Ya estaba en la Universidad. Era un mundo totalmente diferente. Tenía que acostumbrarme a nuevos cambios, nuevos profesores, nuevos compañeros de clases, nuevo ambiente. Me sentía como un conejillo de Indias, era como empezar la escuela otra vez pero sin tus papás, aquí todo dependía de ti.
Eso sería bueno, aunque no tanto. Era como un paso a tu independencia... okay, no tanto, tenía 16 años (otra vez era la más joven entre un grupo de jóvenes de 17 y 18).Mi primer día fue un típico día de clases en Venezuela, la profesora no fue y teniendo en cuenta que sólo tenía una clase ese día. Digamos qué no me vino tan mal porque pude conocer mi casa de estudio, venga ya, si que era grande.
La Universidad esta dividida por áreas. En primer lugar esta la denominado " Escuela de cursos básicos", que era donde pasabamos prácticamente los 3 o 4 primeros semestres de nuestra carrera, viendo las materias básicas qué de cierta forma no estaban relacionadas directamente con la carrera que estudiarías, materias como Matemáticas, Química, Inglés, Lingüística.
Ese primer día llegue algo desorientada, y no era para menos aquello era gigante para una nueva. Otro temor por el que pasaba, los rumores de lo que le hacían a los nuevos no eran buenos, pero aquello sólo resultaron ser rumores. Igual a alguien tan bella cómo yo no se atreverían a molestar, (jajajaja, aquello me había hecho gracia), no entiendo en que momento debí volverme tan egocéntrica. Quizás por las veces que me rechazaron... o quizás cuando me di cuenta de qué ya los insultos que me hacían de niña no tenían cabida ya... o quizás cuando los chicos empezaron a fijarse en mi. O quizás ninguna de las anteriores y soy una puta egocéntrica. Si, eso era.
Al primer día nadie me cayó bien y es que era lógico, bueno no tanto, porque no hable con nadie de mi salón. Pero es qué yo era así, yo creo en el "me cae mal" a primera vista y por supuesto no era para menos que también cayera mal, al menos al principio.
El primer día alli no tuve clases, y pensar que era la única clase que tenía y eran las once de la mañana. Podía haber quedado durmiendo, pero no, la profesora no fue.
El siguiente día, al menos tuvimos clases. Aunque venga ya, aquella clase parecía de guardería. Recuerdo que ese día hicimos una actividad "rompe hielo", y parecíamos muñecos saltarines haciendo lo que ella decía, o bueno, parecían. Porque yo no haría esa ridiculez, lo sentía mucho.
Fue allí cuando conocí a mis amigas de la universidad. Todos lo que no fueran ellas, simplemente no me caían bien. Si, si, así soy yo. Todos me caen mal, creo que mi propósito en este mundo es caerle mal a la gente y viceversa.
Al final del día fue genial porque nos encontramos Carlos, Florisel, Manuel, Enrique, Gabriela, Alfredo y yo, parav irnos a casa. Todos estudiabamos en la misma Universidad y solíamos encontrarnos para volver a casa juntos.
Mi mayor temor al empezar la Universidad, (aparte de no sacar una materia), era perder esa amistad que había tardado tantos años en construirse. Tantos cumpleaños juntos. Tantas salidas juntos. Tantas peleas y sonrisas. Tantas experiencias que aunque se repitieran, no serían lo mismo nunca más. Pero no fue así, seguimos siendo los mismos de siempre y apoyándonos como siempre, y me atrevo a decir que más que antes. Esos son y serán siempre mis amigos. Pasarán amistades, conocidos, pero cada uno de ellos tienen un lugar reservado en mi vida y en mi corazón, y sé que ellos piensan igual.
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Never stop dreaming.
Teen FictionMuchas veces me pregunté porqué la vida era tan dura a veces, o porqué el camino era tan difícil de caminar. Y me di cuenta de que ningún arcoiris sale sin un poco de lluvia. Y qué a veces algunas lágrimas caen para sembrar algunas semillas para lue...