(Narra Dominga)
A la mañana siguiente, nos despertamos todos muy tarde porque ninguno estaba en las condiciones para levantarse tempreno, incluso yo, que no soporto a la gente que se despierta tarde, me desperté a las 15:00.
Fui a despertar a los demás porque encontraba asqueroso que estén durmiendo hasta tan tarde. Ya tenía muy claro que me iban a mandar a la mierda por ir a despertarlos pero no me importaba.
Primero fui a las piezas de abajo que estaban al lado de la mía, la de Martina. Entré y ella estaba sólo con sostenes y con shorts mientras que Clemente estaba sin polera. Les abrí las cortinas y abrieron los ojos al tiro. Martina no podía haber sufrido más y no pude evitar una sonrisa. Después de un rato ya se estaban levantando.
Luego me tocaba la pieza de María. No podía creer lo limpia que estaba, todo exactamente en su lugar, no tuve que pensarlo dos veces para darme cuenta que todo eso era trabajo de ella ya que Marco es un desordenado y María tiene que tener todo perfecto. Me acerqué a ellos y les dije que se tenían que levantar.
No huevees -me dijo Marco y me tiró un cojín-.
Seguí insistiendo. Les abrí las cortinas y nada, hasta que les tiré agua y casi se mueren. Con eso conseguí que se levantaran.
Ahora me tocaba subir al segundo piso, donde no sé qué me podía esperar.
Entré primero a la pieza de Teresa y Pedro, estaba echa un desastre.Todo tirado por todas partes. Les abrí las cortinas para dejar la preciosa vista al lago al descubierto y ambos se revolcaron, Teresa se despertó pero Pedro siguió sin moverse.
Todavía sigo curado -dijo Pedro- así que ni cagando me levanto.
Con Teresa nos miramos y nos reímos, lo dejamos durmiendo un rato más mientras yo iba a despertar a Zara y León, la verdad no sabía qué me podía estar esperando detrás de esa puerta.
Abrí y me puse a reír. Lo primero que vi fue a Zara esparcida por toda la cama sin haberse cambiado de ropa y a León durmiendo en el piso también con la ropa de ayer, no habían cerrado las cortinas.
Nunca supe cómo llegaron a esa posición, pero los fui a despertar. Zara no se iba a parar por nada en el mundo así que le tiré agua para que se levantara, lo logré y ella se dedicó a despertar a León.
Cuando bajé estaban todos en la terraza tomando desayuno, nadie hablaba y estábamos todas las mujeres horribles con toda la pintura corrida y con una reseca inexplicable.
De pronto escuchamos el timbre de la casa, nadie tenía idea de quién era. Toño fue a contestar y abrió la puerta, lo miramos con cara de pregunta.
Trinidad llegooo!!!! - a todos se nos había olvidado que llegaba hoy día-.
Trinidad estaba convertida en una puta.
Se había cambiado de carrera 2 veces en un año. Partió en Psicología y se cambió a teatro en la Subterra. A pesar de todo seguía siendo nuestra amiga.
La Universidad la había cambiado, pero estábamos ahí para ayudarla.
Entró a la casa con unos shorts altos hasta el ombligo y se le veían todas las piernas posibles, nadie se quería imaginarla cuando se de vuelta. Por arriba llevaba un peto que sólo le taba lo justo y necesario y hasta un poco menos. Obviamente estaba pintada de sobremanera y llevaba unos zapatos con muchísimo taco. Para qué olvidar su maleta de leopardo enorme. Nadie tenía idea de por qué era tan grande si sólo se quedaba dos días.
Hola chiquiiiis!!!!!!! -gritó- no las veía hace mil- dijo jugando con el chicle que masticaba-.
Se acercó y nos dio un beso a cada una.