—Nosotras estábamos aquí con ella y no dejaríamos que le pasara nada, vamos, deja que se quede aquí un rato, solo quiere jugar, nosotras la cuidamos.
—Si Zayn —me apoyó Daniel. El guapo vio a Eleanor un segundo, luego a mí y al ultimo a Daniel, suspiró y se pasó la mano por su cabello despeinado.—Está bien, es que, Daniel, yo podría haberte traído si tan solo no hubieses salido corriendo así —dijo con una media sonrisa muy tierna. Después posó su mirada en mi otra vez
—gracias, yo me quedare con ella.
—¡Genial! ¿Cómo se llaman ustedes? —nos preguntó Daniel con una ancha sonrisa de satisfacción. —Yo soy Danny y el es mi hermano Zaic.
—Zayn —corrigió el, con una sonrisa tierna, mirando a su hermana.
—Yo soy _______ —me presenté— y ella es Eleanor.
—Muchísimo gusto —dijo ella y su mirada se desvío casi mecánicamente hacia el otro extremo del parque.
—Mira _______ ¡Venden helados ahí!
—¡Oh, vamos por helado! —exclamé emocionada.
— ¿Quieres uno Danny?Zayn seguía parado donde mismo así que cuando me levanté, choqué con su brazo sin querer. Bueno, quizás si fue queriendo, pero eso no lo iba a admitir. Él era muy alto y yo tuve que ignorar mi debilidad por los hombres altos.
—Si, por favor, uno de chocolate —me pidió tierna y sonrío mostrando todos los dientes. Esa niña era un amor.
—De acuerdo, tú, Zayn ¿No quieres uno? —llamé su atención—eh... Si quieres yo voy por los helados —contestó encogiéndose de hombros
— ¿De que quieren?
—Yo uno de fresa —dijo Eleanor rápido. La muy floja estaba contenta de que le hubieran ahorrado el viaje. Se volvió a sentar a un lado de Daniel y se columpio con ella.
—Yo... No sé, te acompaño. Zayn asintió y empezamos a caminar en silencio. El parque era grande y el camino al puesto de helados era alejado, por lo tanto era muy incomodo caminar con un tipo casi desconocido, bueno, él era MUY desconocido, pero supongo que una le agarra confianza primero a los chicos guapos.—eh... —empezó a hablar, se notaba un poquito nervioso. Tan lindo.
— ¿En donde vives? No te había visto por aquí —yo vivo en la segunda casa, por allí —le expliqué señalando la calle de mi casa — casi nunca salgo
—oh, yo también vivo por allí —me miró incrédulo— en la quinta casa en la banqueta de enfrente, acabo de llegar. Vivía en Londres con mi papa.
—¿En serio? —sonreí como tonta— mi sueño es vivir en Londres, con razón tienes ese acento tan lindo La sonrisa se fue de mi cara y se convirtió en una mueca incomoda cuando se me salió lo ultimo. Gracias a dios era muy alto y no podía ver mi cara que estaba toda colorada.
—Eh... Tu hermana es un amor —cambié de tema rápidamente, con suerte ni siquiera había escuchado lo que dije de su acento.—Lo sé, es preciosa—sonrió orgulloso— y es la persona más importante para mi. Solo atine a sonreír y a mirarlo con adoración. Digo, el chico era totalmente adorable ¿O no? Claro que si, créanme, no muchos chicos de su edad decían esas cosas tan tiernas de sus hermanos menores.
—¿Que van a llevar? —nos preguntó el señor que atendía cuando llegamos al puesto, ni siquiera me había dado cuenta de que ya habíamos llegado. Estúpido muchacho distraído.
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Mis Hermosos Momentos
RomanceQuizás no te trate tan bien como debería de haberlo hecho. Quizás no te ame tan a menudo como podría haberlo hecho. Pequeños detalles que debería haber dicho y hecho, yo nunca tomé el tiempo. Quizás no te sostuve en esos tiempos solitarios. Y creo q...