Capítulo 6

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Esa noche no pudo conciliar el sueño, había estado pensando en tantas cosas, desde la cena hasta el beso que se habían dado, en la historia de Nicolás y cómo es que había sobrevivido tantos años solo sin ayuda de alguien mayor. Era un chico independiente pero no era lo mismo sin tener nadie con quien recurrir cuando algo pasaba. Maya se sentía realmente confundida, y tal vez sentía un poco de compasión por él, no sabía cómo se debería de sentir cuando nadie te apoya.

Por la mañana su tía la levantó a una hora muy temprana para que preparara el desayuno del día, "Es parte de tu castigo" le dijo la tía Amanda después de haberse servido gran parte de la comida que Maya preparó pensando en la posibilidad de ponerle alguna medicina para hacer que su tías y sus primas cayeran dormidas y ella pudiera descansar más. Pero no encontró nada en la caja de las medicinas. Bien, tendría que soportarlas por más tiempo.

-Necesitamos unas verduras, las del refrigerador están tan viejas como la abuela, y tus primas necesitan pepinos para sus mascarillas.- dijo la tía Amando sacando bolsa de comida que ya era un poco vieja.-Toma el dinero de mi monedero, y ve al supermercado para comprar lo que necesitas para cocinar. No tardes que hoy queremos comer temprano. - le dio el monedero y se alejó a atender a la hermana de Maya.

Como no tenía carro, Maya caminó 9 cuadras para llegar al supermercado más cercano a casa. Tenía la costumbre de ir con su mamá a comprar todo lo necesario para cocinar por lo que realmente eera una principiante en estas cosas. Se dirigió a la estantería de verduras y escogió algunos pepinos que le parecieron lo suficientemente maduros para comer.

-Hola, chica perfecta.- susurró una voz detrás de ella. Maya dió un salto del susto y tiró los pepinos que había tomado.- Toma una bolsa, es más fácil- Nicolás se posó a un lado de ella y le entregó en las manos una bolsa de plástico.

-Pensé que estabas enojado conmigo- tomó la bolsa y metió los pepinos en ella. Evitó ver a Nicolás a la cara, tenía miedo de que viera lo cansada que estaba por dormir pensando en él.

-No. ¿Debería?- preguntó caminando junto a Maya que buscaba una nueva bolsa.

-No, creo.- tomó la bolsa y la empezó a llenar de jitomates.

-¿Te diviertes escogiendo tu verdura?

-No, pero necesito hacerlo. Tenemos que comer algo.

-¿Y si hacemos algo más divertido?- tomó la bolsa que Maya tenía y la dejó en una estantería diferente. Tomó la mano de Maya y se dirigió a la área de mascotas.

-¿Pero qué haces?- preguntó la chica al notar que Nicolás tomaba una caja en donde estaban los hámster y sacó unos tres animalitos. Le indicó a Maya que lo siguiera hasta la zona de cosméticos donde un montón de mujeres hablaban hasta por los codos. Maya iba a decir algo cuando Nicolás soltó a los animales y las mujeres empezaron a gritar.

Ninguno de los chicos pudo aguantar la risa por los gestos y gritos que daban las mujeres al ver que los tres animalitos corrían entre sus piernas. Obviamente pensaban que eran ratas.

-¿Qué pasa!- dijo un guardia de la tienda.

Nicolás y Maya empezaron a correr por los diferentes pasillos de la tienda, pero en una vuelta Nicolás giró a la derecha y Maya por la izquierda haciendo que chocara con alguien.

-¿Ya viste? No pasa nada- habló Nicolás. Espero una respuesta pero no la obtuvo y fue cuando se giró sobre sí mismo para ver que Maya ya no estaba a su lado. - Idiota que soy.

-Muy bien señorita, tendrás que acompañarnos- dijo el guardia tomando a Maya por el brazo y arrastrándola por los pasillos.

-Pero yo no...

-¿Usted no hizo nada? Mire, yo vi cómo ustedes huían porque son los culpable, así que guarde silencio para que esto sea más fácil.- Maya quiso gritarle que Nicolás era el verdadero culpable de todo, pero se resistió.

Cuando llegaron a la celda en dónde Maya esperaría a que alguien viniera por ella notó que había mucho jóvenes que estaban ahí, varios le devolvían la mirada pero otros solo chismorreaban entre ellos.

-Tendrás que esperar aquí, niña- el guardia empujó a Maya en la celda número 4. En esta solo había una mujer joven y tres hombre un poco más grandes que ella.

-Miren, es una niña de barrio alto- dijo el más grande. Tenía un cuerpo muy grande para tener por lo menos la mayoría de edad.

-¿qué hiciste para estar aquí? ¿Tomar demasiado aire en un restaurante?- todos rieron menos Maya y la chica.

-Déjenla, sola la asustan más- se levantó de una banca que estaba cerca de la pared más grande de la celda- ¿Cómo te llamas pequeña?- Maya no se había movido para nada, estaba pegada a la reja.

-Maya.

-Lindo nombre. Y no te preocupes por estos- señaló a sus acompañantes- pero ya están ansioso de salir, llevamos más de 5 días aquí y nada.- Maya solo los observó.- Ah, yo soy Nadia.

-Una chica muy inteligente por cierto.- dijo el chico de pelo color castaño y largo

-No como el cazador- dijo Nadia sin sentirse alabada.

-¿El cazador?- preguntó Maya

-Sí, "El cazador", nadie de los guardias de esta ciudad puede atraparlo, es tan astuto, y buen amigo, siempre nos anda ayudando para salir de aquí, pero no hemos sabido nada de él.

-Dicen que anda con una chica. - dijo el mismo chico de pelo largo.

-Seguro, siempre está así cuando conoce a alguien- dijo Nadie recostándose en una pared.- Ah, Nicolás, siempre tan distraído con las chicas.

-Sí, como cuando anduvo con Cynthia, o con Margaret, o Cecy, Mary- empezó a enlistar el chic grande.

-Mi prima Luisa, Matilda, Jessy...- dijo un tercer chico que no había salido de su rincón desde que Maya llegó.

Increíble, Nicolás solo se estaba burlando de Maya, desde que lo vio supo que ese chico traía algo entre manos. Maya se sentía tan mal por haberse ilusionado con Nicolás, con lo del beso. Por eso se había alejado sin decir nada, porque Nicolás andaba con otras chicas.

-¿Maya Toledo?- dijo un guardia entrando en las celdas.

-Soy yo- saco una mano para que el guardia supiera su localización.

-Ya pagaron tu fianza, debes ir a casa.- tomó las llaves de su bolsillo y abrió la celda de Maya, esta solo caminó por el pasillo sin decir nada. No estaba feliz, era obvio que su tía la regañaría y no se sentía bien después de saber lo de Nicolás.






Hola, lectores, perdón por no subir capítulo el viernes pero estaba esperando que tuviera más leídos, y bueno... espero que les guste y sigan votando, por favor. 

Y no olviden que si quieren promocionar sus historias pueden dejarme un comentario para que en #Lectura o Lector (? pueda publicarlos. 


Gracias, y nos vemos. 

MayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora