Parte 6

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Un sentimiento muy placentero me despierta, tranquilo y sin preocupaciones, una sensación que no sentía desde hace tiempo. Abro los ojos lentamente para poder apreciar a la hermosa mujer que duerme junto a mi. La ligera luz de una lampara la ilumina, se ve igual o mas calmada de lo que yo me siento. Estiro mi mano para quitarle un mechón de su cabello que cae sobre su rostro y colocarlo tras su oreja. Paso otros minutos apreciandola.
Pero esto no dura para siempre. Que esta haciendo esta mujer con migo? Me tiene completamente hechizado. Es demasiado malo para ella, yo soy demasiado malo. Me incorporo en la cama sabiendo que no tendré mas calma por hoy. Volteo a verla una ultima vez. Me levanto, me coloco los boxer y el pantalón.

Sigue dormida, nunca había dormido con alguna de las chicas, nunca compartía mesa con alguien, nunca alguien me había desafiado como ella lo hacia, nunca alguien había llamado tanto mi atención, nunca había sentido lo que ella me hace sentir.
Recargo mis manos en el borde de la cama inclinándome ligeramente hacia ella, como si pudiera descifrar porque es ella tan diferente.
No, esto no puede ser.
Camino hacia el balcón que esta cerrado, abro de par en par las cortinas de este no permitían ver el exterior. El sol entra ligeramente, su intensidad es filtrada por las copas de los arboles.
Le doy vueltas y vueltas a mis preocupaciones a como he cambiado mi rutina y lo que esto conlleva. Hasta que una cálida mano en mi hombro me arrastra fuera de mis pensamientos.

-Deja ir a tus demonios, no tienes que arrogar tu alma al infierno. Tu lo sabes bien. Tu caminas entre malas personas pero no eres uno de ellos.- su voz dulce casi suplicante y anhelante me hace ladear la cabeza para verla. Dios es tan hermosa. Su cuerpo únicamente cubierto con la sabana sostenida por su otra mano. Ella dijo que no arrogue mi alma al infierno. Mi hermosa chica.

-Hace mucho tiempo que arroje mi alma, ya es muy tarde para mi, no trates de cambiarlo- diga mas duro de lo que me proponía.

Su rostro se encoje en distintas emociones entre ellas decepción, tristeza y hasta arrepentimiento. No me gusta verla así.
Tomo sus mejillas entre mis manos y la beso lento pero transmitiendo algo mas salvaje.

-Necesito ir a trabajar- sus ojos se abren y su agarre en mis brazos desaparece. Liberándome.

-Eso no es un trabajo- suelta

-Funciona para mi- tiene que aceptarlo.

-Necesito privacidad para arreglarme-se aleja de mi, camina a la puerta y la abre invitándome a salir.

-Me estas echando?- pregunto divertido y sorprendido al mismo tiempo. Pero su expresión seria indica que no bromea. Paso por su lado y salgo, Lizeth cierra la puerta con brusquedad.

Debería reñirle pero ahora quiere estar sola y lo respeto.

-Señor, lo andaba buscando- me encuentro a Logan en el pasillo camino al despacho.

-Algo importante?-

-La información sobre la chica llegaron hoy, pensé que debería informarle- me entrega una carpeta.

Siempre pedía datos sobre las nuevas antes de aceptarlas, el de Lizeth se había atrasado debido a problemas. Ahora que la he tratado no creo que sea necesario ver su expediente. O si?

-Gracias- me encierro en el despacho.

Arrojo la carpeta con el nombre de Lizeth escrito encima de todos los papeles sobre el escritorio. Me siento en mi silla y me recuesto en el respaldo. Aprecio detenidamente la carpeta debatiéndome si debería abrirlo o no. La tentación me vence y la tomo dispuesto a abrirla.

El teléfono comienza a sonar. Dejo la carpeta y contesto.

-Banks-

-Como te va?- la conocida voz burlona suena del otro lado de la linea.

-Mejor que a ti, y tu negocio? hay no lo siento yo me lo quede- finjo culpabilidad.

-No por mucho tiempo- dice antes de colgar.

El muy hijo de puta me amenaza.

-Logan-lo llamo.

El moreno entra.

-Si señor?-

-Siguen vigilando a Frank?-

-Si, señor, no ha habido ningún movimiento fuera de lo normal-

Desde que le quite su negocio lo he mantenido vigilando por si se le ocurre algún tipo de venganza.

-Bien, retírate y sigan vigilando algo fuera de lo normal y quiero ser avisado inmediatamente-

Asiente con la cabeza y sale.

HELLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora