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-¿Qué?- pregunto en su dirección sin abrir los ojos, todavía tumbado en el pasto. 

Harry se moría de la vergüenza.

-¡¿YO?!¡¿HABlas... hablas de mi?... pues... nada, solo... solo pasaba... ¿porque? ¿Tienes... tienes el ego tan alto Malfoy? ¿No puedo simplemente pasear por el jardín? ¿O... o es que es de tu propiedad?-. Se insultó mentalmente. El habia intentado ser simpático pero la costumbre de años le gano.

 Draco frunció levemente el ceño, como si le doliera algo. Abrió la boca, seguramente para decir algo marca Malfoy, pero rápidamente la cerró.

"¿Es que ya no tienes la falda del director para esconderte Potter? ¿o estas huyendo de tus innumerables fans? debe ser fastidio esto de ser el chico-que-vivió-dos-veces...Hazme un favor y deja de malgastar mi tiempo, vuelve con el ejercito de comadrejas".

-Haz lo que quieras- mascullo mientras se levantaba lentamente, su mirada fija en el suelo.

Lo estaba ignorando. Harry, quien había estado juntando coraje durante horas para acercarse (aun no sabía porque), se sintió decepcionado y dolido.

-¿Así que estas huyendo Malfoy?- rio amargo, impulsado por el dolo en el pecho que sentía- no me impresiona, digo, se te ha hecho costumbre, ¿no?- nada, ninguna reacción. Harry debía hacerlo enojar. Necesitaba que reaccionara - no has cambiado en nada: egocéntrico, egoísta, cobard- sintió el crujir de sus lentes, la sangre saliendo de su nariz.

-No me estás diciendo nada nuevo, cara-rajada.- gruño Draco sacando su varita, como si recién recordara su existencia, estuvo un rato antes de respirar con normalidad; sus ojos estaban inusualmente brillosos, casi vivos- ten tu maldito pedazo de pasto, yo me voy.

Harry se sintió como la peor persona del universo por estar tan feliz de... todo eso.



Cariño, no valgo la pena.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora