Capítulo 20:Secuestrada

341 21 2
                                    

Me desperté a las 6 de la mañana porque oía mucho escándalo en la planta baja,cogí un bate que guardaba en caso de emergencia,abrí la puerta muy despacio y empecé a bajar las escaleras,cuando ya estaba en el suelo de la primera planta vi a mi madre atada a una silla y con la boca amordazada,ella estaba llorando desconsoladamente y me miraba intentando decirme algo que yo no pude descifrar.

-¿Mama?-La dije acercándome,pero un golpe y un sonido hueco hicieron que todo se volviera negro.

Desperté en una habitación diferente con todas las ventanas cerradas y en la misma situación que mi madre atada y amordazada,mi madre ya no estaba,tenía que librarme de las ataduras pero,¿como?

Un leve rayo de luz se colaba por un hueco de la ventana,ya sabía lo que debía hacer me acerque como pude a la ventana y empecé con las cuerdas de los pies,a los dos minutos las cuerdas se quemaron y se rompieron,me giré para seguir con la de las manos,pero enseguida apareció mi padre en la sala decidí seguir fingiendo que estaba atada todavía aun que las ataduras de las manos ya se habían roto y las estaba sosteniendo para que no se diera cuenta.

Se acercó y me quito la mordaza de la boca,y inmediatamente cuando hizo eso le escupí a la cara.

-Deja de jugar zorra-Dijo mientras me golpeaba fuertemente en la cara haciendo que sangrara por dentro y escociera a rabiar.

-¿Y mi madre?-Dije mirándole con el mayor asco que me producía.

-Eso no te lo voy a decir pequeña zorra-Le sonreí sarcásticamente y en un rápido movimiento me levante agarre la silla en la que estaba atada y le golpee con todas mis fuerzas haciendo que cayera al suelo del fuerte golpe y quedara inconsciente.

Salí de esa siniestra habitación a hurtadillas porque no sabía si había alguien mas en la casa le encerré en aquella habitación y empecé a andar por el oscuro pasillo,mire en algunas habitaciones pero,nada,llegue a una zona en la que había dos hombres vigilando en una puerta tenían aspecto curpulento y llevaban pistolas así que ya sabía que hacer para sacarlos de esa habitación cogí un jarrón que tenia cerca mio y lo tiré con fuerza a la planta baja,haciendo que se rompiera en mil pedazos y que esto llamara la atención de los orangutanes y salieran corriendo detrás del sonido,corrí inmediatamente a esa habitación y sabiendo que estaba cerrada con llave,me quite un orquilla del pelo y empecé a intentar abrir la puerta rápidamente,eureka,la puerta se abrió al cabo de dos intentos mostrándome una habitación similar a la que estaba yo,mi madre se encontraba dentro inconsciente corrí rápidamente a ella y sujete su cabeza en mis manos y empecé a revisar que estuviera bien,tenía una pequeña brecha en la cabeza,pero nada grave,al cabo de unos segundos abrió los ojos.

-¡Hija,estas bien!-Dijo mirándome con una sonrisa de alivio.

-Si-La conteste mirándola con cariño,me abrazó y no pude evitar abrazarla de vuelta,gracias a dios se encontraba bien y ese cabrón no la hizo nada.

(Luke)

Me levanté temprano porque había que ir al instituto y no me gustaba llegar tarde,me dí una corta ducha y baje al salón donde se encontraban mis padres,desayune unos cereales y me puse una chaqueta para irme.

-Haznos sentir orgullosos,hijo-Como siempre ya empezaban con eso,que si les hiciera sentir orgullosos,que tenía que ser buen estudiante y todos esos tipos de chorradas que siempre me decían antes de ir al instituto,no dije palabra solo asentí con la cabeza y salí de mi casa,miré a la casa de _______ tenía su ventana cerrada y todas las demás de la casa también,lo que me pareció raro,me acerqué a su casa y mire por la cristalera,pero no se oía ni veía nada,solo un silencio sepulcral,me encogí de hombros,monte en la moto y me fui camino al instituto sin darle mas importancia,quizá les surgió alguna urgencia,que se yo...

Lo siento si tardé pero no estuve de humor para escribir,¿que les pareció?,¿Se lo esperaban? Nos leemos en el siguiente capítulo.

Lethal-Girl

Good Girls are Bad Girls {Luke Hemmings}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora