Evelyne

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La mansión Pendergast había quedado de maravilla. Evelyne se quedó muy impresionada de lo grande que era la casa. Esperaba que tal vez la situación con su prima Emma mejorara. En su anterior casa, había demasiada tensión entre ellas, Emma no dejaba de humillarla, maltratarla y de hacerla sentir inferior. Sus hermanos Leonard y Dave trabajaban demasiado, cuando llegaban Emma dejaba de molestarla, pero Evelyne sentía incomodidad al querer decirle a sus hermanos que Emma, con ayuda de Claire, se dedicaban a hacerle la vida imposible. No quería ser una soplona.

Por otro lado, Eunice y Eileen eran menos problemáticas, ellas al contrario de Emma le hacían la vida menos miserable, ellas la apoyaban mucho cuando Emma la ponía de sirvienta.

Todos entraron, la casa era muy bella por dentro, había un candelabro, un vestíbulo con una gran escalera, chimeneas y un comedor muy grande.

Leonard le pidió a Evelyne que lo siguiera para mostrarle su habitación.

Ambos subieron la escalera, y el la guio por un pasillo largo, hasta llegar al final.

-Esta será tu habitación hermana, espero la disfrutes, es la más grande, pero no le digas a los demás –le dijo el con cariño.

-Gracias Leo –contesto la chica.

-Tus cosas ya están aquí, las mande acomodar, en el escritorio están tus libros nuevos para la escuela y tu uniforme en el armario –dijo Leonard y añadió –cuando la cena este lista, le diré a Eunice que te hable, yo espero que podamos iniciar de nuevo aquí hermana, veras que será bueno para ti.

-Está bien –dijo ella, le dio un beso y él se fue, no sin antes cerrar la puerta del cuarto.

Cuando Leonard bajaba la escalera, ahí estaba Emma esperándolo.

-Ya amarraste a la rarita primo –se burló Emma.

-Cállate Emma no tengo humor para tus estúpidas bromas, espero que seas más respetuosa con mi hermana o te puede ir mal –amenazo Leonard –ya es bastante que la marginen afuera, como para que tú también lo hagas.

-Se lo merece, por afectada –contesto ella –por cierto ¿Cuándo le dirás el secretito que guardamos? O es que no le dirás nunca.

-Guarda silencio Emma –replico Leonard –te puede oír, no se puede enterar, y escúchame bien, si tú le dices o comentas algo, te matare.

-Quiero ver –se volvió a burlar Emma. Y se alejó.

Leonard se quedó muy enfurecido, esa niña de verdad que era insoportable.

Por otro lado, Evelyne revisaba su habitación, pudo ver una chimenea muy bien adornada, a un lado estaba el escritorio y ahí estaban los libros de la nueva escuela y el baño era muy elegante y la cama muy cómoda. Volvió a mirar la chimenea, sentía que de verdad su decorado era hermoso "¿Dónde he visto una igual?" pensó.

Le tomo poca importancia, y salió al balcón. Desde ahí se podía ver todo el terreno donde alguna vez fueron sembradíos de algodón. La luna estaba llena y hasta al final del terreno se veía una laguna. Entro y cerro el balcón, pego un brinco al ver reflejada a su prima Emma tras de ella.

-Hola pequeña idiota, ¿Qué tal tu habitación nueva? Preciosa ¿no crees? –hablo el reflejo, se volteo y ahí estaba ella tan altiva como siempre –parece que te toco la más grande cariño, tu hermano te podrá dar todo esto, pero sigues siendo un asco de mujer, una basura, no sirves para nada, no olvides tu lugar peste.

"Tal vez si no digo nada se vaya o tal vez debo irme yo" pensó Evelyne pero Claire obstruía la puerta.

-¿Acaso crees que no diciendo nada me iré? Estas muy equivocada amor y ni intentes huir, porque a donde quiera que vayas estaré yo, siempre estoy un paso delante de ti, maldita rara –amenazo Emma.

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⏰ Última actualización: Aug 21, 2015 ⏰

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