2.2. THE TALK.

367 17 11
                                    

NARRA BEN:

Emma llevaba unos días rara, pero tampoco le di gran importancia. En la cena decidió sentarse con su hermano y los amigos de su hermano qué conmigo y mi familia, lo cual era normal. Antes de ir a la habitación decidí ir a ver a mi padre a su despacho, truque en la puerta y entre.

-Hola Ben. ¿Qué pasa? -pregunto mi padre indicando que me sentará en una silla, le hice caso y me senté.

-Veras... ¿Podría cambiar de compañero para las vigilancias?

-Sí claro. ¿Hay algún problema con Denny?

-No, no... Es solo que creo que Emma se encuentra un poco apartada y ahora pasamos poco rato juntos y bueno... -dije, me daba vergüenza decirle a mi padre que solo quería pasar más tiempo con mi novia.

-Sí hijo, es tú novia y esas cosas. -contesto mi padre. Mire al suelo y me rasque la cabeza.

-Exacto. -dije asintiendo.

-Pues no creo que les importe el cambio, pero que sepas que no hacía falta que me lo vinieras a contar.

-Genial, para la próxima ya lo sabré...

Asentí y me marché al salir me choque con Weaver que entraba en el despacho. Caminé despacio hasta mi habitación y me crucé con Aiden.

-Emma ya está dentro. -dijo Aiden señalando hacia la puerta.

-Vale gracias, mañana nos vemos. -conteste.

-Hasta mañana. -contesto Aiden. Abrí la puerta y la cerré después de entrar con el cerrojo que habíamos puesto.

-Tenemos que hablar. -soltó Emma de imprevisto, no me había dado tiempo casi ni de girarme. Me quede descolocado. Había visto demasiadas películas para saber que cuando una chica decía "tenemos que hablar" era para acabar la relación. Pero Emma y yo tampoco estábamos tan mal como para dejarlo.

-¿Qué? -pregunte... Igual lo había entendido mal. Ella se levantó de la cama, estaba en la otra punta de la habitación mirándome con sus ojos marrones. Llevaba una camiseta qué había sido mía hasta que se rompió y unos pantalones cortos que se quitaba para dormir. Se pasó una mano por la cara.

-Tenemos que hablar Ben. -repitió. Pues sí lo había entendido bien la primera vez. Me puse a la defensiva.

-¿Qué me vas a decir: "es por mí no por ti"? Emma. Tú. No. Me. Vas. A. Dejar. -dije dolido.

-¿Pero qué dices capullo? -dijo ella frunciendo el ceño. -Claro que no te voy a dejar... Pareces tonto chico.

-Buf... Que susto me has dado. -dije resoplando. Me quite las botas y las deje a un lado pero luego decidí abrir la puerta y dejarlas fuera... No es que olieran bien.

-Ben... -me llamo Emma, pero yo seguí con mi rutina de quitarme la ropa de calle y ponerme con la que dormía. -Ben. -repitió algo más fuerte.

-Dime. -conteste sonriendo.

-Creo que tengo celos. -soltó.

-¿Eh? ¿Qué? ¿De quién? -pregunté sorprendido.

-De Denny, os lleváis muy bien y ahora estáis casi siempre juntos. -dijo ella algo dolida. Me acerqué a donde estaba, le aparté el pelo de los hombros y apoyé mis manos en ellos.

-Escucha, nada ¿me oyes? Nada ni nadie va a hacer que te deje. -le dije dándole énfasis a 'nada' y a 'nadie'. Aproveché que la agarraba de los hombros y la atraje hacía mí para abrazarla. -Denny es solo mí amiga. No te voy a perder después de dos años.

Debía admitir que Emma era lo mejor que me había pasado desde la invasión. Al principio no nos llevábamos bien pero luego... Empezamos a coger confianza, a confiar el uno en el otro, a entender que éramos diferentes y que eso nos hacía especiales. Gracias a los pinchos Emma y yo forjamos una amistad basada en la lealtad, el coraje y las ganas de matar deslizantes. He de admitir también que tuvimos nuestros más y nuestros menos... Pero al final siempre lo solucionábamos. A decir verdad la mayoría de los enfados provenían porque éramos tan compatibles que a veces chocábamos.

-La próxima guardia que toque iremos juntos. Se lo he preguntado a mi padre y ha dicho que no hay problema. -le dije dándole un beso en la cabeza, luego nos soltamos.

No entendía porque pero en la habitación había un lavabo al que sorprendentemente llegaba agua. Fui hacia él y me lavé la cara y las manos.

-Parece mentira... -dijo Emma, me giré para mirarla y se estaba quitando los pantalones para dormir más cómoda.

-¿El qué? -pregunté mientras me secaba con una toalla.

-Que haya nacido tu hermanita y ella no sepa lo cruel que se ha vuelto este mundo. -contesto. -Es increíble como dentro de lo malo siempre hay algo bueno.

No pude evitar sonreír, me quede ahí plantado apoyado en el lavabo y mirándola.

-Es verdad... Sí no hubiera sido por la invasión nunca nos hubiéramos conocido. Yo seguiría siendo un empollón con gafas de Boston y tú seguirías siendo una deportista con buenas calificaciones de Myrtle Beach.

Emma se quedó mirándome y sonriendo, pero no dijo nada... Me acerqué a ella y podía ver como sus neuronas segregaban sustancias químicas haciéndola pensar. En otras palabras, se estaba rayando, le estaba dando demasiadas vueltas a una cosa.

-¿Cómo sabes que vivía en Myrtle Beach? –pregunto alucinando.

-Tuve una guardia con tu hermano hace mucho. –conteste sonriendo.

-Claro... Y estuvisteis hablando. –dijo ella su expresión cambio a una sonrisa.

-Exacto. –conteste. -¿Estamos bien no?

-Genial. Venga ya es tarde y estoy cansada. –dijo ella dando golpecitos al colchón.

-¿Pastillas? –pregunte, a veces nos sentíamos cansados pero no teníamos sueños o seguíamos teniendo pesadillas así que Anne nos conseguía somníferos o relajantes musculares para que durmiéramos como troncos.

-Solo una. –contesto bostezando.

-Sí, o dos. –dije riéndome. Me quite la camiseta para no pasar calor y me senté en la cama para luego echarme. Los dos nos pusimos de lado para dormir mirándonos. Em sonrió y me acerque más para besarla, luego me aparte un poco y ella cogió mi mano.

------------

Un especial narrado por Benji.Espero que os guste. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 20, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

FALLING SKIES: OTRA REALIDAD.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora