Mi hermano y su hermano. [JiKook]

Capítulo 6.

-Fue la noche anterior a Santa Lucía -explicó Namjoon-. Lo recuerdo muy bien. Yo estaba en casa, escuchando la radio. Había un programa en homenaje a Jan Johansson. Tal vez lo conozcas. Un pianista de jazz. Johansson acababa de morir en un accidente de tráfico. La radio emitió sus composiciones y habló sobre él; durante una de las piezas, llamaron a la puerta. Al principio pensé que alguien venía a quejarse de que la radio hacía demasiado ruido. Eran más de las once y media. Así que bajé el volumen. Cuando llegué a la puerta, oí llorar a alguien. La abrí, y JungKook se precipitó en mis brazos. Tenía la cara bañada en lágrimas. Olía a alcohol. Lo hice pasar y le ayudé a quitarse el chaquetón y las botas.
»Se apoyó en mí cuando nos sentamos
en el sofá y lloró aún más desesperadamente. "Tranquilo, no pasa nada", le dije, tratando de consolarlo. Y lo abracé. Parecía muy pequeño en mis brazos, aunque era casi tan alto como yo. Lloró mucho...
Esperé en silencio a que Namjoon continuase.
-Cuando dejó de llorar, le pregunté si quería beber algo. Había venido caminando y hacía frío. Asintió y me pidió chocolate caliente, así que le preparé una taza. Me senté otra vez a su lado y le pregunté qué había ocurrido. Entonces me contó que le interesaban más los chicos que las chicas, hacía años que lo sabía, pero durante mucho tiempo, al menos al principio, había intentado corregirlo. Lo más difícil era en el gimnasio del colegio, donde veía a los otros chicos en el vestuario y en las duchas. Procuraba no mirar, pero le costaba trabajo.
»Me contó que había un chico en otro grupo que le gustaba desde hacía tiempo. Al parecer se llamaba Göran. Sí, eso es, Göran. Según Kook, Göran también miraba a los otros chicos. Hacía como si "fuesen chicas" y los manoseaba en las duchas, siempre riéndose. Era mucho más alto y fuerte que los demás, y nadie se atrevía a pararle los pies.
»No dije nada, al menos en un primer momento. Pero JungKook se quedó callado. Estaba sentado junto a mí, calentándose las manos con la taza de chocolate. Le pregunté si le había ocurrido algo especial ese día. Asintió. "Cuéntamelo", pedí, "tal vez pueda ayudarte". Y sonrió por primera vez.
Namjoon se frotó los ojos.
-¿Te lo imaginas, Taehyung? Sonrió a pesar de lo alterado que estaba.
-¿Te contó qué había ocurrido? -inquirí, con lágrimas en los ojos.
-Sí. Me contó que lo habían invitado a una fiesta, la fiesta de Santa Lucía, organizada por los amigos de un compañero en la ciudad sin supervisión de ningún padre. JungKook fue con un par de amigos y bebieron. No creo que bebiesen demasiado, pero no estaban acostumbrados. JungKKook se emborrachó, lo cual le facilitó el acercamiento a Göran.
»JungKook salió al pasillo y estaba buscando el baño cuando apareció Göran. Se pusieron a hablar, y de repente Kook se mareó por culpa del alcohol. Si Göran no lo hubiese sujetado, se habría caído. Pero Göran no lo soltó ni siquiera después de recuperar el equilibrio. Permaneció junto a JungKook, sosteniéndolo. Y JungKook lo besó. Göran se rio y le preguntó a Kook si estaba enamorado de él. JungKook le dijo que tal vez; Göran soltó una carcajada y le preguntó: "¿Entonces eres gay?". JungKook no interpretó la carcajada como signo de desprecio y repitió que tal vez.
»El cuarto de baño estaba vacío. Kook le dijo a Göran si quería entrar con él. Göran le preguntó por qué, y JungKook respondió: "Podemos hacer pis juntos".
»Göran lo siguió y cerró la puerta con el pestillo. Cuando acabaron, Göran le preguntó a JungKook si era cierto lo que le había dicho en el pasillo. "Claro que sí", respondió Kook. Göran se acercó a él y le cogió la mano para que no se subiese la cremallera. "¿Qué haces?", preguntó JungKook. Gorän respondió: "Tocarte", y empezó a... acariciarle la entrepierna. JungKook estaba desconcertado. Me confesó que se sentía excitado y con miedo al mismo tiempo. "Así", indicó Göran, guiando la mano de JungKook hasta sus genitales.
Estaba ensimismado escuchando a Namjoon. Puse las piernas sobre el sofá y me
apoyé en las rodillas.
-¿Tienes frío? -preguntó Namjoon-.
¿Quieres que cierre la ventana?
-No, no tengo frío. Estoy bien.
-JungKook sintió que el pene de Göran se endurecía en su mano, pero no se atrevió a hacer lo que Göran le pidió. "¡Cobarde!", gritó Göran. Kook dijo que prefería que fuesen a otro sitio: "Fuera hay cola. Quieren entrar en el baño". Göran se enfadó. "Me pediste que entrase contigo", le espetó; "al menos podrías hacer algo". Pero JungKook se negó y retrocedió.
»Göran se subió la cremallera y dio un puñetazo a Kook en el pecho. JungKook, que no se lo esperaba, perdió el equilibrio y, al caer, se golpeó la cabeza contra la bañera. Göran abrió la puerta sin darle tiempo a levantarse. Uno de los que hacían cola en el pasillo preguntó: "¿Qué ocurre?". Y JungKook oyó a Göran decir: "Ese maricón asqueroso de JungKook pretendía meterme mano en el baño".
»Hasta Kook llegaron las carcajadas de los demás. Se levantó, se subió la cremallera y fue hacia la puerta. En el pasillo oyó a otro compañero decir: "Göran, ¿se puede saber qué hacías ahí dentro con otro tipo?". Göran le dio un bofetón al que había preguntado. El chico cayó al suelo, empezó a sangrar por la nariz y se echó a llorar. "¡Vaya mierda!", exclamó Göran, "¿Estás llorando? ¡Seguro que también eres maricón!".
»JungKook cogió su chaquetón y vino corriendo hasta aquí.
-¡Qué cabrón! -exclamé-. ¿Cómo pudo Göran hacer algo semejante?
Namjoon cabeceó.
-No saques conclusiones precipitadas. Seguro que Göran estaba tan asustado como Kook, solo que ambos reaccionaron de diferente forma. Göran perdió los estribos y usó los puños, mientras que JungKook prefirió replegarse.
-Sigo pensando que Göran se portó como un cerdo -refunfuñé-. No puedes comportarte así.
Namjoon se inclinó y me acarició la mano.
-Sí, Taehyung, claro que puedes. Es lo que hace la gente. Se hieren, se atormentan unos a otros. Y solo porque no saben, son incapaces o no quieren entender. Es muy frecuente. Ya te lo advertí. Te dije que tal vez las cosas no te resultasen muy agradables de escuchar.
Asentí y pedí a Namjoon que continuase.
-Basta por hoy. Mira qué hora es. Y Haneul no quiere que llegues tarde a casa.
-Lo sé.
Aún no le había enseñado las fotografías a Namjoon ni sabía nada del muchacho checo que llamaba Princi a mi hermano. Además, quería preguntarle otra cosa a Nam.
-Solo un poco más -rogué.
Namjoon hizo un gesto negativo con la cabeza.
-No, basta. Tal vez otro día te cuente más cosas. Ahora ya sabes algo. Por cierto, no se lo cuentes a Haneul ni a Kwang. No lo saben ni tienen por qué saberlo. Seguramente se disgustarían. Y no quiero que eso ocurra. Si JungKook no hubiese muerto tan joven, habrían acabado por darse cuenta de que era gay. En fin, se habrían enterado de un modo más... normal. Pero murió sin poder explicárselo personalmente... Así que ahora no tienen por qué saberlo. Solo sería motivo de disgusto. Tampoco te lo habría dicho a ti, pero lo imaginaste. ¿Cómo se te ocurrió? No entiendo... Prométeme que no contarás nada de esto a tus padres.

-Por supuesto -afirmé-, pero a cambio de que me prometas que me contarás más cosas otro día.
Namjoon frunció el entrecejo.
-¡Eso se llama chantaje!
-Lo siento, no era mi intención plantearlo así. Solo quiero saber más. ¿Lo harás? Y tengo cosas que contarte...
Namjoon se rio.
-Sí, creo que alguna tienes. Ya veremos...
Namjoon me acompañó al pasillo y esperó a que me pusiese la cazadora de ante.
-Es una cazadora bonita -comentó-. Y te sienta bien.
-Sí, a mis padres también les gusta. Aunque se me va a quedar pequeña, me temo.
Me até los cordones de las botas, me levanté y miré a Namjoon. Quería acercarme a él, pero parecía muy distante. Me adelanté.
-Namjoon, ya sabes...
Me interrumpió una llamada de teléfono.
-Seguro que es Haneul -dijo Namjoon, para preguntar si sigues aquí. Lárgate de
una vez; no quiero mentirle. -Pero...
Se acercó a mí, me puso una mano sobre el hombro y me acarició la mejilla con la otra.
-Vete, Taehyung. Nos veremos pronto.