Era viernes por la noche y Noah y yo íbamos en autobús camino a una discoteca.
Pero aún había un par de cosas que no tenía claras.
-¿Cómo dices que vamos a entrar?
-Tengo un amigo que nos ha metido en una lista, no te preocupes.
-Noah.
-¿Qué?
-Tenemos 17 años.
Él rodó los ojos.
-Eres una sosa.Llegamos a nuestra parada y cuando bajamos el frío empezó a notarse de verdad.
Noah observó que me estaba helando y me abrazó en la cola hasta que dijeron nuestros nombres en las listas y entramos.
La música se hizo más fuerte, y las luces parpadeaban. Noah desapareció un momento y regresó con unas bebidas de color azul.
Me dio uno de los vasos y ambos, él y yo, nos bebimos todo el contenido de este de un trago.
Pasamos unas horas bebiendo y bailando, y en la pista, mientras bailaba pegada con Noah, él me susurró:
-¿Ves como todo es más divertido cuando dejas de ser una aburrida y te relajas?
Asentí, y pasé mis brazos por su cuello, y los suyos agarraron mi cintura.
Mantuve los ojos cerrados, mientras besaba su cuello, y cuando los abrí, lo vi.
El chico de mi sueño.
Él me miraba a mi también, y me quedé petrificada.
-¿Pasa algo?- Me preguntó Noah.
Me limité a apartarlo de mi y a perseguir al chico, que estaba de pie delante de mi, mirándome.
Esto era cosa del alcohol. O no. Era tan real...
-¡Terra!- Me gritó Noah. Me di la vuelta para mirarle, pero cuando quise volver a encarar al desconocido, ya no estaba ahí.
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Mirrors.
Lãng mạn"Estoy completamente segura de que ese es el chico que aparece en mis sueños."