Triángulo amoroso {Larry/Zarry/Zouis}

Capítulo 8.

Capítulo 8.

Zayn dejó caer las rosas al suelo. Miro entre Louis y Harry buscando alguna salida, pero no había ninguna.

–Así que por esto es que te comportabas tan raro todo este tiempo –el castaño dio un paso hacia delante, quedando más cerca–. Dime, Zayn, ¿te divertías jugando conmigo?

No contesto. Él solo se le quedo mirando a los ojos.

–Louis, yo-

–¿Cuánto tiempo, he? ¿Días, semanas, años?

Harry se mantenía al margen, mirando el bonito peluche encima de su cama. Nadie nunca había tenido la iniciativa de regalarle algo así.

–¿Y tú, Harry? –Louis se dio la vuelta–. ¿Sabías algo de esto?

Trago saliva llevando su mirada hasta Zayn.

–¿A qué se debe el oso? –pregunto ignorando por completo a Louis.

Zayn sonrió internamente. Bien, él sabía que Louis era un orgulloso y era muy testarudo y no lo iba a poder convencer de la nada, pero con Harry, oh, Harry, las cosas eran diferentes.

–Es porque te amo, bebé –Louis abrió sus ojos, y repentinamente su corazón comenzó a doler. Zayn pasó por un lado de él y le agarro las manos a Harry–. Es verdad, también soy novio de Louis, pero le iba a terminar, porque quiero estar es contigo.

–¿Me ibas a terminar? –los dos chicos lo ignoraron–. Harry, no puedes creerle.

El aludido se mordió el labio nervioso.

–¿Recuerdas las vacaciones de las que te hable? –el rizado asintió–. Hay tenía pensado contarte todo, y decirte que te elijo es a ti, porque es a quien amo.

Zayn lo fue a besar y Harry no se lo negó, es más, se dejó besar y correspondió el beso.

Louis se sentía humillado, decepcionado, pero sobre todo... se sentía dolido.

–No... –su voz se quebró y tuvo que tomar aire–. No puedes hacerme esto, Harry.

El rizado se separó del beso, viendo con culpabilidad a Louis.

–Lo lamento, Louis. Pero yo amo a Zayn.

Y no, él no lo amaba ya. Harry solo se estaba dejando llevar por el momento, la emoción del detalle que tuvo Zayn de regalarle rosas y un enorme peluche. Él solo se estaba dejando guiar por que nadie nunca había hecho eso por él. Nadie nunca se había tomado el detalle de regalarle algo tan hermoso.

–Me dijiste que me querías.

Harry miro al piso.

–Dije que te quería, no que te amaba.

–Ya vez, Louis –Zayn lo miro–. Ni yo, ni Harry queremos algo contigo, así que es mejor que te vayas.

A Louis aún le quedaba algo de esperanza dentro de sí. Dio un paso hacia delante y Harry dio una hacia atrás.

–¿Quieres que me vayas?

El rizado desvió su mirada.

–Sí, vete.

–Hace minutos atrás estabas rogando que me quedara –Louis no quería que sus palabras sonaran duras pero no lo pudo evitar–. ¿Y ahora te dejas convencer por él?

–Él es mi novio –Harry lo miro duro–. Así que es mejor que no vuelvas.

El nudo en la garganta de Louis creció. Pero no lloro, él no lloraría.

–Si salgo de aquí más nunca me volverás a ver.

Zayn rodo los ojos.

–Deja lo dramático, Louis. Lárgate y nunca vuelvas, creo que eso sería muy bueno.

–¿Por qué, Zayn? –el castaño parpadeo evitando que las lágrimas cayeran–. ¿Qué te hice?

El pelinegro lo miro. Sinceramente él hubiera preferido a Louis, pero tenía que conformarse con Harry.

–No me das lo que Harry me da.

Louis cerró los ojos.

–Con lágrimas no convencerás a Harry de que se vaya contigo.

Volvió a abrir los ojos y miro al rizado, quien miraba el piso. Cuando Harry levanto la vista, vio esos bonitos ojos azules, que ahora estaban fríos.

Louis sonrió hipócritamente. Caminando hasta donde las rosas habían caído y pisándolas fuertemente, dañándolas con sus zapatos. Agarro el oso y lo lanzo por la ventana haciendo que cayera afuera.

–Suerte –fue lo último que dijo para salir de esa habitación.

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