Mi profesora de Seducción (+18) Finalizada

Capítulo 44 Justo Ahora

CAPITULO 44 JUSTO AHORA

¿Era fruto de mi imaginación o Tanya me estaba pidiendo quedar un día? ¿A mí? Vamos, no me jodas. Llevaba meses soñando con este momento, esperando con fervor el milagro de que Tanya un día me hiciera caso. Bueeeeno, ahora no solo me hacía caso sino que también me estaba pidiendo una cita...mientras se lamía los dientes con la lengua. Mierda. Eso era una indirecta muy directa. Tanya no sólo quería tomarse un refresco conmigo... no. Quería tema que te quema. Arggg. Joder, de todas las puñeteras semanas que esperé esto... ¿tiene que ser ahora?

— Bueno...— me pasó el dedo por el pecho —. ¿Qué me dices? — parpadeó varias veces en un intento de ser seductora.

— Estooooo, estooooo...— miré a ambos lados por si había alguien que me pudiera salvar...espera, ¿no hay nadie en los pasillos? Miré el reloj...—. Eh... llego tarde a clases, me tengo que ir...— me di la vuelta para irme, pero Tanya me cogió de la manga del jersey.

— Espera... ¡espera! — suavemente me deshice de su mano.

— Llego tarde... eh... luego hablamos, ¿vale?

¡Bien! Eso al parecer la dejó contenta y, sobre todo y lo más importante, callada. Jesús, si que era insistente la tía. Corrí literalmente hasta mi clase, que por cierto ya había empezado. El señor Sandler me miró mal por primera vez desde que llegué a esta universidad, así que intenté sentarme sin hacer mucho ruido. Tom también me miró raro. Dios... presentía que este día iba a ser memorable...

— ¿Qué demonios te ha pasado? — susurró mi compañero —. Tú nunca llegas tarde...

— Alguna vez tiene que ser la primera — espete. Tom agachó la cabeza —. Lo siento...— suspiré —. Tanya me ha entretenido en el pasillo y...

— ¿Tanya? — asentí —. ¿La rubia? — volví a asentir —. ¿La de los... pechos grandes? — rodé los ojos.

— Que sí, joder...— Tom me miró aún más extrañado —. ¿Y ahora qué pasa?

— Eh... bueno... eso te lo debería de preguntar yo a ti, ¿no crees? Primero Bella Swan, ahora Tanya Denali... ¿qué va a ser lo próximo? ¿Heidi Klum?

— Ah... ¿pero sabes quién es Heidi Klum? — pregunté sarcástico.

— Me matas de la risa, Edward — contestó Tom con ironía —. Ayer tuvimos la primera reunión del club de ciencias después de las vacaciones... y no apareciste.

— Bueno... ayer por la tarde estuve un poco... ocupado — sí... ocupado... follando, capullo.

— Los chicos te tienen aprecio, ¿sabes? Veo muy bien tu cambio de look de friki a... metrosexual y todo eso — me reí por lo bajo —. Pero recuerda quien estuvo contigo antes de que cambiaras — reconozco que me sentí un poco mal por el comentario de Tom. Era la pura verdad.

— Intentaré acudir a la próxima reunión, ¿de acuerdo? — le palmeé el hombro.

Las palabras de Tom me hicieron reflexionar. ¿Mi cambio físico había sido tan devastador? Sí, cabronazo. Antes las tías no te hacían ni puñetero caso. Ahora mírate. Te duele el cuerpo entero del sexo desenfrenado y salvaje de ayer y esta mañana te ha acosado literalmente una tía buena. Pues si... si me ponía a pensarlo me daba un poco de vértigo. Yo pasé de la nada a todo. ¿Para qué andarse con rodeos?

Salí de la clase del señor Sandler con la cabeza como un bombo de feria. Nunca pensé que diría esto, pero ahora mismo la idea de ver a mi hermano comiendo como un cerdo y oír los gritos de mi hermana se me hacía la mejor idea del mundo. Me moría por llegar a la cafetería, estar con los chicos... ver a Bella...