CAPÍTULO 13

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POV TOP.

La niñata venía todos los días, no podía ver a Ji casi nunca sólo, me estaba sacando de mis casillas, ¿Qué no tenía otra cosa mejor que hacer?.

- Me molesta su presencia.- La escuche decir en la oficina de Ji, ahora me la doy de espía. Estúpido no?, pero bueno llevo dos semanas así.

Espiándolos a ambos, pero más bien a ella. No confiaba en esa niñata.

- Me aburre ésto.- Dije mientras daba un fuerte suspiro.
- Mejor si te aburres, así te vas luego.- Dijo esa voz irritante e insoportable. Mientras se daba vuelta y me veía con una ceja levantada.
- Porqué mejor no te vas?.- Pregunté fastidiado. Me ha pillado.
- Por qué no me apetece.- Respondió.
- Entonces a mi no me apetecerá renunciar.- Le dije lo más cerca posible de su cara desafiándola.

Ella se puso nerviosa, pero después se comenzó a acercar y yo me comencé a alejar, ella seguía acercándose hasta que quedé sobre la pared mientras ella seguía, yo atiné a poner mis manos en sus hombros y la empuje lejos de mi volviendo a poner recto delante de ella y dándole la espalda a la puerta, estaba loca.

- ¿Qué tratas de hacer?.-Pregunté ya cabreado de la situación, de ella.
- Quería confirmar algo, pero ya lo hice.- Ella sonrió y yo me extrañe.
- Eres una zorra.- Dije.
- Mira como me afecta.- Hizo un puchero y fingió llorar.
- ¿Que ganas siendo esposa de Ji?.
- ¿Yo?.- Se apunto a sí misma y la mire con ganas de matarla.- Yo pues, dinero.

Será estúpida. Pensé.

- ¿Sólo eso?.
- Si, sólo eso.
- ¿No te gusta ni nada?.- Volví a preguntar.
- Mira si quieres saber si lo amo, en realidad no. Sólo quiero su dinero.- Me respondió sin darle importancia al tema.
- Eres una basura.- Le dije con toda la rabia acumulada, ella hizo un puchero.
- ¡Seung!.- Me llamó Ji detrás mío , su voz sonaba enfadado. Yo me di la vuelta para verle mejor.
- ¿Qué?.- Respondí pero con un tono distinto. Más tranquilo.
- Kiko, sal por favor.- Pidió él, ella asintió con una sonrisa triunfante y sin más se fue.

Maldita. Pensé.

Al cerrarse la puerta él se me quedo mirando y yo me puse frente de él, respetando su espacio. Me miró y luego miro hacia abajo, para después volver a verme pero con sus ojos llenos de enojo.
- No quiero que la vuelvas a tratar así.- Me dijo y yo me sorprendí, pero bueno.
- ¿Porqué?.- Pregunté mirándolo desafiante, él hizo lo mismo.
- Será mi esposa, así que tienes que ir respetando.
- Pff.- Bufé. A él no le gusto eso por lo que me miró aún más feo.
- Hazlo o te despido.- Me amenazó.
- Hágalo.- Lo desafíe.
- ¿Qué?.- Me miró incrédulo.
- Qué lo haga, despidame.- Respondí.
- Ah, si quieres...- Dijo poniéndose un poco nervioso, pero lo interrumpí.
- No, no quiero irme, pero sí su esposa es más importante. Me iré.
- Seung, no lo he dicho por mi espo...- Volví a interrumpirlo.
- ¿A no?.
- No.
- Por qué le dije algo fuerte, es capaz de echarme.
- Pero es que será mi esposa, tienes que tener respeto hacia ella.
- ¿Y si no quiero tenerle respeto?.
- Seung, por favor.- Suplicó.
- No Ji, ella me esta quitando algo muy valioso para mi.- Me miró sorprendido.
- ¿Qué cosa?.- Preguntó.

Le digo o no le digo?. Pensé.

- A usted.- Sin más lo acerque a mi tomándolo del cuello de su camisa y lo besé.

Él correspondió el beso enseguida, poniendo ambos brazos alrededor de mi cuello y cerrando sus ojos cosa que yo igual hice. Puse ambas manos en su cintura para acercarlo más a mí, lo levante un poco en donde el atinó por poner sus pies alrededor de mi cintura.

Lo senté en el escritorio que tenía ahí comenzando a besar ahora su cuello entreteniéndome en ese sector donde el se veía que disfrutaba, soltó un gemido al momento donde yo di una leve mordida. Él me miró y yo me separe de él juntando ambas frentes.

- Tu eres lo más valioso que tengo.- Dije acariciando su cuello y subiendo a su mejilla.
- Seung, no puedo.
- Lo sé, pero si tan sólo pudiera no permitir ese matrimonio.- Le dije ahora yo suplicando y harto de la situación.
- Seung, lo he intentado pero no encuentro nada que me pueda separar de ella.
- Dios...- Lo volví a besar ahora metiendo mi lengua en su boca donde ambos jugamos con la lengua del otro, él después mordió mi labio inferior, yo me separe de él por la falta de aire que se nos presentó a ambos.

Nos miramos un buen tiempo, donde simplemente tratábamos de saber que pensaba el otro, él cerró sus ojos y yo me le quede viendo embobado. Su rostro femenino, sus ojos bien bonitos, su perfecta nariz , sus labios rosados y delgados. Todo eso me gusta de él.

No puedo perdonar lo que dijo la Kiko esa, ella no lo ama como yo lo amo.

Tan difícil es amar a una persona?, tan difícil?. Ji no puede estar con ella, no puede estar con nadie. Quiero que esté conmigo.

- Ji.- En el momento en que llamé su nombre, tocaron la puerta, para luego abrirla, una tos provino de ella.

Ji me separo al instante de él, yo me volvía a sorprender de su actitud pero lo entiendo. Se bajo del escritorio y arreglo su ropa mientras me miraba sonrojado.

- Perdón si interrumpí algo.- Dijo haciéndose la apenada.
- No te preocupes, no has interrumpido nada importante.

Nada importante?, eres un cobarde Ji. Pensé.

- Con su permiso.- Hable ahora yo, mirando a ambos y fingiendo la mejor sonrisa que podía hacer.

Me retire de ahí, me sentía mal por él, y por lo que nosotros estábamos haciendo. Está mal.

Él se casara Seung, no te ilusiones niño tonto.》Mi amada conciencia me decía eso, siempre me lo decía pero no le hacía caso, no se en qué momento llegue a la habitación de Dae.

POV GD

Al salir Seung de mi oficina, mi corazón seguía latiendo rápido, no podía pararlo, acababa de besarme otra vez y más encima me dijo que era lo más valioso que tenía, Dios.

Estaba tan absorto en mis pensamientos que no me di cuenta cuando Kiko me estaba tomando de la mano, yo simplemente me deje.

- ¿Ji, estas bien?.- Me preguntó.
- Si, estoy bien.- Forme una sonría falsa en mi rostro, no sería la primera vez que lo hiciese para ella. Así que digamos que me acostumbre.

La mire tratando de ver si podía sentir algo por ella, pero no. Lo único que venia a mi cabeza era a Seung besándome y acariciándome. Dios, estoy mal.

Solté su mano y ella hizo un leve puchero cosa que no le dí importancia. Me senté en el asiento del escritorio y ella se acercó donde estaba yo, pero detrás mío dando leves masajes en mis hombros, yo me fije en un punto fijo y no podía parar de pensar en él. Llevo a así alrededor de los últimas semanas, buscando algo que me separa de ella, pero no encontraba nada.

Necesitaba pensar, que podía hacer para solucionarlo o me quedaría de brazos cruzados.

- Kiko, déjame solo.- Ella dejo de hacerme masajes y se puso enfrente mío.
- No.- Tan molesta.
- Por favor.- Me estaba sacando de mis casillas.
- No quiero.- Dijo comportándose como una niña.
- ¡Kiko sal de aquí, ya!.- Le grite ya cabreado, ellame miró sorprendida.
- Bueno.- Con miedo se fue dando un leve portazo y escuché otro en la puerta principal.

Me levanté y salí de la oficina, necesitaba a Seung ya.

Un nuevo comienzo ↭ gtop [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora