntos, Louis, ella y yo. Éramos como trillizos inseparables. Nos bañamos juntos varias veces. ¿No es divertido? Ellos se habían bañado juntos antes de que siquiera supieran que... Bueno eso... Que asco, yo estaba presente en su primer baño juntos. Jugábamos todo el día todos los días; nos inventábamos juegos nuevos porque ya habíamos jugado todos los que existían, o de los que sabíamos.
Todo iba totalmente perfecto hasta que Eleanor se empezó a enamorar de Louis, empezó a ser diferente con él y a mi me molestaba un poco porque ella quería pasar mas tiempo con mi hermano que conmigo. Louis me había confesado que también le gustaba.
Pero yo era pequeña, no sabia que hacer. A mi nunca me había gustado nadie y definitivamente no podía darles consejos de amor. Ahora que me pongo a pensarlo, se hubieran ahorrado mucho tiempo si yo le hubiera dicho a Louis que ella lo quería también.
Tratamos de hacer de ese momento uno feliz o por lo menos uno no tan triste, recordando todas nuestras tonterías, nuestras loqueras y cosas así, pero salió peor porque cuando recordaba todos mis planes, todos mis sueños y me daba cuenta de que nunca iba a poder lograr nada de eso me derrumbaba de nuevo y me ponía a llorar peor.
No era algo con lo que pudiera luchar. Era el sentimiento de decepción y tristeza mas grande que había sentido jamas. Sabía esa mierda que dicen de que "al mal tiempo buena cara" ¿De que sirve tener buena cara cuando moriré de todos modos? La maldita cara que tenga no va a cambiar nada. Es simplemente imposible quedarse sentado sin llorar y ponerse a pensar en cosas buenas. Como si sonriendo y diciéndome a mi misma que todo estaría bien fuera a ayudar en algo.Nunca fui una chica atrevida que siempre hiciera todo lo que quisiese. Si hubiera sido así probablemente no estaría tan triste en ese momento, porque sabría que no vivi en vano. Pero al contrario, yo era de esas chicas que siempre se mantenían al margen de todo lo "divertido" o bueno, no lo sé.
Nunca me metí en las drogas ni acudí a fantásticas fiestas salvajes, ni tuve sexo desenfrenado con nadie. Yo era del tipo de quedarme los fines de semana a ver películas con mi mejor amiga y comer todos los dulces que nos cupieran en el cuerpo.
Prefería quedarme metida en mi casa que salir a socializar. Nunca había hecho nada de importancia en mi vida, nunca había hecho nada absolutamente y eso era taaaaaan triste, porque también sabia que me moriría sin hacer nada, simplemente sentada en mi sillón esperando que mi día llegara.
De repente una niña pequeña llego corriendo, tenía como máximo unos 5 años. Se sentó en el columpio del medio y empezó a columpiarse rápidamente, como si tuviera mucha prisa. Nosotras nos limpiamos las lagrimas de la cara y le sonreímos. —hola...—nos saludó la niña sonriente. Tenía los ojos verdes más preciosos y brillantes que yo hubiera visto, y una sonrisa hermosa, aunque preocupada. Abrió la boca para decir algo mas pero un muchacho corriendo hacia nosotras la hizo callar y poner cara de perrito agonizando. —¡Daniel! —exclamó el tipo enojado. Llegó a los columpios y se puso en frente de todas nosotras con cara de pánico.— ¡¿Por que diablos saliste corriendo de esa manera?! ¡Casi te atropellan! ¿Qué demonios estabas pensando? ¿No pudiste solamente pedirme permiso? Yo... Solo no quiero que te vuelvas a escapar así ¿De acuerdo? Las tres lo mirábamos con la misma cara de niña regañada. El tipo intimidaba y más con sus gritos y su cara apretada en una mueca enojada. Aunque tenia un acento ingles demasiado encantador y una cara muy tierna.—Pero Zayn... —reclamó la pequeña a punto de romper en llanto— quiero jugar un rato
—¡No! Regresaremos a casa de inmediato, no debiste de... —empezó a gritar de nuevo. Yo tomé aire. Oh, que no se ponga a gritarme a mi también, por favor.
—tranquilízate amigo, no le pasó nada ¿Acaso no la vez sana y salva? —le dije un poco molesta por como le gritaba. Él me volteo a ver ofendido. Pequeño guapo con acento ingles, parece que no te gusta que te regañen ...
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Mis Hermosos Momentos
RomanceQuizás no te trate tan bien como debería de haberlo hecho. Quizás no te ame tan a menudo como podría haberlo hecho. Pequeños detalles que debería haber dicho y hecho, yo nunca tomé el tiempo. Quizás no te sostuve en esos tiempos solitarios. Y creo q...