Te amaré por siempre

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Después de varias horas de vuelo, el avión por fin estaba por aterrizar, la pequeña rubia se sentía nerviosa, ¿qué haría en una ciudad tan grande? Y sin conocer a nadie, se supone que después se reuniría con Jason, pero viéndolo bien, mejor prefería estar sola.

Cuando bajó del avión apenas y podía con el equipaje, justo frente a ella se detuvo un joven de aspecto británico, vestía un smoking color azul, su cabello era un poco obscuro y de piel clara, a decir verdad, bastante atractivo.

-¿Alison DiLaurentis? -preguntó aquel joven-.

-Si.. ¿Quién eres? -dijo mientras colocaba las maletas en el suelo-.

-Soy el Dr. Rollins. Amigo de la familia, y si tú me lo permites también tuyo. -sonrío-. Tu padre me ha dicho de tu llegada, me parece excelente que quieras preparar tus estudios aquí.

-Bien. Mucho gusto -sonrío y volvió a tomar sus maletas-. Mi padre no me dijo que alguien vendría, tampoco me dijo que tenía amigos aquí.

-Permíteme ayudarte. -sonrió- Sorprendente, ¿no?

La rubia sonrío y dejó que aquel joven tomará algunas de las maletas que ella traía con si, caminaron hasta salir del aeropuerto, fuera de ahí una gran ciudad la esperaba... Y millones de historias que siempre recordaría.

-Iré por el auto. -Dijo Rollins mientras colocaba las maletas a un lado de Alison-.

-De acuerdo. -respondió y sonrío-.

Sacó su móvil y lo encendió, buscó el contacto de Emily y observo por varios segundos su fotografía. Estaba tan ansiosa por escuchar la voz de Emily, apenas habían pasado unas horas desde que dejó Rosewood y ya extrañaba tanto a la morena, que no resistió más y le llamó.

-Vamos, contesta, contesta.. -dijo mientras caminaba de un lado a otro-

Un auto aparcó frente a ella, era Rollins. Bajó del auto y abrió la cajuela. -Espero que tus maletas entren aquí. -Dijo en tono sarcástico-.

-Mierda, Emily. -murmuró y colgó-.

-¿Has dicho algo? -se acercó y tomó las maletas-.

-Eh.. -miró a otro lado-. No, no. -guardó el móvil-.

Subió las maletas al auto y cerró la cajuela. -Te llevaré a tu nuevo departamento. -se acercó y abrió la puerta donde subiría la rubia-.

-Gracias. -subió al auto y colocó su bolso en sus piernas-.

Rollins subió al auto y lo encendió. -Disculpa por todo el desastre que tengo aquí, pero es difícil mantener todo en orden. -encendió la radio-. ¿Música clásica? -preguntó y miró a la rubia de reojo-.

Alison subió ambos hombros mientras lo miraba.

Rollins le regaló una sonrisa y miró al frente. -¿Te gustaría cenar algo? -preguntó mientras conducía-.

-No, gracias. -dijo la rubia amablemente-. ¿Te puedo preguntar algo? -lo miró de reojo-.

-Por supuesto, puedes preguntar lo que sea.

-¿Cómo conoces a mi padre? Es decir, ¿cómo tienes contacto con mi familia?

Rollins se quedó en silencio por varios segundos.

-¿Si? -dijo la rubia mientras lo miraba-. Ok, mira no quise incomodarte, perdón.

-Eh.. -reaccionó y detuvo el auto-. Discúlpame, es sólo que tengo tantas cosas en mi cabeza, que no se que pensar. -colocó sus manos al rededor del volante-. Mi padre acaba de morir, y mi madre está devastada.. -llevó una de sus manos a su cabeza-. Y yo sólo no se que hacer. -sus ojos se cristalizaron rápidamente-.

Deseos de cosas imposibles..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora