8.

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Noah cogió mi mano para ayudarme a salir del coche, y con la otra bajé un poco mi vestido.

-¿Estás bien?
-Claro que lo estoy.- Forcé una sonrisa.- Vamos.

Entramos en la casa de Ella, en la que ya había mucha gente.

-Voy a por algo de beber.- Informé a Noah, escabulléndome entre la gente.

Fui a la cocina y me serví un vaso de martini, que salí fuera a beberme.
Encendí un cigarro y me apoyé en la barandilla del porche.

-Joder, qué frío.

Instantes después de maldecir, noté cómo alguien me ponía algo por encima.

-Te dejo mi chaqueta si me das fuego, quejica.

Me giré para mirar al desconocido.

Reprimí un grito. Era el chico del sueño. De verdad, esta vez de verdad.
Por un momento pensé que estaba loca, pero el calor que desprendía su chupa de cuero era demasiado real.

-Acércate.- Encendí su cigarrillo, y vi mejor su rostro con la luz de la llama.

Estaba segura de que era él, pero decidí no preguntar.

-Y bueno...
-Terra.-Aclaré, extendiendo mi mano para presentarme.

Él la miró extrañado.

-Ya sé quién eres, tonta.- Abrí mucho los ojos, estaba sorprendida.- No soy un psicópata. Oí que así te llamaba tu amigo en el club.

-Así que estabas ahí...- Susurré para mi misma.

-Claro, me estabas mirando.- Me sonrió y quitó de mis manos el cigarro casi acabado, que estaba por quemarme lo dedos.- Y me suenas de algo.

Vi cómo su sonrisa se hacía aún más grande y lo observé, nerviosa.

-¿Cómo te llamas?- Le pregunté, acercándome poco a poco a él.

-Bennet.- Pasó el pelo por detrás de su oreja, y se acercó a mi, besando mi mejilla gentilmente.

-¿Terra?

Volteé la cabeza para ver a un Noah confundido mirándonos.

Ben se despidió con la mano, bajando por las escaleras del porche y alejándose de nosotros.

Pero no se llevó su chaqueta.

Mirrors.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora