Capítulo 4

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Llegue un poco antes de lo acordado a la plaza que no estaba tan lejos de mi casa. Esta tenía varios juegos para niños, muchos arboles y varios bancos donde la gente podía sentarse.

Glasgow era un pueblo bastante tranquilo, obviamente en todos lados hay delincuentes. Pero donde vivía no se veían muchos casos, de robos, asesinatos y cosas así. Por lo cual no era muy malo quedarse hasta un poco tarde afuera, pero siempre esta el miedo de los padres.

En fin, me senté en unos de los bancos cerca de los juegos para niños, eran las 22:10, era temprano así que aun habían personas junto con niños en el lugar.

El banco donde estaba sentada daba justo para la calle y mientras espera a Rachel, vi pasar un auto negro, no conocía los nombres de los vehículos así que ni idea de que tipo era, solo que parecía muy cuidado y nuevito, como si recién lo hubieran hecho y la persona que estaba dentro lo hubiera comprado al instante.

Lo vi pasar en cámara lenta, las ventanas eran polarizadas así que no podía ver quien iba dentro. 

Desapareció al instante, marchándose lejos.

No solían interesarme los vehículos y menos los autos, pero ese era malditamente genial.

Mientras veía a Rachel aparecer y caminar hacía mi, juré que algún día tendría mi propio vehículo, SI O SI quería un auto propio, que no sea el mejor ni el peor, uno normal y bonito.

Ella venía con sus auriculares gigantes puestos, mientras movía la cabeza, seguro por alguna canción electro. La cual para mi era horrible de escuchar a menudo, la dejaba para algún boliche o fiesta.

-Puff, odio caminar.

-Vos querías hablar acá.

-No me digas, ¿como estas? ¿todo bien?

Dijo ella saludándome con un beso en la mejilla.

-Si, bien ¿y vos?

-Digamos que bien y a la vez un poco mal.

-¿Porque?

-¿Te acuerdas del chico al que conocí en Internet?

-Si Jason, ¿que pasa con el?

-Por fin nos habíamos puesto para vernos en un lugar, y...¡MALDITO ME DEJO PLANTADA!

Dijo ella tapándose la cara con ambas manos.

Jason, era un chico que Rachel conoció en una pagina de chats, vivía fuera de Glasgow, supongo que en la ciudad, nunca me dijo. 

Estuvieron hablando por varios meses, el chico parecía ser una buena persona y que enserio gustaba de mi amiga.

A un que Rachel ya no me contaba mucho de el, sabía que seguían hablando.

Ella era una de mis mejores amigas, la conocí en primer año junto Alexa, le gustaba nadar, y por lo que veía últimamente hablar con chicos también.

A pesar de eso, era una de las mejores en el colegio.

-¡No puedo creerlo!

No sabía que decirle.

-¿Como que ese imbécil te dejo plantada? Ay Rae. Tranquila.

Creo que se había puesto a llorar.

Yo muy bien sabía que Jason no iba a ser el hombre con el que tendría hijos y se casaría, para nada.

Pero también sabía que a ella le gustaba y estaba muy metida con el.

-Era que nos íbamos a ver en el teatro en la Ciudad, mis papas habían viajado para allá y les metí la escusa de que tenía que ver a una amiga, pero en realidad era el. Me dejaron en el teatro y lo espere y ¡NUNCA LLEGO!

Volvió a romper en llanto.

Su cabeza estaba en mis piernas, y seguía tapándose la cara con ambas manos.

-Bueno, ya esta, no seas boba, ¿sabes que hay posibilidades que le haya pasado algo?

-¿OSEA QUE PUDO HABER MUERTO?

Dios...Golpeame. 

-No no no para nada, me refiero a que...Le salió una emergencia a ultimo momento.

Me miro.

-¿Hablaste con el?

Negó con la cabeza.

-Entonces, no sabes porque te dejo plantada, Rachel tenes que utilizar la cabeza por un momento Dios. 

Tanto lío para nada.

-Tenes razón, soy una tonta.

Suspiro y se levanto.

-Gracias Natalie, no se que haría sin ti. Eso era todo, necesitaba hablar solo con mi mejor amiga.

-¿Ahora te vas a ir verdad?

Asintió.

No tenía de que hablar, lo de que a mi papá le habían dado trabajo en la Empresa Mazzina se lo diría después.

-Bueno, nos vemos mañana, ¡Adiós!

-Dale, Te quiero y Gracias, enserio.

Nos abrazamos y le dije que todo estaría bien, y luego cada una directo a su casa.


Estuve caminando como por ochos minutos para después llegar a mi casa.

Justo cuando llegaba, un tipo hablaba con mi papá, no podía ver quien era.

Al instante Se subió a su auto, que...¿¡QUE?!

Era el mismo auto hermoso que había visto en la plaza.

A penas se subió partió, obviamente no sin antes despedirse de mi papá.

Una vez que deje de ver al auto hermoso, corrí directo para mi casa.

Al entrar llame a mi papá.

-¡Papá! ¡PAPÁ!

- ¡Estoy en la cocina hija!

Fui para ahí y al llegar lo vi comiendo un pedazo de jamón con las manos.

Lo mire con cara de ¿es enserio?

-¡Después te enojas cuando comemos con las manos y tu haces lo mismo!

-Soy el papá de esta casa.

Me hizo reír. Lo mire un rato y después  le pregunte por lo del auto hermoso.

-¿Quien era el tipo ese con ese auto negro que estaba hablando con vos?

-¡Oh! Era el señor Mazzina.

Wow.

-¿Y que hacía acá?

A el señor Renné no se lo solía ver fuera de lo que no eran sus casas o la empresa.

No era un hombre al cual no le conocían el rostro ni nada por el estilo, sino que nunca se acercaba a las casas de sus empleados o a otras casa que no fueran las de el.

-El señor Mazzina esta organizando una cena con varios nuevos empleados, para el Sábado.

- ¿Y te invito?

Asintió.

-No solo a mi, si no a toda la familia.

Visitaría la gran mansión del señor Mazzina, Ok.

Nicholas Mazzina CANCELADA TEMPORALMENTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora