Parte 3

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La puerta se abre y alguien entra.

-Que mierda he dicho sobre tocar la...- me callo al verla.

-Lo lamento no debí venir- dice rápidamente y hace el ademan de retirarse.

-Detente, ya has entrado y alguna razón tienes para venir aquí- trato de cambiar mi tono de voz a alguno mas normal.

Lizeth cierra la puerta tras suyo y camina hacia mi, pero se queda del otro lado del escritorio. Así que ahora no quieres acercarte.

Sus ropas han cambiado. Unos jeans ajustados y una blusa negra sin demasiado escote. El negro le queda genial.

-Yo... quería... saber cuanto tiempo estaré aquí- termino hablando con mas confianza, no tiene la cabeza gacha y su postura esta llena de confianza.

-Eso depende de como funcionen las cosas. Toma asiento- le indico.

Obedientemente se sienta pero mantiene esa postura. Tendremos que doblegarla un poco. Me levanto y rodeo hasta colocarme de tras de ella y me recargo en el respaldo

-Eso en que consiste?- pregunta

Me inclino hasta quedar a la altura de su oreja.

- En que cada noche bailaras para mi, claro me darás placer y dependiendo que tan buena seas es el tiempo que te quedaras- susurro demasiado cerca provocando que los vellos de su cuello se ericen. Ladeo la cabeza para apreciar cada expresión, ella permanece neutra pero se que causo algo en ella.

-No tendré que acostarme contigo?- parece querer sonrojarse, sigue sorprendiéndome que alguien así se sonroja al hablar de esto. Me incorporo para contestarle.

-No Lizeth nunca "me acuesto" con mi entretenimiento- uso las palabras que ella uso para describir el acto.- Digamos que es mas parecido a algo salvaje, no lo describiría como lo haces tu- obvio que tengo sexo pero me comporto como un animal, así que no es "acostarme" simplemente

Lizeth aprieta los puños a sus costados. Se enojo porque la imite o por el contexto que tengo de chicas como ella? o porque?.

Mis manos agarran sus hombros. Se sobresalta. Me agacho y paso mis dientes por su oreja. Le muerdo el lóbulo. Lizeth jadea y se estremece. Joder huele delicioso. Le retiro el cabello del cuello y me inclino para besar, mordisquear y chupar su cuello. Un suave gemido sale de sus labios y fue como una señal a mi miembro a ponerse duro como una roca.

-El acuerdo es por cada noche- dice en su susurro casi inaudible y se levanta de golpe y desaparece por la puerta dejándome cortado. Nadie me deja así. Y por alguna razón una estúpida sonrisa aparece en mis labios. Me estoy volviendo loco?

Entradas las tres de la tarde deambulo por los pasillos relajándome de tanto trabajo, mis hombres asienten con la cabeza cuando paso junto a ellos a modo de saludo.

-María- me encuentro a la cocinera, una señora de entrados los setenta.

-Buenas tardes joven-

-Prepararme algo- lo pienso y mis labios se estiran hacia arriba- que sea para dos- sus ojos casi se salen de sus órbitas, no es para tanto solo que hoy no comeré solo.

-S..i señor- dice con impresión

-Logan- el siempre esta cuando se le necesita- Avísale a la chica que en media hora baje a comer, comerá con migo- trato de ignorar en el la misma cara que puso María.

Logan se va sin decir una palabra.

Observo una pintura que le compre a algún traficante de arte. De la época del renacimiento, colores oscuros. Bueno la vida de un narcotraficante esta llena de lujos el único inconveniente es que cualquier día podrá ser el ultimo. Comencé a los quince vendiendo droga hasta que me hice a conocer y ahora estoy a cargo de todo, claro que tengo enemigos, un gaje del oficio.

Lizeth sabe que soy. Tengo un amigo con un bar donde hay bailarinas y prostitutas, así que cada determinado tiempo le pido una chica, la mejor que tenga, a ella en el momento que acepta se le informa que tipo de persona es para la que va a trabajar. La chica es reasignada con otro cuando yo me aburro y si trata de decirle a alguien información delicada la matamos.

En la mesita del pasillo encuentro una biblia negra con una cruz dorada en la portada, con mis dedos la delineo. Dios me abandono hace mucho tiempo y ahora estaba en las manos del mismo diablo.

-Señor- dice Logan a mis espaldas- No encontramos a la chica-

-Que?!- me giro cabreado.

-La chica no esta-

Rio amargamente, no puedo creer que simplemente saliera corriendo, porque lo haría? Esto la meterá en problemas, muchos problemas.

-Chica tonta- murmuro

-Que quiere que hagamos?- dice a la espera de una orden

-Buscarla, no es obvio?-mi enojos se puede sentir en mi voz. Como logra alterarme tanto?

HELLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora